Migrantes que se encuentran en Tijuana aseguraron que seguirán intentando cruzar a Estados Unidos, a pesar de que este domingo fueron repelidos en la frontera con gases lacrimógenos y balas de goma.
Al mismo tiempo, este lunes la Policía Federal reforzó la seguridad en las inmediaciones de la unidad deportiva Benito Juárez, donde se encuentra instalado un albergue migrante.
“Nos vamos a seguir rifando, no importa lo que pase, porque desde que salimos de nuestro país, la mayoría decidió que venimos dispuestos a todo y pase lo que pase. Si me toca que me lleven muerto, me llevan muerto para mi país, no importa eso”, afirmó Wilson Morelo, originario de Honduras.
Otros migrantes, que a la fecha no han intentado ingresar a territorio estadunidense, consideraron que la única forma de cruzar es con un pollero.
“Si logro pasar va a ser diferente, de otra manera: con algún coyote, porque solo no se puede”, aseveró Alexander Castillo, oriundo de San Pedro Sula.
El comisionado general de la Policía Federal, Manelich Castilla, arribó la noche del domingo a Tijuana y se reunió con personal de la CNDH, así como del Instituto Nacional de Migración y ayer realizó un recorrido por las inmediaciones del albergue.
Castilla rechazó dar a conocer el número de elementos federales que se sumarán a este dispositivo de seguridad, en el que patrullan la zona con cuatrimotos, pero confirmó que se trata de un “reforzamiento importante”. También aseguró que entrarán en acción en caso de que los migrantes insistan en “romper la ley”.
