En los baños de la colonia Vicente Guerrero “Sector Moscú” ha llegado un peculiar visitante de color azul, con una pinza más grande que la otra que puede hacer pasar un mal rato a cualquiera, si es que se le molesta, porque solamente buscan estar a salvo.

Se llama cangrejo azul, apareció en las calles de la colonia Vicente Guerrero “Sector Moscú”, entre las casas y entre los automóviles, es una fauna que ha atraído el aumento en el nivel del río Tamesí, que ya se desbordó e inundó algunas calles del sector.
Los cangrejos, cuando pasan los autos, entre los charcos, levantan las tenazas como si quisieran pelear y se mueven ágilmente hacia las orillas. Es como una escena de la película Buscando a Nemo, porque hasta los árboles se trepan con sus filosas patas. Se pegan en las bardas de las casas que tienen mallacorla y cuando ven a algún humano pasar por las banquetas, se esconden entre el zacate y las tablas de madera, sus patas se escuchan al tronar sobre las superficies.
“Pásele si gusta, están allá al fondo”, dice la habitante de la colonia, que sonríe porque su vivienda se ha convertido en un búnker para dicha especie que solamente está buscando sitios tranquilos para estar. En el patio de tierra, los cangrejos se meten debajo de muebles viejos, de latas e incluso llegan a los baños, conviven con gatos y perros que son las mascotas, que parece que ya están acostumbrados.

El oceanólogo Marcelo René aseguró que esos animales acuáticos tienen una razón de estar en las colonias, sobre todo en las cercanas a los cuerpos de agua, porque “están buscando un sitio tranquilo para depositar sus huevecillos.
Se esconden entre muebles viejos que se mojaron por la inundación en el sector
“Buscan lugares más calmos, con mayor tranquilidad para que sus larvas puedan estar protegidas y que tengan aparte de buenos nutrientes, alimentos y desovar sin problemas”, explicó el experto.
La otra causa que ha llevado a los pequeños de caparazón azul hasta Moscú son las condiciones del agua, un líquido más oxigenado que ha llegado al Tamesí desde río arriba, lo cual lo hace idóneo para que los cangrejos puedan seguir su ciclo de vida. Hay algunos crustáceos que no han podido subsistir en la colonia encharcada y al intentar cruzar de un sitio a otro, han sido aplastados por los autos, o también cuando tratan de esconderse bajo las llantas de los coches estacionados.
El mensaje es que en Tampico, una ciudad rodeada de agua, se va a notar la presencia de estos cangrejos en las calles con mayor frecuencia conforme sigan las lluvias, así que la población los tiene que respetar, no matarlos y dejar que continúe su ciclo de reproducción
JETL