El Guadalajara ha perdido tanto el rumbo que ahora encuentra rivalidades y duelos especiales en todas partes. Ante Rayados, el regreso de Víctor Manuel Vucetich al Estadio Akron generaba incertidumbre; llegaba con un mejor equipo y enfrentaba a un cuerpo técnico con peores números que los suyos mientras dirigió a Chivas.
A pesar de la triste actualidad, al Rey Midas no se le extraña. Al menos no lo suficiente para darle una calurosa bienvenida. Los silbidos y los abucheos se hicieron presentes cuando el sonido local nombró al técnico de Rayados. La afición, alguna vez acusada de haber sido sobornada, mostró un claro rechazo ante su ex entrenador.
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Vucetich repitió una y otra vez que no se trataba de una revancha personal. Que el duelo ante Chivas era uno más que buscaba ganar por el arte de competir. Mintiera o no, aprovechó el desorden de su rival para imponerse en el terreno de juego.
Víctor Manuel nunca se había sentido tan agradecido de ocupar otro banquillo que no fuera el rojiblanco. En múltiples ocasiones, la grada cargó contra Marcelo Michel con un “Fuera Leaño”. La única mirada que podía ofrecer Vucetich era la de la empatía; se trataba de un episodio que él había vivido en el mismo sitio.
Si no lo había cerrado ya, la victoria ante Chivas fue la clausura perfecta de Vucetich con el Rebaño. Demostró que tiene otros objetivos y aspiraciones, muy alejados de los que actualmente existen en el Guadalajara.
MGC
