La Ciudad de México enfrenta una crisis inmobiliaria que va más allá de la gentrificación o el desplazamiento.
Especialistas de University Tower, advierten que el verdadero cuello de botella es la falta de viviendas nuevas, que encarece rentas y precios de venta, además de dejar a miles de familias sin acceso a una opción adecuada.
“La discusión sobre gentrificación no puede separarse del problema estructural que tiene la ciudad, no hay suficiente oferta de vivienda nueva”, comentó el co-director de Desarrolladora del Parque, Enrique Téllez.

Reducción en la producción de vivienda
A través de un comunicado, explicó que este fenómeno no se limita a colonias como Roma, Condesa o Juárez, sino que se manifiesta en toda la capital, ya que durante los últimos seis años la producción de vivienda se redujo notablemente debido a factores como la pandemia, la parálisis en la entrega de permisos y la caída generalizada en la inversión.
“La demanda debe ser más informada y exige productos a la medida. Ya no se trata de construir lo mismo, hay que analizar el tipo de demanda que hay en cada zona y ofrecer soluciones más específicas”, declaró Justino Moreno, director de Consultoría en Tinsa México by Accumin.
Ambos especialistas coincidieron en que este desequilibrio ha incentivado el crecimiento sostenido del mercado de renta; ya que muchos hogares, en particular solteros y parejas jóvenes, han decidido posponer la compra de vivienda.
Otras consecuencias directas son:
- La mayor competencia por las unidades disponibles.
- El encarecimiento de las rentas.
- Un incremento en el valor del inventario usado.

Aumento en la demanda y costos de construcción
En 2022, el mercado inmobiliario mostró un incremento consistente en el precio por metro cuadrado, este repunte no sólo obedeció a la presión de la demanda, sino también al aumento en los costos de construcción, que se dispararon más de 50 por ciento en menos de dos años debido a disrupciones en las cadenas de suministro global.
“Los salarios no crecieron al mismo ritmo y eso generó un desfase entre lo que las familias pueden pagar y lo que cuesta desarrollar”, explicó Téllez.
“Eso ha empujado a muchos a rentar en lugar de comprar, lo que a su vez dinamizó el mercado de arrendamiento”, declaró el co-director.
Finalmente, los especialistas se refirieron a la iniciativa del gobierno de la Ciudad de México para solicitar información sobre quién habita las viviendas en renta, pues según Téllez, esta medida busca mejorar la planeación urbana.
“No se trata de controlar, sino de entender mejor qué parte del inventario es para autoconsumo, cuál es para renta y cuál corresponde a segunda vivienda. Con mejores datos, se pueden diseñar mejores políticas públicas”, concretó.

AG