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  • Vacaciones que se volvieron pesadilla: la historia de Terry Jo Duperrault en alta mar

La trágica historia de Terry Jo Duperrault: La huérfana del Mar.  | Especial

Apenas una niña, Terry Jo enfrentó la soledad, el calor implacable y el peligro del océano tras un suceso que marcó para siempre su vida.

Flotaba sola en medio del océano Atlántico. Tenía apenas 11 años. Su cuerpo estaba quemado por el sol, los labios resecos, la ropa hecha jirones, y su cabello rubio brillaba sobre su rostro demacrado. Llevaba días sin comer, sin beber, sin ver a nadie.

Cuando la tripulación del buque griego Capitán Theo la rescató a unos 56 kilómetros de las Islas Caimán, no podían entender cómo esa niña seguía con vida. Tampoco imaginaban que ella era la única persona que sabía lo que había pasado a bordo del velero Bluebelle.

La versión oficial hablaba de un naufragio, una tormenta y una tragedia familiar. Pero la verdad —como descubrirían días después— era más perturbadora: asesinatos, fraudes y un intento desesperado por borrar toda evidencia.

Hoy, a más de seis décadas del crimen, recordamos la historia de Terry Jo Duperrault y los horrores del yate que marcaron su infancia. 

Terry Jo Duperrault, la niña que sobrevivió cuatro días a la deriva en el océano tras el asesinato de su familia a bordo del velero Bluebelle.
Terry Jo sobre su balsa, sola en medio del océano. | Especial

Un viaje soñado

Arthur Duperrault, un médico de Wisconsin, quería regalarle a su familia unas vacaciones inolvidables. Cansado de los inviernos gélidos del medio oeste, decidió alquilar un velero para recorrer las aguas cristalinas del Caribe junto a su esposa Jean y sus tres hijos: Brian (14), Terry Jo (11) y Renee (7).

Eligió el Bluebelle, un ketch de 18 metros de eslora, propiedad de Julian Harvey, un veterano de guerra condecorado. Como parte de la tripulación, Harvey incluyó a su nueva esposa, Mary Dene Jordan, una aspirante a escritora con quien apenas llevaba casado cuatro meses.

El 8 de noviembre de 1961, zarparon desde Fort Lauderdale, Florida, rumbo a las Bahamas. Lo que debía ser una travesía familiar tranquila, con días soleados y noches bajo las estrellas, tomaría un rumbo impensado.

Descubre la historia real de Terry Jo Duperrault, la niña que sobrevivió sola en el océano tras la tragedia familiar a bordo del velero Bluebelle.
Un viaje familiar que terminó en horror. | Especial

Gritos en la oscuridad

La noche del 12 de noviembre de 1961, Terry Jo fue despertada bruscamente por unos gritos que rompieron la quietud del barco. La voz era inconfundible: era su hermano Brian, que clamaba desesperadamente por ayuda. El sonido retumbó en las paredes del camarote como un eco agónico, cargado de pánico y dolor.

Confundida y alarmada, la pequeña se levantó. A medida que subía las escaleras, notó que algo no estaba bien: el aire olía a sal, pero también a miedo. Sus pasos resonaban en la madera húmeda. 

Al salir a cubierta, sus ojos se toparon con una imagen que jamás podría olvidar. Su madre y su hermano yacían en el suelo, inmóviles, empapados en sangre, sus cuerpos inertes en posiciones que hablaban de lucha y brutalidad.

La escena era tan surreal que por un momento pensó que estaba soñando, pero no. Todo era real. En medio de la penumbra, entre sombras movidas por el vaivén del barco, apareció Julian Harvey. Su figura imponente apareció de la oscuridad, con el rostro rígido y una mirada fría que perforó el alma de Terry Jo. 

No mostró sorpresa, ni pena, ni rabia. Solo una orden seca: 

—Vuelve a tu camarote.

Luego la empujó con fuerza escaleras abajo, como si no fuera más que un estorbo.

Terry cayó, aturdida, al suelo del camarote. El miedo la paralizaba, pero su mente comenzaba a asimilar que algo terrible había ocurrido. No era solo un accidente: alguien los estaba matando.

Poco después, la puerta se abrió de golpe. Harvey irrumpió de nuevo, esta vez con una pistola en la mano. Su silueta se recortaba con la tenue luz que entraba por la escotilla. La niña contuvo el aliento. Él no dijo nada, solo la observó fijamente, con esos ojos inexpresivos… y se marchó.

El silencio volvió a dominar el espacio, pero no por mucho. Minutos después, Terry Jo sintió un nuevo terror: agua comenzaba a filtrarse por el suelo de madera. Primero fue un goteo, luego un charco, y finalmente una corriente helada que le mojó los pies y subía rápidamente. El Bluebelle se estaba hundiendo.

El salto hacia la vida

Guiada por un recuerdo de su padre, logró divisar un pequeño flotador blanco atado al velero —ni siquiera un bote, sino una precaria balsa improvisada, apenas más grande que ella—. Trepó a cubierta, vio a Harvey lanzarse al agua y entendió que estaba completamente sola.

Con el Bluebelle a punto de desaparecer bajo las olas, Terry Jo se lanzó al mar. A duras penas alcanzó el salvavidas y comenzó su lucha por sobrevivir.

