En el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, madres laguneras que forman parte de colectivas como Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) y Grupo Víctimas por sus Derechos en Acción (VIDA) salieron a las calles y vialidades de Torreón para exigir, en el espacio público, la presentación con vida de sus hijos o esposos.
La señora María Elena Salazar, junto a otras mujeres, participó en una protesta pacífica que concluyó con una misa en la Alameda Zaragoza. Por su parte, la maestra Silvia Ortiz tomó las calles junto a otras compañeras que realizaron su acto en el lecho seco del río Nazas. Doña María Elena recordó que ha buscado a su hijo Hugo Marcelino, desaparecido el 20 de julio de 2009 en Torreón.

“Mi hijo tiene 16 años desaparecido, acaba de cumplirlos… Si bien nos hemos sentado con el gobierno, las desapariciones siguen y la búsqueda e investigación sigue igual porque es nula. ¿En qué país estamos viviendo? ¿Con qué autoridad tengo la confianza de acudir? Es una simulación lo que se hace en el tema de los desaparecidos y nos damos cuenta”.
Crítica a la falta de atención de autoridades
Doña María Elena aseguró que, pese a la aparente transición política en la presidencia de la República, no hay atención real ante un problema que afecta a múltiples entidades del país. En cambio, las disputas políticas en el Senado reflejan intereses particulares, mientras los problemas de los ciudadanos pasan desapercibidos.
Búsqueda incansable y denuncia social
En el caso de la maestra Silvia Ortiz, son dos décadas buscando a su hija Fanny. Subrayó que las autoridades deben cumplir con su labor, mientras la sociedad colabora en búsquedas en sitios considerados campos de exterminio humano. Además, enfatizó la importancia de denunciar las desapariciones, algo que en la Laguna de Durango muchas veces no ocurre por miedo a las propias autoridades.
“Denunciar es necesario para erradicar la visión de que no pasa nada cuando los hechos no son reportados”, afirmó Ortiz.
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