El ejercicio coreográfico ha llevado a Jesús García a transitar escenarios nacionales, desde el Teatro de la Danza en la Ciudad de México hasta el Tecnológico de Monterrey en Torreón. Pero su mayor satisfacción, dice, ha sido sembrar vocaciones dancísticas en comunidades como Parras de la Fuente, Coahuila.
Tras su paso por la Escuela Municipal de Danza Contemporánea y la Compañía Mezquite, el maestro tomó un camino independiente que lo ha llevado a colaborar con destacados artistas como Ruby Gámez —Premio Nacional de Danza Contemporánea— y a trabajar como docente en proyectos formativos de alto impacto.

“Cuando salí de la Escuela y de la Compañía, se abrieron nuevas puertas. Me enfoqué en crear proyectos propios, en presentarme en Bellas Artes y hacer temporadas en el Teatro de la Danza. También estuve en los Talleres de Coyoacán con un solo coreografiado por el maestro Gámez sobre un beisbolista”, compartió García en entrevista con Milenio.
Además de su labor como intérprete, Jesús ha impulsado iniciativas comunitarias. En Parras de la Fuente, fue invitado por Rosa del Tepeyac —entonces directora de Cultura— a impartir una clase. El entusiasmo de los jóvenes derivó en la creación de una compañía semiprofesional que hoy atiende eventos oficiales del municipio.
“Muchos de esos chicos no conocían la danza contemporánea. Hoy son parte de una compañía y han descubierto una nueva forma de ver la vida”, relató.
La diversificación de su trabajo lo llevó también al ámbito universitario. Actualmente está a cargo del área de teatro musical en el Tecnológico de Monterrey, campus Torreón, donde prepara el montaje de Vaselina en coordinación con el Departamento de Arte y Cultura.
En 2022, tras dejar su puesto en el municipio, organizó un festival de danza contemporánea sin precedentes en la Comarca Lagunera. El evento, realizado en el Teatro Alberto M. Alvarado de Gómez Palacio, registró lleno total y se caracterizó por mantener al público en sus butacas durante toda la jornada.
“Logramos algo muy bonito. Normalmente los asistentes se retiran conforme avanzan las presentaciones, pero en esa ocasión, nadie se movió. Fue una verdadera celebración colectiva”, recordó.
Esa experiencia fue replicada en Parras durante dos años consecutivos. Ahora, Jesús García se prepara para celebrar sus veinte años de trayectoria con una función homenaje que incluirá coreografías premiadas e interpretaciones de exalumnos.
“Intentamos romper la barrera entre la danza y la comunidad. Estar con jóvenes me llena de sentido. Muchos encuentran en la danza no solo una vocación, sino una vía para transformarse: se vuelven mejores estudiantes, mejores hijos, mejores seres humanos”, afirmó.
El coreógrafo se alista también para una serie de talleres en Toluca, Saltillo y una gira por Jalisco en julio. “Yo no estaría en la danza si no hubiera transformado la persona que soy”, concluyó.
edaa