Decenas de representantes se levantaron este viernes de sus asientos y abandonaron la Asamblea General de la ONU ante la entrada del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien dio ante los que quedaban un discurso desafiante criticando a los "líderes débiles" que han reconocido el estado palestino y reiterando que eso no ocurrirá.
A lo largo de 40 minutos, Netanyahu enseñó a los presentes un mapa con las ofensivas israelíes de los últimos dos años en la franja de Gaza, Líbano, Irán, Siria, Irak y Yemen, les retó con un "examen sorpresa" sobre esos territorios, negó un genocidio en la Franja palestina y criticó la postura "antisemita" y "débil" de los países que han reconocido el Estado palestino, que Israel, dijo una y otra vez, no permitirá que exista.

"Israel debe acabar el trabajo en Gaza"
Sobre Gaza, Netanyahu afirmó que la acusación de genocidio, que respalda una comisión de la ONU e investigan tribunales internacionales, "es falsa" y negó también que en la Franja haya hambruna, como ha confirmado un índice reconocido internacionalmente.
El primer ministro recordó la matanza de Hamás el 7 de octubre de 2023 y cómo en ese momento muchos países apoyaron a Israel, un apoyo que fue perdiendo a medida que avanzaba en su ofensiva en la franja, donde según el Ministerio de Sanidad gazatí se han producido más de 65 mil muertos en casi dos años.
"Con el tiempo, muchos líderes mundiales cedieron. Se rindieron ante la presión de unos medios de comunicación sesgados, de sectores islamistas radicales y de turbas antisemitas", opinó al respecto, pero defendió la necesidad de su actuación militar allí, que ahora se centra en invadir la capital, ciudad de Gaza, echando a su millón de habitantes.
"Los últimos elementos, los últimos remanentes de Hamás, se atrincheran en la ciudad de Gaza. Juran repetir las atrocidades del 7 de octubre una y otra vez. Por eso Israel debe acabar el trabajo y por eso lo queremos hacer lo más rápido posible", dijo.
Países "débiles" que apoyan a Palestina
El primer ministro fue muy crítico con los países que han reconocido en los últimos días el Estado de Palestina, entre los que mencionó a Francia, Reino Unido, Australia y Canadá, afirmando que con ello "recompensan a los más antisemitas del mundo" y denunciando una guerra legal y política contra Israel por parte de "líderes débiles y necesitados".
"Aquí va un mensaje para esos líderes occidentales: Israel no permitirá que nos impongan un estado terrorista. No cometeremos un suicidio nacional porque no tengan las agallas para enfrentarse a unos medios hostiles y a turbas antisemitas que exigen la sangre de Israel", dijo Netanyahu ante una reducida audiencia.
El primer ministro israelí indicó que esta posición no es solo suya, sino que es "la política del Estado y de la población del Estado de Israel", y calificó de "una locura" hacerlo porque, entre otras cosas, dejaría el gobierno a la Autoridad Nacional Palestina, que tildó de una organización "corrupta hasta la médula".
Mensaje a Hamás
La Oficina de Netanyahu afirmó antes del discurso que Israel había instalado unos camiones con altavoces junto a la frontera para retransmitirlo y que les llegara a los gazatíesy durante su intervención el primer ministro aseguró que los móviles de los residentes en la Franja también lo iban a recibir.
"Gracias a los esfuerzos especiales de la inteligencia israelí, mis palabras ahora también se transmiten en vivo a los celulares de los gazatíes", aseguró en su discurso, aunque EFE comprobó en la ciudad de Gaza que sus habitantes no lo habían recibido en sus móviles, ni tampoco escuchado los altavoces, situados a kilómetros de allí.
Su intención, subrayó, era llegar a los líderes de Hamás y a los carceleros de los 48 rehenes que quedan en Gaza, de los que se cree que 20 siguen vivos, a quienes Netanyahu lanzó un mensaje: "Depongan las armas. Dejen ir a mi gente, liberen a los rehenes, a todos los 48, liberen a los rehenes. Si lo hacen, vivirán. Si no, Israel los perseguirá".
rdr