El frío del agua chocó contra su cuerpo, pero más fuerte era el miedo que la impulsaba a no rendirse. Cada ola parecía querer arrastrarla, pero su pequeña mano se aferraba con fuerza al salvavidas, ese débil hilo entre ella y la muerte. En medio de la inmensidad del océano, sin nadie a la vista, comprendió que su única esperanza era resistir, aguantar, aferrarse a la vida con cada fibra de su ser.

Harvey, el único sobreviviente… ¿O no?

Al día siguiente, Julian Harvey fue rescatado por la Guardia Costera. Iba solo en un bote salvavidas, acompañado únicamente por el cuerpo sin vida de la pequeña Renee, la hermana menor de Terry Jo. Ante las autoridades, Harvey ofreció una versión convincente y bien elaborada: aseguraba que una tormenta inesperada había destruido el Bluebelle, que el barco se había hundido de forma abrupta, y que la niña había fallecido antes de que él pudiera auxiliarla.

Era la narrativa perfecta, cuidada al detalle, que resultaba imposible de contradecir en ese momento. Sin testigos, sin evidencia inmediata que la desmintiera, su palabra parecía sellar el trágico destino de la familia. 

Pero entonces, cuatro días después, la realidad rompió ese relato. 

Tragedia del velero Bluebelle: la historia de Terry Jo Duperrault y el crimen de Julian Harvey en el Caribe.
Julian Harvey, el hombre detrás de la tragedia. | Especial

Cuatro días en soledad

Mientras el velero desaparecía bajo las olas, la niña pasó cuatro días a la deriva, descalza y vestida solo con un ligero atuendo, expuesta al sol abrasador durante el día y al frío helado de la noche. No tenía agua ni alimento y estaba extremadamente deshidratada. Sus labios se agrietaron, su piel se quemó, sufrió alucinaciones y tiburones rondaron su balsa en más de una ocasión.

Su cuerpo estaba al límite. Pero su mente se aferraba a un deseo simple y poderoso: mantearse firme.

El 16 de noviembre, el Capitán Theo la encontró. La subieron a bordo en estado crítico. Apenas pudo susurrar su nombre. Fue inducida a un coma para estabilizarla. Días después, cuando despertó, reveló lo que había vivido. Su aparición cambió el rumbo de la historia y desveló los hechos ocultos tras aquella atrocidad en alta mar.

Terry Jo Duperrault sobrevivió milagrosamente al asesinato de su familia en el velero Bluebelle, flotando cuatro días sola en el océano antes de ser rescatada.
Terry Jo, inducida a coma tras ser rescatada. | Especial

La verdad sale a la luz

Terry Jo contó que no hubo tormenta, ni accidente. Contó lo que vio esa noche: gritos, sangre, cuerpos en la cubierta, el rostro inexpresivo de Harvey y su huida del barco.

Al enterarse de que había sobrevivido, Julian Harvey se quitó la vida en un hotel. Se registró con un nombre falso y se cortó las venas con una navaja de afeitar. No dejó nota.

Las investigaciones revelaron su posible móvil: su esposa tenía un seguro de vida por 20 mil dólares. Además, Harvey ya había estado vinculado a otros accidentes sospechosos en los que él, casualmente, siempre era el único sobreviviente y beneficiario de seguros. 

Con el paso de los días, surgieron detalles aún más oscuros. Una exesposa y su madre habían muerto en un accidente de auto. Dos de sus embarcaciones anteriores también se habían hundido en circunstancias extrañas.

Todo apuntaba a un patrón: Julian Harvey usaba las tragedias a su favor. Pero esta vez no logró deshacerse de todos los testigos.

Las pesquisas también detallaron cómo ocurrió la masacre de la familia Duperrault: según los datos oficiales, Harvey ahogó a su esposa, mientras que Arthur Duperrault, testigo involuntario de la escena, fue brutalmente apuñalado junto con su hijo Brian, y finalmente Harvey acabó con la vida de la pequeña Renee de 4 años por ahogamiento

¿Qué pasó con Terry Jo?

Terry Jo guardó silencio durante décadas. Cambió su nombre a Tere Duperrault Fassbender y rehizo su vida lejos de los reflectores. Años después escribió el libro “Alone: Orphaned on the Ocean.” (2010), para contar su historia y dar voz a su familia.

Hoy, después de tanto tiempo, no siente odio hacia el mar. 

“El agua no me repele, todo lo contrario. Me dediqué a protegerla, así como ella me protegió a mí cuando era pequeña.”

Su testimonio no solo sacó a la luz un crimen; también dejó claro que la valentía puede surgir de quien menos se espera.

Terry Jo Duperrault sobrevivió sola cuatro días en el océano tras el asesinato de su familia a bordo del velero Bluebelle. Su historia revela un crimen familiar
Terry Jo, despertando a la terrible realidad en alta mar. | Especial



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Claudia Islas
  • Claudia Islas
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  • Periodista, guionista y editora egresada de la UNAM. Amante de la cultura underground, la música, el cine y la psicología. Apasionada por contar historias que merecen ser narradas, incluso aquellas que nadie se atreve a mirar de frente.
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