Luis Moreno Ocampo, nacido en 1952, en Buenos Aires, fue el primer fiscal de la Corte Penal Internacional (2003-2012) y un hombre reconocido como clave en la justicia y como testigo de la manera en que el poder político intenta quebrantar las normas del derecho.
Desde su participación en el histórico juicio de las Juntas Militares argentinas —que condenaron a Jorge Rafael Videla por terrorismo de Estado— hasta investigar crímenes de guerra en el Congo, Uganda y Darfur.
Hoy, con la orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en el centro del debate, el ex fiscal analiza para Notivox los retos y obstáculos de la justicia global.

¿Qué ocurre con el líder israelí?
La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de arresto contra Netanyahu y los líderes de Hamás. ¿Si depende de los naciones ejecutarla, están dispuestas a asumir el riesgo?
El sistema mundial está organizado alrededor de Estados de soberanía nacional. Estos no deciden quién comete un crimen, lo deciden jueces independientes que después los países se comprometen a implementar.
En un caso como el de Netanyahu —en el que Israel es un aliado de muchos países de Occidente y que Estados Unidos en particular está muy firme detrás de él—, eso produce un conflicto. Países que normalmente no lideran el mundo, como puede ser México —que es importante, pero no pretende ser un líder mundial— de pronto se ven involucrados en un conflicto mundial.
Lo interesante es que, por ejemplo, en Alemania el nuevo canciller, Friedrich Merz, dijo que quería invitar a Netanyahu. Luego descubrió que no puede, pues por más que él quiera hacerlo, los jueces alemanes lo van a arrestar.
En Argentina, el presidente Javier Milei dijo que lo quería invitar pero que no iba a ir porque los jueces van a ordenar su arresto. Eso le pasó a Omar Al-Bashir, presidente sudanés, cuando quiso ir a Sudáfrica para mostrar que no tenía miedo a la CPI. El gobierno sudafricano lo invitó con motivo de una conferencia y tuvo que escapar porque los jueces de ese país ordenaron su detención.
Entonces me parece que hay que explicar eso. Sí, es una situación muy ambigua: la Corte no tiene el consenso mundial suficiente para implementar el arresto pero sí tiene el apoyo mundial para evitar que Netanyahu viaje libremente por el mundo.
¿Qué posibilidad hay de que Netanyahu sea juzgado?
"A mí me parece que lo más importante es que la CPI avisa a los Estados: “acá hay un crimen”", dijo Moreno Ocampo.
Existe una sospecha grave de un crimen de guerra como es atacar a la población civil con hambre. Esto no es una política posible.
"Hambrear a la gente de Gaza es un crimen de guerra, claramente. Me parece que, por ahora, sería muy importante llegar a un acuerdo para que le den comida a los de Gaza".
Lo más importante es que la Corte ayude a prevenir el crimen en este momento y a salvar la vida de las víctimas.
Si hay un acuerdo con Netanyahu, debería incluir que el crimen no se pueda cometer más y quizás el Consejo Seguridad de Naciones Unidas podría suspender la investigación. Hay herramientas políticas para que los Estados aprovechen la decisión de la Corte para ayudar a las víctimas, parar los crímenes y en compensación le den salida a Netanyahu.
—¿Y si eso no pasa?—
"Si no ocurre eso es muy posible que en diez años Netanyahu sea arrestado, como pasó con Bashir, a quien, al principio, protegían algunos países y después hubo un golpe de Estado. Lo removieron y se discute si lo entregan o no a la CPI", dijo el entrevistado.
Eso mismo puede pasar con (Vladímir) Putin o con Netanyahu, porque líderes como ellos, con órdenes de arresto pendientes, están debilitados, necesitan protección política y es lo que está ocurriendo hoy.
—¿Netanyahu se ve más debilitado dentro de su círculo político que afuera?—
"Netanyahu tiene dos problemas. Mientras haya guerra, él tiene apoyo político, pero cuando termine, él tiene un problema muy serio. A él personalmente le conviene que siga la guerra y por eso ataca Irán. La guerra lo protege porque obliga a todos los israelíes a apoyar al líder que sea".
