La organización Peludos Desamparados acusó que Scooby, el perrito que fue lanzado a un cazo con manteca hirviendo en Tecámac, fue abandonado por sus presuntos dueños en un predio cercano, donde falleció a causa de las quemaduras en su cuerpo.
Tras ello, la organización sin fines de lucro inició una denuncia ante el Ministerio Público y realizó los trámites para incinerar al ejemplar, que ahora descansa en un nicho junto a un altar, ya que sus restos serán resguardados por la organización.

Aunque en un principio los dueños afirmaron que el perro se llamaba Scooby, los protectores animales decidieron bautizaron con el nombre de Benito, debido al nombre que lleva la calle en donde fue asesinado.
“Descansa en Paz #Benito y vuela alto, muy alto, ahí donde te espera Dios para recibirte con su amor infinito. #JusticiaParaBenito”, señalaron a través de su cuenta de Facebook.
Además, como un homenaje, los activistas lanzaron una campaña a través de redes sociales para exigir el castigo más severo para Sergio “N”, el presunto agresor, quien se encuentra bajo proceso y detenido en el penal de Chiconautla, en Ecatepec.
“Nuestro peludo merece que su memoria sea honrada con un acto de justicia no descansaremos hasta que aquellos responsables sean llevados ante la ley”, advirtieron.
De acuerdo con las investigaciones, el día de la agresión, Scooby acompañó a su dueño a una tienda en la comunidad de San Pablo Tecalco, sin embargo, fue al perderse camino hasta una carnicería donde fue lanzado por un hombre a un cazo caliente.
Conforme a las indagatorias preliminares, el presunto responsable habría amenazado a locatario y en represalia decidió asesinar al animal provocándole quemaduras en la totalidad de su cuerpo.
MO