El envejecimiento de la población, en los últimos años, ha generado una mayor necesidad de servicios para los adultos mayores, entre ellos los que ofrecen asilos o residencias para la atención y cuidado que garantice una vida digna. En Torreón, se tiene un censo de 40 establecimientos, aunque no todos ellos están actualmente en funcionamiento.
Cesar Alejandro Villarreal Romo, responsable de la Mesa de Regulación de Servicios de Salud de la Jurisdicción Sanitaria Número 6, correspondiente a los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca, señala que algunos de los establecimientos que se tienen en el censo han cerrado debido a que no pueden cumplir con la serie de requisitos que se les exige para su funcionamiento.
“Manejamos un censo de establecimientos, los cuales están regulados, así como se hacen las verificaciones de las denuncias de los establecimientos que en materia de publicidad se dan a conocer, los vamos censando”.
Para que un asilo o residencia para adultos mayores pueda funcionar, existen una serie de requisitos, entre ellos que cumplan con las normas de salud, higiene y seguridad, además de garantizar un buen trato y atención a las personas.
Uno de los lugares reconocidos en la ciudad de Torreón, es la Casa del Anciano 'Dr. Samuel Silva', en donde actualmente se atiende a 100 adultos mayores, personas que en su mayoría están solas o sus familias no pueden cuidarlas.
María del Carmen Serrano Ponce de León, voluntaria de este asilo, comenta que el trato que reciben las personas que se encuentran en este lugar, es especial, aunque también hay reglas.
“Se levantan a bañar y, ya que se arreglan, van a misa el que quiere, el que no quiere no va, luego se van a desayunar a sus comedores y cuando terminan se ponen a platicar o duermen, tienen actividades de lotería, clases de computación, a veces bailan y cantan, eso ellos lo disfrutan mucho”.
A sus 84 años, Hugo Ruiz llegó a la Casa del Anciano “Dr. Samuel Silva”, en donde ha permanecido desde hace 4 años, luego de perder la vista, pues es un lugar que asegura conocer desde hace 27 años, ya que durante muchos años brindó servicio a este lugar.
Actualmente, Hugo tiene 88 años de edad y recuerda que en este lugar durante años ofreció sus servicios de mantenimiento de manera voluntaria, lugar al que decidió regresar, pero ya como asilado luego de perder su vista.
“Decidí quedarme cuando perdí la vista totalmente, yo tenía mi casa y nada más venía a hacer trabajos de mantenimiento y no cobraba ni un cinco, pero ya cuando me quedé ciego me quedé como asilado”.
Durante un tiempo estuvo viviendo con su hijo en la ciudad de Monterrey, Nuevo Léon, pero decidió regresar a Torreón, ya que al estar allá pasaba la mayor parte del día solo porque su familia salía a trabajar.
“Se iban a trabajar y me quedaba yo solo, me la pasaba casi todo el día encerrado y no podía salir a la calle porque no veía, entonces decidí que me trajeran para acá para Torreón y venirme aquí donde tengo amigos con quienes platicar, moverme y caminar, me siento a gusto y tranquilo”.
De igual manera, Ruth Calderón López, de 88 años, también llegó hace cuatro años a la Casa del Anciano, en donde ha hecho varias amistades con quien convive y plástica, además de estar bien atendida, pues hace algunos meses se accidentó y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.

“Me siento bien, uno hace sus bolitas de amigos, a veces se ponen a leer, vamos a misa temprano, a las 5:30 de la mañana me levanto, me baño, arreglo mi ropa, me voy a comer y eso es mi vida”.
Proceso para su ingreso
Antes de que el adulto mayor llegue a estos lugares, es importante que haya un proceso antes de su ingreso, ya que es complicado para la persona, así como para la familia, asegura Israel Soto Rivas, especialista en geriatría.
“Es importante que en el lugar a donde va a ingresar se tenga ese proceso de cómo voy a ir ingresando a la persona, a una nueva casa, a una nueva área, con nuevas personas, es un proceso que se debe de cuidar mucho con el objetivo de que sea lo más ameno posible”.
De igual manera, señala, que es importante hablar con el adulto mayor, para que siga teniendo cierta autonomía, ya que es una nueva dinámica y ante lo desconocido puede llegar a tener mayor riesgo de depresión.
“Es complejo, sobre todo, la situación emocional, porque es un proceso que tenemos que irlo trabajando en etapas para que no sea un golpe tan fuerte el cambio que va a tener la persona”.
Para Ruth el proceso no fue fácil, pues durante el primer año fue complicado, pues extrañaba a su familia y las actividades que realizaba; sin embargo, está consciente de que no podía estar sola en casa, pues sus hijas trabajan.
“Cuando llegue no me acoplé luego luego, el primer año extrañé, pero tenemos que hacer eso porque ya no es lo mismo de antes de que las hijas cuidaban a las mamás, ahora trabajan ellas y salen a las 2 o 3 de la tarde a veces y a esas horas no pueden darnos de comer, ni dejarnos solos, es difícil”.
Al motor, su esposo, una de sus hijas, la llevó a vivir con ella, con quien estuvo durante 5 años, pero con sus actividades laborales, fue complicado dejarla sola en casa, por lo que optaron por llevarla a la Casa del Anciano.
“Mis hijas trabajan, vienen y me visitan, me traen cosas, me dicen, mamá, qué va a necesitar de mandado para que tenga usted su fruta, lo que quiera, eso es lo que hacen”.
Casas de día
Existen otros establecimientos conocidos como 'Casa de Día', en donde se les brindan actividades que ayudan a mejorar la calidad de vida, no solo del adulto mayor, sino también de los cuidadores en casa, como el 'Centrito', en donde se ofrecen programas y terapias a los adultos mayores.

