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Vínculos afectivos, claves para buena salud después de los 60

La vejez trae consigo cambios físicos, emocionales y sociales que requieren atención integral para mantener la salud y el bienestar del adulto mayor.

La vejez o tercera edad  es considerada una de las etapas de la vida que se estima comienza a partir de los 65 años y constituye un proceso que trae consigo una serie de cambios físicos, biológicos, fisiológicos, psicológicos y sociales que pueden verse acelerados o retardados de acuerdo con las características de cada una de las personas; sin embargo, estas son inevitables.

Estos cambios no son iguales en todas las personas y no todos los enfrentan de la misma manera, ya que hay quienes disfrutan de una buena calidad de vida en la edad adulta y otros no cuentan con las herramientas necesarias para enfrentarse a esta etapa de la vida.

La transición demográfica acelerada ha posicionado a los adultos mayores como un grupo de crecimiento poblacional clave, por lo que, además de la atención urgente que requieren tanto económica, física y psicológica, se ha identificado una alta prevalencia de enfermedades crónico-degenerativas, sin respaldo económico formal y una brecha crítica en la atención de la salud mental.

Israel Soto Rovas, médico geriatra e internista, manifiesta que, por la misma edad de la persona mayor, tiene mayor riesgo a las enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, hipertensión, problemas cardiacos, articulares como la osteoartritis, artritis reumatoide y se agregan los síndromes geriátricos.

Se presentan también con mayor frecuencia problemas de malnutrición, debido a los padecimientos digestivos que se agregan por el envejecimiento, además de las enfermedades asociadas al uso de medicamentos, denominada “polifarmacia”, que es la prescripción de medicamentos que no están indicados de manera adecuada y que representa un problema, ya que es uno de los motivos de urgencia.

Actualmente, en la región Lagunera se está viviendo un aumento en la frecuencia de enfermedades como el deterioro o trastorno neurocognitivo, lo que antes era conocido como demencia, y cada vez, conforme vaya aumentando o cambiando la pirámide poblacional, serán más frecuentes este tipo de enfermedades.

“Tenemos todos los trastornos emocionales, como es la depresión y la ansiedad, que, posterior al Covid-19, se vivieron con mucho más frecuencia en las personas mayores por el aislamiento que tuvieron en esos dos años”.

Liz Cano, especialista en bienestar emocional e integral, manifiesta que, si bien existen diversos mitos en cuanto al deterioro corporal por el paso del tiempo, en realidad se han visto otros factores determinantes para que surjan las enfermedades de la tercera edad.

En la parte emocional, indica, influye mucho la salud mental de la persona del adulto mayor, cómo cuida su mente, hábitos mentales sanos, cómo resolver problemas y cómo enfrentar la vida.

“El manejo mental va a impactar muchísimo en las enfermedades o en la salud de un adulto mayor; en la actualidad se ve una tendencia a más depresión y ansiedad en la etapa adulta”.

Explica que uno de los factores determinantes en la salud del adulto mayor, y en general de todo ser humano durante todas las etapas de la vida, y en particular en la vejez, son los vínculos afectivos y las relaciones sociales.

De acuerdo al estudio más viejo de Harvard, Estudio de Desarrollo de Adultos, que comenzó en 1938 y ha seguido las vidas de cientos de personas durante más de 80 años, se establece que la calidad de sus relaciones define en mucho su estado emocional.

En el marco del Día de los Abuelos, alrededor de 149 mil 682 personas son mayores de 60 años, según un estudio del Observatorio de La Laguna.
Adultos mayores. (Rolando Riestra)
“Quien tenía esas relaciones afectivas estaba más saludable, o cuando carecemos de eso, se tiene más tendencia a un síntoma, inclusive físico. Es muy determinante la calidad de las relaciones sociales y familiares”.

En un adulto mayor, señala, se tiene que cuidar la parte del acompañamiento, convivencia social y familiar, ya que esa calidad de vida impacta emocionalmente y físicamente.

Las condiciones y la situación en la que una persona llega a la etapa de adulto mayor dependen mucho de cómo haya vivido durante sus etapas anteriores, manifiesta Mario Alberto Carrillo García, tanatólogo y director del Centro Académico y Psicológico de Educación para el Desarrollo Laguna (CAPED).

“Depende mucho de cómo haya vivido la vida antes, y eso condiciona cómo entran las personas a esta etapa: si vienen arrastrando enfermedades, si ya vienen con algunas situaciones o llegan en condiciones de vida saludable”.

