Más de mil migrantes que forman parte de la caravana Éxodo de la pobreza que reiniciaron su recorrido hacía los Estados Unidos, les fue impedido el acceso al municipio de Zanatepec, Oaxaca, para descansar, de acuerdo a Rosa Vásquez.
Policías municipales les indicaron que tenían la instrucción por parte de la alcaldesa Tania Escobar. “Pero no nos permitió la policía municipal ni el pueblo, ahora venimos cansados, con este fuerte sol”.
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Como alternativa, las autoridades los mandaron al panteón de la colonia Ostuta, para que los que quisieran pasaran la noche ahí.
“Aquí en la colonia de río Ostuta nos están mandando para un cementerio, los niños se enferman, no somos ni basureros, ni nada, no somos ni delincuentes, somos humanos, tenemos derechos”.
Pese a salir de madrugada, el cansancio, el sol, la deshidratación y las llagas en los pies por los cientos de kilómetros que han recorrido, hace que no todos aguanten el ritmo.
“Los niños se me están desmayando, ya no quieren caminar, están deshidratados, no tenemos como comprar una botella de agua”.
Este domingo, la caravana migrante Éxodo de la pobreza se fraccionó en al menos cuatro contingentes, los tres primeros alcanzaron a llegar al municipio de Juchitán, donde descansarán y se dedicaran a vender paletas o pedir ayuda en los cruceros, para reiniciar su viaje este lunes a primera hora.
Rosa Vásquez, volvió a responsabilizar al secretario de Gobierno de Oaxaca Jesús Romero, por cualquier situación que les suceda a los migrantes, ya que desde el 9 de enero, ellos solicitaron el apoyo para que les permitieran viajar en autobús, situación que fue negada por el funcionario estatal.
“Yo hago responsable al secretario de Oaxaca Jesús Romero, pues si le pasa algo a una madre, a un padre o a un niño, yo lo hago responsable a usted”.
MILENIO solicitó una entrevista con el funcionario estatal a través de la Secretaría de Comunicación Social del estado de Oaxaca, sin embargo, no obtuvo una respuesta a esta petición.
RM
