Las acciones de Berkshire Hathaway registran un rendimiento inferior al del mercado en general por uno de los mayores márgenes en décadas, a medida que se acerca la jubilación de Warren Buffett como director ejecutivo, y algunos inversionistas buscan la salida.
Las acciones clase A de Berkshire se desplomaron 14 por ciento desde el 2 de mayo, el último día de operaciones antes de que Buffett, de 94 años, anunciara que entregaría el control de Berkshire a su ejecutivo de alto nivel, Greg Abel.
La caída de Berkshire contrasta con un repunte de 11 por ciento en el S&P 500, incluidos dividendos.
Buffett se encuentra en la recta final de una trayectoria de seis décadas al frente de Berkshire, transformando una fábrica textil en dificultades en un conglomerado financiero que abarca sectores desde seguros hasta gasoductos. Sus rendimientos, basados en una estrategia de compra y retención, centrada en el valor, desde que asumió el control de Berkshire en 1965, han superado al índice de referencia S&P 500 en más de 5 millones de puntos porcentuales.
Esto creó lo que la analista de CFRA, Cathy Seifert, describió como la “prima Buffett” en las acciones de Berkshire, una prima que puede no trasladarse de inmediato a su sucesor.
De acuerdo con un análisis de Financial Times, este desfase respecto al S&P es uno de los mayores que Berkshire ha sufrido en un trimestre desde 1990. La compañía solo se mantuvo por debajo del índice durante un trimestre al principio de la pandemia, cuando los inversionistas recortaron sus posiciones en capitales, siendo las aseguradoras y las empresas de servicios financieros —principales participaciones de Berkshire— las más afectadas.
Todavía no se sabe quién está vendiendo acciones de clase A, las originales de Berkshire con mayor voto, que en mayo se cotizaron a un precio récord de 812 mil 855 dólares por acción. Los títulos clase A desde hace mucho tiempo pertenecen a familias que invirtieron con Buffett al inicio de su carrera y se han transmitido de generación en generación. Los informes trimestrales de grandes inversionistas institucionales y fondos de cobertura no se publicarán hasta finales de este mes.
Las ventas de los últimos tres meses se materializaron a pesar de que Berkshire seguía reportando resultados operativos positivos en todas sus áreas de negocio, con el ferrocarril BNSF, sus diversas divisiones de servicios públicos y las de fabricación, servicios y comercio minorista, todas ellas con un crecimiento de las utilidades en el segundo trimestre.
Las utilidades operativas de la compañía se vieron afectadas por las fluctuaciones cambiarias, pero excluyendo estos cambios, Berkshire generó un aumento de 8 por ciento en las ganancias respecto al año anterior.
El horizonte de inversión de Buffett se extiende a lo largo de décadas, y los accionistas de Berkshire dijeron que un periodo de tres meses no es una medida justa del rendimiento de la compañía.
Las acciones de Berkshire también habían subido en los meses previos a la reunión anual de este año en mayo, con un alza de 18.9 por ciento. Los inversionistas compraron al tener frente a ellos las fluctuaciones de los mercados ante la guerra de aranceles del presidente Donald Trump, recurriendo a Berkshire como refugio.
“A medida que la preocupación por los aranceles empezó a aumentar, hubo gente que optó por la seguridad de Berkshire”, dijo Bill Stone, director de inversiones de Glenview Trust, inversionista de Berkshire.
Stone, quien comparó la inversión de 344 mil millones de dólares en efectivo y bonos del Tesoro de Berkshire con Fort Knox, afirmó que los inversionistas volvieron a meter su dinero en acciones de compañías de tecnología de rápido crecimiento en los meses siguientes, a medida que se moderaban los temores de una recesión.
“Lo que realmente se mueve en este mercado es la tecnología, y sabemos que no es lo suyo”, añadió.
El repunte de las acciones a principios de este año también impulsó su valoración a alturas que pocas veces alcanzó desde la crisis financiera mundial. La relación precio-valor contable, una medida que compara su capitalización de mercado con el valor de sus activos netos, ascendió a casi 1.8 veces, su nivel más alto desde 2008.
Buffett dejó de recomprar acciones de Berkshire en mayo de 2024. Él recompra acciones cuando “considera que el precio es inferior al valor intrínseco de Berkshire”, según documentos de la firma.
“Las acciones estaban sobrevaloradas”, dijo Christopher Bloomstran, presidente de Semper Augustus Investments, accionista de Berkshire. Bloomstran añadió que cree que la reciente caída podría incitar a Buffett a volver a comprar pronto.
Buffett también está retirando fichas de la mesa. El año pasado vendió gran parte de la inversión de la compañía en Apple, el fabricante del iPhone, y Berkshire lleva 11 trimestres consecutivos como vendedor neto de acciones, elevando sus niveles de efectivo al 30 por ciento de sus activos totales a finales de junio.
En otros periodos de exuberancia del mercado, en particular la burbuja de las puntocom de 1999, Buffett se mantuvo al margen. Si bien esto generó desaprobación por parte de los críticos en aquel momento, con las acciones de Berkshire rezagadas con respecto al Nasdaq Composite, con una fuerte presencia de compañías de tecnología, la corrección subsiguiente puso de manifiesto sus credenciales como inversionista.