Verónica Medina, directora del 'Centro A.C.', manifiesta que en este lugar se ofrece el apoyo al adulto mayor y al principal cuidador, pues se busca que el familiar tenga espacios de descanso y que pueda hacer sus actividades sin la preocupación de saber dónde está su adulto mayor.
En este lugar se le ofrece al adulto estimulación cognitiva, oración y reflexión, computación, activación física grupal, terapia física de manera personalizada y actividades como manualidades, repostería y juegos que puedan ser atractivos y productivos para el adulto mayor.
En la casa de día se recibe a adultos con gran diversidad de demencias, con esquizofrenia, así como adultos activos que tienen alguna situación familiar que no les permite estar solos en casa.
Reconoce que ha crecido la demanda de estancias, casas de día y asilos, aunque cada uno trabaja de diferente manera.
“La experiencia y la recomendación es la que nos hace seguir funcionando, es muy bonito que el adulto mayor hable bien del lugar en donde está y que el familiar hable bien del lugar, eso es lo que nos hace tener días de prueba, en la que la familia nos conoce y con base en eso se pueda dar el ingreso del adulto”.
Las condiciones del lugar, la higiene y atención, son parte de las medidas con las que este tipo de establecimientos deben de cumplir, así como el servicio médico y atención psicológica, las cuales son supervisadas por autoridades sanitarias.
Cesar Alejandro Villarreal Romo, responsable de la Mesa de Regulación de Servicios de Salud de la Jurisdicción Sanitaria Número 6, manifiesta que de acuerdo a la norma 031, estos establecimientos deben contar con médico para la evaluación de pacientes antes de ingresar, independientemente de la evaluación que lleven de su médico familiar.
“Tenemos que volverlo a evaluar por el médico que está, porque a lo mejor el establecimiento no tiene la capacidad resolutiva para darle la atención o es un abuelito que va a otro tipo de asilo que tenga mayor capacidad y eso deben entenderlo las personas”.
Israel Soto, geriatra, considera que el mejor lugar para el bienestar de una persona es está en casa; sin embargo, cuando no se tienen las herramientas para que el adulto mayor esté bien, se tienen estas opciones como los asilos o residencias, siempre y cuando contemple todo lo que estopa en la normativa y cuidados que debe de tener.
“Antes de decidir en dónde, pregunten con su médico geriatra, vean las opciones, vayan y visiten primero a la casa o estancia en donde van a ingresar a su familia para que sea un poco más ameno y más tranquilo”.
Regulación
Es la autoridad sanitaria que se encarga de otorgar las autorizaciones sanitarias y de verificar que los establecimientos cumplan con las normas de salud, higiene y seguridad, mientras que Protección Civil verifica que las instalaciones cuenten con las medidas de seguridad necesarias para los residentes, incluyendo planes de emergencia y protocolos de protección civil.

De acuerdo a la Ley para la Regulación de Albergues Públicos y Privados Dedicados al Cuidado y Atención de Personas Adultas Mayores en el Estado de Coahuila de Zaragoza, que establece el marco legal para la operación de estos lugares, se debe cumplir con un permiso expedido por la Secretaría de Salud que certifica que el lugar cumple con las condiciones sanitarias adecuadas, un programa interno de protección civil, personal profesional y capacitado en geriatría, enfermería, trabajo social y otras áreas necesarias para el cuidado de los adultos mayores.
La Norma Oficial Mexicana NOM-031-SSA3-2012 establece que para la prestación de servicios de asistencia social a adultos mayores en situación de riesgo y vulnerabilidad se debe contar con instalaciones seguras diseñadas para personas mayores, con rampas, pasamanos, pisos antiderrapantes y áreas de esparcimiento, así como reglas de convivencia, horarios, servicios y actividades.
daed