Aunque el presidente de la Canacintra Delegación Coahuila Sureste, Arturo Reveles, calificó de positiva la reducción de la jornada laboral a 40 horas, destacó que esta medida tendrá un impacto significativo en las micros y pequeñas empresas (PYMEs), que constituyen la base de la economía nacional. Por ello, consideró indispensable que la reforma vaya acompañada de apoyos al sector empresarial.
“Es positivo que los trabajadores mexicanos puedan disponer de más tiempo para estar con la familia o disfrutar de momentos recreativos. Los empresarios también estamos a favor de ese balance entre trabajo y vida personal”, comentó Reveles.

Sin embargo, el líder empresarial advirtió que muchas pequeñas y medianas empresas enfrentan ya complicaciones derivadas de una economía que no está creciendo este año, y de los constantes cambios en las leyes laborales, como los relativos a vacaciones, jornada laboral y aguinaldo.
Expuso que el 80% de la economía mexicana depende de las PYMEs, las cuales, según él, no están preparadas para asumir los efectos de este tipo de reformas.
“La reducción de la jornada era algo que ya veíamos venir, pero su implementación afectará directamente a las PYMEs. Una empresa que opera con cinco o siete empleados no podrá mantener la misma calidad de atención a sus clientes o procesos con menos personal. Será necesario considerar incentivos que permitan a las PYMEs adaptarse a estos cambios sin poner en riesgo su operación”, señaló.
Reveles también enfatizó que los pequeños empresarios no están listos para afrontar esta modificación, lo que obligará a realizar ajustes internos que podrían generar más costos. A pesar de reconocer que la medida será implementada de manera gradual, señaló que es necesario que las autoridades ofrezcan algún tipo de compensación para que las empresas puedan mantenerse competitivas.
Comentó que las reformas federales han estado centradas en los beneficios para los trabajadores, pero han complicado aún más la operación de las empresas. En el caso de Canacintra Sureste, informó que de los 460 agremiados, el 70% son PYMEs, que en conjunto emplean a unas 25,000 personas, ya que el 30% restante está compuesto por tractoras y grandes empresas.
“De las 50,000 personas que emplean nuestras empresas, un gran porcentaje pertenece al sector PYME, y la implementación de esta reforma sin apoyo directo podría tener efectos adversos para la mayoría de los trabajadores en este sector”, concluyó Reveles.
edaa