Ricardo Moreno, originario de la Ciudad de México, llegó a La Laguna con la intención de compartir las melodías de su organillo, oficio que aprendió desde niño hace más de 30 años.
“La gente lagunera es muy dadivosa, aunque no traiga un peso te comparte un chicle, un agua y siempre se agradece”, comenta.
Desde hace dos años recorre la Comarca Lagunera con este instrumento musical y asegura que su mayor motivación es transmitir alegría. “No puedes salir con una cara negativa porque traigo música, traigo alegría; la actitud que tú le pongas al trabajo es la recompensa que te da la gente”, dice.

Un organillero en la Laguna
Ricardo acompaña su jornada con sus changuitas 'Nina' y 'Mila', quienes lo siguen mientras hace sonar su organillo. El instrumento, caracterizado por una palanca que produce un sonido suave y puede ejecutar diferentes melodías, se ha convertido en su compañero de trabajo y sustento diario.
El músico recorre cruceros tanto en Torreón como en Gómez Palacio. Sale todos los días de la semana, de lunes a domingo, desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde.

Gratitud y esperanza
Moreno asegura que su día a día se sostiene gracias a la solidaridad de los laguneros. Afirma que, aunque a veces la gente no tenga dinero, siempre recibe algún gesto de amabilidad, ya sea un saludo, un agua o una sonrisa.

Con fe y actitud positiva, dice que lo más importante es volver a casa con algo que ayude a sostener a su familia, agradeciendo a Dios por cada jornada cumplida en la región lagunera.
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