Actualmente, se establece la etapa de adulto mayor a partir de los 60 años, cuando existen personas que a esa edad todavía son productivas, además de que físicamente se ven bien; por lo que, reitera, influye en cómo se ha cuidado anteriormente.

Es importante también considerar en qué momento de la etapa de la familia se entra en la adultez: si todavía hay hijos en casa, si la pareja está enfrentando lo que llaman “el nido vacío” o si el adulto mayor se queda solo.

“El adulto mayor trae un cúmulo de cargas, de pérdidas que, si no se han elaborado, también influye en cómo se siente el adulto mayor”.

La especialista en bienestar emocional e integral, Liz Cano, considera que en la edad adulta se tiene que cuidar la parte del acompañamiento y la convivencia del adulto mayor, debido a que la calidad de vida en las relaciones impacta en lo emocional y lo físico.

“Ese acompañamiento le da esa salud al adulto mayor y, por lo tanto, se refleja en su cuerpo físico”.

La persona, al sentirse sola, al sentirse que no es comprendida ni acompañada durante estos cambios que enfrenta, como la capacidad y las habilidades, agrava la condición física y las condiciones mentales.

El tanatólogo Mario Carrillo comenta que, al hablar de la parte emocional del adulto mayor, también es necesario considerar la parte espiritual, que no necesariamente tiene que ver con la religión, sino el poder decir: qué estoy haciendo, si estoy aquí es por algo, cuál es la misión de vida, hacia dónde quiero llevar mi vida y cómo proyectar.

Adultos mayores llenando documentación
Adultos mayores. (Archivo)

Duelos en la tercera edad 

Mario Carrillo indica que, mientras más se aproxima a la etapa de adulto mayor, la persona va cambiando debido a que cada vez está más cercana a la muerte y, tal vez, no queda mucho tiempo; empieza a cuestionarse si tiene cosas pendientes por hacer o qué cosas dejó de hacer, si valió la pena todo lo que hizo o dejó de hacer, aunado a la aparición de síntomas físicos y emocionales sin causa.

“Hay dolores que se van a manifestar, empiezan a aparecer los famosos achaques, las tristezas más frecuentes que pueden llegar a depresión, incluso ansiedad”.

Lo anterior se debe a los duelos no elaborados que se van manifestando en esta etapa, pues muchas de las dolencias están asociadas a los duelos no elaborados, además de que el adulto mayor trae una historia de pérdidas.

Explica que están las pérdidas de los abuelos, de los padres y, en ocasiones, de los hijos; el cambio de la vida activa a la jubilación son parte de los duelos que, al no ser tratados, presentan depresión.

“También se empiezan a morir los amigos, o que el otro amigo tiene problemas cognitivos, lagunas mentales o Alzheimer; entonces esto también pone al adulto mayor en una situación de ‘qué me va a pasar a mí’”.

De acuerdo al Censo Nacional de Población del 2020, en la Zona Metropolitana de la Laguna, hay un total de 196 mil 154 mayores de 60 años.
Según el Censo Nacional de Población del 2020, en la Zona Metropolitana de la Laguna, hay un total de 196 mil 154 mayores de 60 años.| Verónica Rivera

Cultura de prevención y cuidados

La prevención de enfermedades en el adulto mayor es una atención que debe darse de manera multidisciplinaria.

En el caso de la geriatría, debido a que es una especialidad joven en el país y en la región, es difícil tener esa cultura, asegura el especialista Israel Soto Rivas.

“Esa cultura de prevención es lo que deberíamos tener todos: no ir con el médico cuando me sienta mal. En la persona mayor sí tendríamos que tener ya un calendario”.

Explica que es importante estructurar u organizar el tratamiento de la persona, debido a que se interactúa con muchas especialidades.

Afortunadamente, consideró que en la región ya hay más geriatras, lo cual considera positivo; sin embargo, todavía hay personas, pacientes o incluso del mismo gremio médico que no conocen a fondo lo que hace el geriatra.

Las actividades físicas y sociales, reitera Liz Cano, son esenciales para el bienestar de un adulto mayor, debido a que se produce la bioquímica del bienestar y la felicidad, que son analgésicos naturales, estimulantes y activadores naturales.

“El hacer actividades manuales, ejercicio de baile o la pura convivencia le cambia la bioquímica al adulto mayor y le da todos estos efectos sin que tengan que estar consumiendo un activador, un relajante o un estimulante”.

El tanatólogo Mario Carrillo manifiesta que, en los últimos años, se ha tomado más conciencia de la atención y bienestar del adulto mayor a través de instituciones gubernamentales y sociedad civil, aunque consideró que es importante darle un manejo integral.

edaa

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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