El primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani, pidió las penas máximas contra los responsables del incendio en un salón de bodas en el distrito de Al Hamdaniya que causó al menos 114 muertos y más de 200 heridos.
Al Sudani "ordenó que se impongan las penas máximas a quienes fueron negligentes en el incendio en Al Hamdaniya" y reiteró su directiva para continuar inspeccionando edificios públicos, salones de eventos, restaurantes y hoteles para "examinar las condiciones de seguridad pública, precauciones y medidas para prevenir incendios y posibles accidentes".
Respeto a la investigación, el ministro del Interior, Abdul Amir al Shammari, dijoque "los resultados se anunciarán en 72 horas", si bien los análisis en curso "confirman la falta de condiciones de seguridad y protección en esta sala, donde había alrededor de 900 personas".

La misma fuente reveló que el primer ministro iraquí se desplazó a primera hora de hoy a la localidad afectada, donde visitó a los heridos en el Hospital Republicano y en el Hospital Al Hamdaniya.
Posteriormente, acompañado de miembros de su gabinete, visitó la diócesis de Mar Behnam y Sarah, en el mismo distrito, donde se reunió con el arzobispo para ofrecer sus condolencias por el trágico suceso, publicó la agencia de noticias oficial iraquí INA.
A su vez, el primer vicepresidente de la Cámara de Representantes, Mohsen al Mandalawi, determinó que "los casos críticos fueran transportados en un avión privado fuera de Irak", sin especificar destino, y que él asumirá "todos los costos de su viaje y tratamiento", según INA.

Familiares despiden a víctimas en misa
Varias decenas de fieles asistieron el jueves a una misa en memoria de las víctimas del incendio en una iglesia de mármol gris en la localidad de Qaraqosh.
Retratos de las víctimas, hombres, mujeres y niños de todas las edades, estaban alineados el jueves por la mañana en la iglesia católica siríaca de Al Tahira.
En el interior del recinto, que recibió en marzo de 2021 una visita histórica del papa Francisco, la emoción se leía en los rostros de los fieles, algunos de los cuales no lograron contener sus lágrimas, según un periodista de la AFP.

Al salir de la misa, Najiba Yuhana, de 55 años, enumeró con triste voz los nombres de los familiares desaparecidos. "Es un dolor muy profundo. Una tragedia que nunca será olvidada", dijo.
"Hay ira y una tristeza indescriptible e inigualable", añadió.
aag