Los mexicanos residentes en el extranjero están inconformes porque no podrán participar en la elección judicial del primero de junio. Lamentan se les haya excluido, justo cuando se vive un contexto internacional complejo, pues dicen no ser solo remesas.
“Hoy, muchos de nuestros paisanos enfrentan momentos difíciles en Estados Unidos. El clima político se endurece y no se trata solo de enviar remesas; se trata de tener voz, dignidad y espacio para incidir en el rumbo del país”, señaló Rafael Pulido Lara, creador de la plataforma Tamaulipecos por el Mundo.

Sostuvo que esta exclusión pone en evidencia la falta de voluntad política para incluirlos en forma directa en los procesos democráticos del país, pues el INE argumenta que el Poder Legislativo no contempló su participación.
“En otras palabras, la ley no nos nombra, y por lo tanto, no se nos reconoce. Esta laguna legal vuelve a evidenciar que, pese a tener diputados migrantes, los derechos políticos de quienes vivimos fuera de México siguen sin garantizarse”.
Considera que esta reforma judicial refleja más un pulso político entre Poderes que un esfuerzo real por fortalecer la justicia. “Los legisladores migrantes debieron alzar la voz con firmeza para que se nos incluyera en dicha reforma”.
“Quienes estamos fuera no hemos dejado de ser parte de México y de Tamaulipas. Nuestra ciudadanía no termina en la frontera y nuestra voz tampoco”, apuntó el activista originario de Ciudad Victoria y con residencia en España.
Recordó que en diciembre de 2024, el INE determinó, mediante un acuerdo general, que las y los mexicanos residentes en el extranjero no podrían participar en la elección judicial, decisión que se dio en respuesta a reclamos de diversos colectivos migrantes.

“La existencia de espacios de representación migrante en el Congreso debería significar una defensa activa de nuestras causas, pero en los hechos, muchas veces se limita a cubrir una cuota más”, expresó el también escritor.
Pulido Lara mencionó que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificó la decisión del INE, aunque desde otra perspectiva, reconociendo que sus derechos humanos deben ser respetados, pero alegó que, al tratarse de una elección extraordinaria, la falta de tiempo y recursos hacía inviable su participación.
“En ambos casos, el resultado fue el mismo: millones de mexicanas y mexicanos que vivimos en el extranjero, incluidos quienes somos de Tamaulipas, quedamos fuera de esta elección”, subrayó.
Rafael Pulido agregó que el INE intentó suavizar su postura abriendo la posibilidad de que participen como observadores electorales o que, si están en México y tienen una credencial emitida aquí, puedan votar en su casilla. “Esto último es una completa contradicción, ya que por años se han hecho campañas para que obtengamos nuestra credencial para votar desde el extranjero. Pero estas medidas del INE no suplen la exclusión de fondo”.

Desde su experiencia como mexicano y tamaulipeco que migró y sigue profundamente conectado con su país, lamenta que no hayan sido los diputados migrantes sino la sociedad civil, quien, una vez más, fue la que tuvo que tomar la iniciativa, acudir al INE y recordar que los derechos no deben depender del código postal.
“Es verdad que garantizar el voto desde el exterior implica retos logísticos y presupuestales, pero tras la elección de 2024, hubo aprendizajes valiosos, herramientas como el voto electrónico, y sobre todo, voluntad y ánimo por parte de nuestra comunidad migrante por participar”.
Dijo que si al menos se hubiera considerado su participación en la elección de los ministros de la Suprema Corte, el Estado mexicano habría dado un mensaje claro de reconocimiento y respeto hacia quienes contribuyen desde fuera de México.
BRR