El Colegio de Arquitectos de la Ciudad de México y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos (Cam-Sam) hicieron un llamado a las autoridades y a la sociedad civil para establecer una gobernanza colaborativa que permita avanzar hacia una planeación urbana verdaderamente sostenible.
En conferencia de prensa, el presidente del Colegio de Arquitectos, Rodolfo Díaz Covarrubias, subrayó la urgencia de que “la administración y procesos que se realicen en las construcciones sean más fáciles para los arquitectos”.
Uno de los ejes centrales del encuentro fue la necesidad de coordinar esfuerzos entre todos los niveles de gobierno, colegios profesionales y ciudadanía, particularmente, frente al crecimiento urbano acelerado en ciudades como Querétaro, Chihuahua o Cancún.
Expusieron que estas urbes son vistas como polos emergentes de desarrollo, pero enfrentan el riesgo de replicar el modelo insostenible de la Ciudad de México si no se actúa con visión de largo plazo.
Los integrantes del Colegio señalaron que la toma de decisiones en materia de desarrollo urbano debe basarse en un diálogo entre actores públicos, expertos técnicos y comunidades.
Insistieron en que los arquitectos deben ser incluidos desde las etapas iniciales de los proyectos, no como correctores de problemas ya construidos, respecto al tema de la movilidad, recalcaron, que sigue siendo el principal reto estructural en las ciudades, ya que no se puede planear nuevos desarrollos sin garantizar un sistema de transporte eficiente y sostenible.
Durante la conferencia, también se abordó el tema de las críticas hacia ciertos desarrollos industriales, las cuales, según explicaron los arquitectos, derivan muchas veces del desconocimiento.
“Existen mecanismos técnicos y legales que permiten, por ejemplo, construir edificios más altos sin incurrir en violaciones a la normativa urbana”, detalló el vicepresidente de Cam-Sam, Ignacio Zárate de la Cruz.
Entre ellos mencionaron las transferencias de potencial urbano, las diferencias de aprovechamiento y los bonos por impacto comercial. “No se trata de corrupción, sino de herramientas que la ciudadanía desconoce”.
Como modelo ideal, propusieron avanzar hacia el concepto de “ciudades de 15 minutos”.
“Tenemos que crecer, las famosas ciudades de 15 minutos en las tres ciudades, donde tengas vivienda por un lado, un trabajo por otro lado, un hospital al lado, todo concentrado, necesitamos espacios urbanos en los que tengamos vivienda, comercio, actividad económica, escuelas, educación, equipamiento, y lo esencial”, concluyó Covarrubias.