Además, dentro del gobierno de Netanyahu hay grupos de extrema derecha que no solamente quieren guerra, quieren exterminar a los palestinos, explicó Moreno Ocampo.
"A mi me parece que Israel tiene otro gran problema: que sus líderes no están protegiendo al país como deberían. Creen que van a poder imponerse por la fuerza matando y eso no va a funcionar. No puedes matar a dos millones de personas. Esto va a ser un tiro por la culata para Israel. Yo creo que tenemos que inventar nuevas fórmulas para proteger a los israelíes".

Durante el mandato como fiscal de Moreno Ocampo se abrió una investigación preliminar por crímenes en Palestina, al cuestionar por qué no avanzó, dijo:
"Había un problema legal muy complicado: en aquella época las Naciones Unidas no consideraban a Palestina como un Estado".
Cuando el entonces ministro de Justicia palestino pidió que interviniera, el ex fiscal le explicó:
“Mire, usted cuenta con mi imparcialidad y respeto por la ley, pero con la ley tiene un problema, porque la ley dice que un Estado puede requerir la intervención, pero Naciones Unidas no considera a Palestina un Estado”.
Entonces el funcionario de Justicia palestino le pidió tiempo para hacer argumentos. Estuvo tres años presentándoselos.
"Israel y Estados Unidos estaban muy nerviosos. Me hacían el lobby todo el tiempo para que yo dijera que (los palestinos) no tenían derecho a esto, Yo resistí presiones muy fuertes de administraciones estadunidenses para cerrar esa posibilidad".
En 2011 Palestina le informó que había terminado de hacerle los argumentos. En abril de 2012 decidió que, como Palestina no era considerado un Estado por la Asamblea General de Naciones Unidas, no podía aceptar el requerimiento.
En octubre de ese año, Palestina logró que la Asamblea General de Naciones Unidas, por amplia mayoría, lo considerara un Estado. A partir de ese momento cambió la situación. Por eso, en 2015 Palestina solicitó ser Estado parte. Los Estados de la Corte Penal Internacional lo aceptaron, con excepción de Canadá, que cuestionó la situación.
Palestina pidió en 2018 que se investigara su caso y la Corte lo aceptó.
"Cuando llegó Karim Khan a la fiscalía de la CPI, y que estuvo entre 2021 a mayo pasado, Fatou Bensouda (que ocupó el puesto entre Ocampo y Khan), ya había aceptado investigar Palestina. Así que todo tomó más tiempo de lo que uno quisiera", explicó el fiscal.
Sin embargo, en 2024 todavía se debatía si era considerado Estado o no.
Hubo un proceso importante que permitió que legalmente Palestina ahora tenga el derecho de reclamar que se investigue a Netanyahu.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas discutió en 2024 que Palestina sea un Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y quiso tomar una resolución por mayoría pero lo vetó Estados Unidos.
"Me parece que lo que está pasando son unas discusiones legales que acompañan al conflicto donde hay más y más legitimidad en el mundo internacional para entender que Palestina es un Estado".
Eso es un problema porque Netanyahu considera que Palestina no debe existir, básicamente. Netanyahu considera que Gaza y Cisjordania no son Palestina, entonces hay un conflicto muy fuerte.
Por eso también el argumento de Israel es: "toda la gente de Gaza de alguna forma es cómplice y por lo tanto, podemos bombardear", porque aunque no sean cómplices, la única forma de ganar a Hamás es bombardeando a todo el mundo, cosa que está prohibido.
Sobre todo, usar el hambre como una herramienta, como un arma de guerra y, además, ellos no reconocen dos Estados, creen que hay un solo Estado, remarcó el entrevistado.
Esta situación es un conflicto con la Asamblea General de Naciones Unidas, con el Consejo de Seguridad y con la Corte de Justicia Internacional. Hay un conflicto legal muy importante.
