Sughey Torres, legisladora local por el Partido Revolucionario Institucional, reconoció que existe una cifra negra de víctimas de intervenciones estéticas realizadas por personas sin la preparación académica necesaria, por lo que presentó una iniciativa para delimitar quiénes sí pueden efectuar estas operaciones.
“Sí hay algunos casos. No todos son denunciados. Desafortunadamente, con el tema de la violencia muchos asuntos se quedan sin registrar. Sigo pidiéndole a la ciudadanía confianza en las autoridades y acercamiento para que tengamos una realidad de las cifras, de los casos que suceden en el estado en malas prácticas en cirugía. Y por supuesto, para tomar las mejores decisiones. Con un caso que tengamos, con uno solo, quiere decir que no están haciendo las cosas bien, que algo está pasando”.
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La legisladora explicó que algunas personas se ostentan con la capacidad de realizar procedimientos sin tener la formación adecuada. Recordó que, para ser cirujano plástico en México, es necesario cursar la carrera de Médico Cirujano (seis años aproximadamente), completar una residencia en Cirugía General (de 2 a 4 años) y después realizar la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (de 3 a 4 años). Además, es requisito aprobar el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM).
Casos que no llegan a la denuncia
Torres señaló que muchos de los casos de malas prácticas no se denuncian, lo que dificulta la actuación de las autoridades. Por ello insistió en que la ciudadanía debe tener confianza en las instituciones para iniciar procesos de investigación.
En este mismo sentido, Alberto Pérez de la Cruz, presidente de la Federación Colegios de Profesionistas, coincidió en que uno de los principales problemas es que no existen denuncias formales, aunque sí se tiene conocimiento de víctimas de procedimientos mal realizados. Esta situación impide regular adecuadamente el tema, ya que las autoridades carecen de elementos para abrir investigaciones.
Hacia una regulación más estricta
Pérez de la Cruz añadió que se trabaja en una ley general para que únicamente personas acreditadas puedan realizar operaciones estéticas. También busca que en cada colegio profesional se garantice que quienes ejerzan estén debidamente certificados.
El objetivo, señalaron ambos, es cerrar el paso a prácticas irregulares que ponen en riesgo la salud y la vida de los pacientes, y garantizar que las intervenciones médicas con fines estéticos sean realizadas por profesionales con la preparación adecuada.
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