Irene Soria, diseñadora gráfica, maestra en artes visuales y doctora en Estudios Feministas, ha dedicado su trayectoria a promover la seguridad digital, el software libre y la cultura hacker con un enfoque feminista. Su objetivo es abrir más espacios a las mujeres en la tecnología, un campo en el que, asegura, su presencia ha sido determinante a lo largo de la historia, aunque poco reconocida.
Durante su conferencia “Mujeres Hackers” en el Congreso Internacional de Software Libre 2025 en Torreón, explicó que el concepto hacker no debe asociarse únicamente con actividades ilícitas. Para ella, se trata de un perfil de personas que buscan entender cómo funcionan los sistemas y mejorarlos mediante la creación y uso de tecnología libre.

“El término se usa para quienes son muy habilidosos, pueden utilizar algo y mejorarlo. No hablo de piratas informáticos, sino de una subcultura que surgió en el MIT en los años sesenta y que buscaba un conocimiento profundo de las computadoras”, afirmó.
Mujeres hackers y hack feminismo
Soria, también presidenta de la colectiva Luchadoras MX, resaltó que la mujer fue clave en el desarrollo de la computación, aunque factores sociales y culturales han limitado su visibilidad y participación.
En sus investigaciones ha desarrollado el concepto de “hack feminismo”, que combina la apropiación tecnológica propia del hacker con la lucha feminista por una vida más equitativa. A su juicio, las mujeres deben dejar de ser solo usuarias para convertirse en creadoras: aprender a programar, construir servidores y generar sus propias herramientas digitales.
“Propongo que el hack feminismo sirva al uso de la tecnología de una forma profunda, no instrumental. Que aprendamos cómo funcionan nuestras tecnologías y que incluso hagamos las nuestras”, señaló.
El reto social y los referentes femeninos
La especialista enfatizó que la ausencia de mujeres en el ámbito tecnológico no es una cuestión de capacidad, sino un problema social estructural.
“En lugar de preguntar por qué hay tan pocas mujeres en la tecnología, hay que preguntarse por qué hay tantos hombres”, sostuvo.
Recordó a mujeres que marcaron hitos en la computación, como Margaret Hamilton, ingeniera de software de la NASA; Grace Hopper, pionera en la programación; Alexandra Elbakyan, creadora de una plataforma de acceso a artículos académicos, y Paola Villarreal, reconocida entre las cien mujeres más influyentes del mundo.
Sin embargo, reconoció que persiste un fenómeno de “auto hackeo” entre mujeres que no confían en sus capacidades. Por ello, llamó a la sororidad y al acompañamiento para vencer el síndrome de la impostora.
“No compitas, haz compitas. El chip que debe cambiar tiene que ver con el empoderamiento y con la posibilidad de avanzar juntas, apoyándonos como mentoras”, concluyó.
e&d