—Usted menciona presiones y gran cabildeo por parte de EU, ¿cómo actuó ante esa situación?—
"Me vino a ver una embajadora de Estados Unidos que yo conocía, y me dice: ‘Luis, necesitamos que cierres este examen preliminar sobre si Palestina puede aceptarse o no’".
"Y dije: ‘No. ¿Por qué voy a hacer eso? Yo le prometí a Palestina que tiene el derecho de presentar argumentos’. Y me dice: ‘Luis, Estados Unidos lo quiere’. ¿Y a mí qué me…? ¿Por qué tengo que hacer lo que Estados Unidos quiere?".
"Ese fue el debate. No fue a más. A mi me impresionó que esta mujer, que es una embajadora y, además, una teórica del derecho, y que siempre había dicho que había que investigar estos casos, había recibido instrucciones. A ellos les parecía razonable que me tuviera que decir que cerrara el caso".
Luego tuvo una segunda reunión con la embajadora en la ONU, muy importante, que le insistió: ‘Luis, ya te dijimos, tienes que cerrar esa posibilidad de investigar Palestina’ .
"Yo dije: ‘No, no lo voy a hacer’. Ella se quedó callada, yo me quedé callado. Nos miramos uno al otro por tres minutos en silencio. Mi asesor diplomático decía: ‘nunca tuve una reunión tan horrible como esta'".
—En su libro Guerra y Justicia cuestiona los retos y obstáculos de la justicia global. ¿Uno de ellos es EU?—
"El problema es que Estados Unidos, cuando ganó la Guerra Fría, podría haber armado un modelo mundial siguiendo el interno americano, que es una federación".
De hecho, la Corte Penal Internacional es el primer paso en eso, porque es una federación mundial, no por razones geográficas —porque, por ejemplo, México y Australia no están conectados pero ambos están de acuerdo en que no puede haber crímenes internacionales y que hay que controlarlos—.
Es una federación moderna, nueva, distinta. Estados Unidos, en lugar de hacer eso, por razones históricas, no cree en la ley internacional. Ellos proponen un mundo basado en un único polo de poder: ‘Confía en nosotros, que somos buena gente; tenemos buenos principios y vamos a mantener el mundo organizado’.
"Esa idea de que Estados Unidos va a ser el guardián del mundo fracasó. No solamente fracasó en Irak y en Ucrania, fracasó ahora en Gaza estrepitosamente. Gaza es el fin de esa idea".

Porque Gaza muestra que Estados Unidos no tiene influencia para controlar el problema. Washington es amigo de Israel, de Arabia Saudita, de Qatar y de diferentes países involucrados, pero cada uno de ellos tiene un interés distinto. Egipto no tiene interés en la solución que proponga Israel. El gobierno de Israel quiere eliminar a la gente de Gaza.
Entonces, Estados Unidos no puede imponer su agenda ni a Israel, ni a los países árabes.
Esto es lo que muestra este conflicto, que el modelo de que el país norteamericano se va a hacer cargo del orden mundial ha fracasado.
Entonces, ¿quién puede liderar ahora?
El ex fiscal mencionó que se necesitan países como Sudáfrica, como México, como Australia. Entendiendo que la única forma posible de armar la paz es un sistema de este modelo de federaciones mundiales con ciertos principios que pueden ser el control del clima internacional con protección de la atmósfera ante el cambio de clima.
Esos son los temas que unen los países del mundo, aunque no estén unidos geográficamente. Esto está pasando pero a una velocidad distinta a la que la gente espera.
Lo que está pasando en el mundo de hoy es que hay un modelo de resolver conflictos basados en la guerra, que sigue vigente y un modelo de resolver conflictos basado en la justicia, que está vigente también. Son dos modelos contradictorios en conflicto y por eso da la sensación de caos. Básicamente, es un mundo nuevo que emerge y un orden viejo que todavía no ha desaparecido.
MD