En la Comarca Lagunera es común ver en parroquias y hogares nacimientos en diferentes en escalas y con diferentes elementos, algunos con más de 50 años de antigüedad.
Sobre la historia de esta tradición, José Refugio Ochoa González, vicario de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de Lerdo, menciona que el pasa 1 de diciembre, el Papa Francisco presentó un documento en donde se habla de la historia del nacimiento, en el cual se puede constatar que esta tradición tiene ya más de 800 años.
El documento se titula "Admirabile Signum", que significa admirable signo refiriéndose al nacimiento, en donde se cuenta un poco de la historia, la importancia de éste y una invitación a conservar esta tradición. Según los documentos de la iglesia, el nacimiento es de origen Franciscano, pues el monje italiano San Francisco de Asís, fue el primero en realizar uno, extendiéndolo como un instrumento de evangelización.
San Francisco vivía en Asís, Italia, para aproximadamente el año 1223, fue a Tierra Santa y Roma, visitó algunas basílicas que cuentan con grandes pinturas, algunas referentes al nacimiento, lo que lo dejó impresionado. En ese año, el motivo de su visita fue la de entregarle al Papa Honorio III, la confirmación de su regla de la orden que estaba fundando (Orden Franciscana).
Después de eso, cuenta el Papa Francisco que posiblemente de tan maravillado que estaba, en el regreso a su tierra, llegó a Greccio, en el Valle Reatino cuando faltaban quince días para celebrar la Navidad, pidiéndole a la comunidad, pero en específico a un pueblerino de nombre Juan, que lo ayudara para recrear el momento del nacimiento, para poder celebrarlo de manera más viva, dejando como resultado una recreación física, terminando precisamente el día 25 de diciembre.
El nacimiento llegó a México en la época de la conquista con la legada de los españoles, quienes inculcaron el evangelio. Dentro de los evangelizadores que venían de España había Franciscanos, quienes utilizaron las tradiciones de las pastorelas, las posadas y por supuesto el nacimiento para evangelizar, instrumento con el que dieron a conocer la encarnación del hijo de Dios aquí en la tierra.
El Padre "Cuco" Ochoa, menciona que es importante resaltar la relación que existe entre el nacimiento y la eucaristía, pues su creador San Francisco de Asís, lo primero que hizo al terminarlo fue una misa.
La misma tradición y los lugares donde está presente, es la que se ha ido encargando de añadir elementos al nacimiento, también llamado Belén.
Los elementos: Cielo estrellado, lo que significa la luz de Dios que guía en la oscuridad, las casas en ruinas o Palacios antiguos a punto de caerse están basadas, en una leyenda de un Dominico del siglo XIII, la cual decía que cuando el Salvador naciera, iba a mostrar el verdadero reino de Dios, el lago o ríos, ovejas y sobre todo pastores, mismos que representan a la creación, resaltando a los pastores que son la gente que va a alabar a Dios con el corazón, la estrella es la que guía la mirada al lugar del nacimiento del niño Dios. María y José, la Virgen María mujer de Fe que hizo posible que la salvación del mundo llegara.
Otro elemento son los tres reyes magos, tres hombres venidos de Oriente, ricos y con un gran conocimiento, que llegan desde lejos a adorar a Dios.
Por otro lado, el padre Juan Fernando Villegas, capellán del templo de Cristo Rey de la colonia Francisco Zarco, dice que el nacimiento significa la intervención de Dios en nuestra historia a tal grado que la palabra de Dios habitó entre nosotros. También significa unión familiar, convivencia y compartir, tanto los alimentos como valores familiares.
Además, asegura que persiste hasta nuestros días, debido a que favorece el encuentro de la familia en donde se mezclan diversas situaciones como la alegría, la tristeza, pero sobre todo la unidad familiar.
El cronista de Gómez Palacio, Manuel Ramírez López, recuerda que en este municipio se solían poner nacimientos de todos los tamaños durante el siglo pasado y que inclusive había concurso entre los habitantes de la localidad, donde casi siempre ganaban "las pepitas", unas hermanas que vivían en la calle Hidalgo entre Ocampo y Escobedo, quienes siempre ponían un nacimiento muy grande. Sin embargo, con el paso del tiempo se dejó de hacer este concurso, aunque no recuerda fechas precisas de estos hechos.
