La primera vez que vimos esta historia fue en 1989, los protagonistas eran Cathleen Turner y Michael Douglas, con la dirección de Danny DeVito. Y sí, era una comedia oscura respecto a la ruptura de un matrimonio. Aun lo es, pero ahora con los actores ingleses Benedict Cumberbatch (BC) y Olivia Colman (OC) le dan un giro a esta batalla con su enorme y muy particular talento, además de lo más extremo del humor británico.

Con escenas tan intensas, ¿lograban desconectarse al terminar de filmar?
BC. En realidad, no mucho, aunque tengo que decir que de pronto sí tuve un momento de sensibilidad y pregunté a Olivia: “¿Estamos bien?, ¿estamos bien?”. Y ella respondió: “Por supuesto, ¿estás bien tú?”. Yo le dije: “Bueno, no lo sé, esto se está volviendo un poco real”. Gracias a Dios ella me tranquilizó, somos amigos y actores; todos pretendemos y nos adoramos, así que todo acaba siendo divertido.
OC. Ben es una persona mucho más amable que yo (risas). Sí se vuelve real, pero también muy divertido en eso una vez que lo resientas. Creo que también ayudó la forma en que lo grabamos: había mucha armonía, luz, y aunque a veces era agotador, siempre se resolvía.
Retoman un clásico que dirigió Danny DeVito. ¿Qué significó trabajar con esa referencia?
BC. Ambos amamos el filme original. Surgió la idea cuando buscábamos un proyecto para trabajar juntos y este fue el punto de partida; queríamos hacer una película jugosa, lo más divertida posible. Oscura, sí, pero también con mucha comedia, algo que nosotros mismos quisiéramos ver en el cine.

Olivia, el título conecta inevitablemente con la Guerra de las Rosas en Inglaterra…
OC. Soy terrible con la historia (risas). Pero sí, se trató de una lucha entre dos familias por la soberanía de Inglaterra: los York con la rosa blanca y los Lancaster con la roja, hasta que los Tudor unificaron ambas. Esa fue la inspiración para el escritor original, Warren Adler: tomar esa guerra civil familiar como marco para una historia sobre una pareja en conflicto. El libro es muy oscuro, la película original también, y esta nueva versión es más divertida, aunque conserva la oscuridad.
¿Qué diferencias hay con la primera cinta?
BC. Aún más comedia.
OC. Exacto, mucho más humor, más bromas, más claridad. Es una película en la que puedes comer palomitas sin quedarte únicamente con el enojo o la angustia del drama.

¿Qué esperan que se lleve el público al verla?
OC. Risas. Muchas risas.
BC. Sí, necesitamos reírnos más que nunca. Y este proyecto nos permitió traer eso, sin dejar de ser un relato potente.
Un largo camino
Jay Roach, conocido por films como Austin Powers dirige esta cinta basada en la novela de Warren Adler: The War of the Roses, de 1981.