No obstante, hay familias gomezpalatinas que han seguido con esta tradición durante muchos años, tal es caso de la Señora Sanjuana Calderón Vergara, quien desde que tenía 18 años no ha dejado de poner el nacimiento en su hogar, en la colonia 5 de Mayo.
Cuando ella tenía 11 años, se encontró con un niño Dios pequeño hecho de yeso mientras caminaba, por lo que le nació la intención de hacer un nacimiento para ponerlo, sin embargo, su madre no la dejó debido a que no había dinero en su casa para poder hacerlo, renunciando en ese entonces a su intención.
Años después, cuando cumplió 17 años se casó y a los 18, con ayuda de su esposo decidió poner por primera vez un nacimiento, colocando al niño Dios que se había encontrado años atrás. Aunque en un principio solía poner un nacimiento pequeño desde hace 10 años, su nacimiento ha sido más grande, esto porque en una ocasión, su hijo había comprado unas figuras de tamaño más grande para la iglesia de San Pedro y San Pablo, las cuales habían desaparecido pero que después encontraron en una bodega, quedándose ella con esas figuras y haciéndolas partícipes de su nacimiento.
Como la mayoría de los nacimientos antiguos, en el hogar de la Señora “Juanita”, el nacimiento llevaba gobernadora, la cual era cortada por su esposo, heno, arena y demás elementos. Este año se cumplen 48 años desde la primera vez que lo hizo.
“Lo sigo poniendo por la devoción, la Fe que tiene uno porque yo tenía ese anhelo de poner un nacimiento, pero mi mamá no me lo permitió, pero cuando me casé empecé con esta tradición tan bonita, que para mí es una devoción por que tiene uno que agradecerle mucho al niño Dios”.
Otro nacimiento con mucha tradición en la región es el de la señora Yolanda Álvarez Rodríguez de la colonia el Refugio quien este año cumple 62 años de poner su nacimiento, quien a los 14 años empezó ayudar a su madre a ponerlo en su hogar y que desde entonces se hizo cargo, para ponerlo año con año en su casa.
La gobernadora y la flor de peña, plantas típicas de la región, así como magueyes y tunas, eran artículos infaltables en su nacimiento y menciona que ella misma junto con su marido, iban al cerro desde muy temprano para juntarlos, regresando antes de que oscureciera. Primero, su papá y sus hermanos eran quienes emprendían el viaje los días 21 de diciembre para juntar lo necesario para el nacimiento y así iniciar con la colocación del nacimiento el 22.
Con 76 años, a Doña Yolanda se le ha complicado cada vez más colocar el nacimiento, pero recibe el apoyo de sus hijos, nietos y bisnietos para seguir con esta tradición. Ella se encarga de decirles en qué posición va cada elemento poniendo primero el portal, el fondo y los padres del Niño Dios, para después continuar con la base donde van los animales y los pastores.
Anteriormente, solía ir a San Juan de los Lagos para comprar figuritas para su nacimiento durante los primeros días de diciembre, haciendo así más grande su colección. Pero sin duda, la pieza más valiosa que conserva es un niño Dios hecho de madera, el cual pertenecía a su madre y que según dice la señora Yolanda, podría tener hasta 80 o 90 años.
“Desde que tengo uso de razón, yo veía a ese niño Dios que fue el primero que compró mi madre”.
Ella espera que, aunque pase el tiempo, las nuevas generaciones no olviden de poner su nacimiento en su hogar, ya que para ella representa mucha satisfacción el verlo terminado.
“Yo lo termino y sigo viniendo todos los días a sentarme para contemplarlo. Estoy agradecida con el niño Dios, por la vida y los hijos que me presta, esta es una manera de agradecerle.”
El Padre Juan Fernando considera que hoy en día, a pesar de que se conserva lo esencial del nacimiento en la mayoría de los hogares, falta mucho por reflexionar al respecto, debido a que no solamente se trata de poner un bello nacimiento, sino que hay que interpretar el sentido que este tiene para la vida propia, como la oración, la caridad y una vivencia cada vez mejor como un cristiano.
"Debería de representar la llegada de Dios a mi vida". Y de Igual manera, el padre “Cuco” invita a las personas a acudir a misa y no pensar que se puede sustituir la eucaristía con sólo tener al niño Dios en casa.