Después de dar vida a personajes tan entrañables como Norman Bates en Bates Motel y al Dr. Shaun Murphy en The Good Dr, Freddie Highmore vuelve a la pantalla con un proyecto completamente distinto: The Assassin, una miniserie británica marcada por la acción, el drama y el humor negro; lejos de los personajes que lo hicieron famoso, el actor se adentra a un relato lleno de secretos en el que muestra su versatilidad al lado de Keeley Hawes.
Formar parte de estas historias, “ha sido cuestión de suerte”, dijo Freddie Highmore.
“Es una fortuna haber estado en cosas que han durado bastante tiempo, pero me encanta, y The Assassins es una serie muy diferente, porque son solo seis episodios. Siempre me ha gustado profundizar en los personajes, mucho más de lo que puedes hacer en los 90 minutos que dura una película, pero aquí la oportunidad es distinta, disfruto de los personajes de televisión”.

La ficción, creada por los hermanos Harry y Jack Williams (The Missing, The Tourist), sigue a Julie (Hawes), una asesina a sueldo retirada que se refugia en Grecia intentando dejar atrás su violento pasado, pero el reencuentro con su hijo Edward (Highmore) pronto revela los secretos familiares que los pondrán en peligro, “soy la persona a la que están intentando asesinar”, dijo Keeley Hawes, “y no es una madre nata, para ella es un trabajo más difícil”.
Madre e hijo al filo del abismo:
El corazón de The Assassin no está solo en sus secuencias de acción, ni en los giros propios del thriller, sino en el vínculo madre e hijo, Highmore lo resume así:
“Julie puede salirse con la suya en todo, puede matar gente, ser grosera con niños en la playa, puede parecer que no ha sido la mejor madre para Edward, pero al mismo tiempo la sigues queriendo y eso es algo que Keeley consigue aportar al personaje. la lleva al extremo y aun así pensabas: “Ay, Julie”.
“Esa es una gran respuesta”, dijo entre risas Keeley Hawes, “esa es la clave: tienes que estar apoyando a ambos personajes, porque son el corazón de la historia. Y aunque los dos han hecho cosas no tan buenas, de todas formas quieres que triunfen, quieres que su relación funcione y quieres que vuelvan a estar juntos. Lo que nunca está en duda es cuánto ama a Edward, pero no es una persona maternal. Siempre lo ha tratado como un adulto”

Esa honestidad se traduce en una química especial entre los protagonistas, incluso desde antes de comenzar el rodaje, ambos actores conectaron a pesar de no verse en persona, porque “la primera reunión fue por Zoom, y después llegaron los ensayos. Quedó claro muy rápido que no íbamos a tener que trabajar demasiado en construir esa relación, fue como si nos conociéramos de años atrás”, recordó Hawes, “y la dinámica fluyo”, agregó Highmore.
El thriller y el humor como detonadores
Uno de los aspectos más atractivos de la serie es su capacidad de equilibrar tensión y humor, pero aquí “no hay chistes fáciles”, explicó Highmore, “el humor no puede ser tan obvio, son pequeños momentos que quizá te hagan sonreír, pero no lo suficiente como para sacarte de lo que viene después, es una dosis adecuada. Hay escenas que podrían haberse hecho con una sucesión de one-liners ingeniosos, pero ese no es el tono del show y la escritura es excelente”.
“Esta serie tiene un motor propulsivo: hay muchos giros, sorpresas y cliffhangers, pero ninguno se siente que está ahí solo por estar o para hacer avanzar la trama. A diferencia de algunos thrillers, esta serie se siente terrenal y real, porque no es del estilo de superhéroes en el que los personajes nunca se equivocan. Aquí son personas muy imperfectas que cometen errores en sus relaciones, en cómo enfrentan a las personas y al guardar secretos”, agregó.
Colaboran con la visión de la serie
Además de protagonizar la historia, Highmore y Hawes participaron como productores ejecutivos, un rol que les permitió influir en la serie sin alterar la visión original de los creadores, “cada proyecto es distinto, puedes estar creando un show desde cero en ese rol o llegar después, como en nuestro caso, cuando los guiones ya existían y la serie fue comisionada, llegamos en un punto muy estable así que avanzamos juntos”, explicó Hawes.
Highmore resaltó la experiencia de compartir ese rol: “fue muy divertido ver a Keeley en el proceso de edición, ahí logramos afinar el tono entre ambos, nuestro papel era apoyar la visión de Jack y Harry, y contribuir a que el proyecto que ellos habían imaginado se realizara de la mejor forma posible. Cuando filmas lejos de la sala de guionistas, puede ser útil sugerir ajustes menores, porque estuvimos ahí juntos y sabíamos lo que queríamos lograr”.

Atenas, un escenario que cobra vida
Pasar cinco meses en Atenas le dio a The Assassin una dimensión visual única. Keeley Hawes recordó la experiencia con entusiasmo: “ese tiempo nos sirvió como escenario para todas las locaciones, lo cual fue encantador. No había estado en Atenas desde tiempo atrás; así que, me emocionó volver, porque cuando te quedas en un lugar por tanto tiempo, tienes la oportunidad de explorarlo y de verlo de una forma que normalmente no lo harías”.
La serie aprovecha espacios que rara vez se ven en un recorrido turístico, desde callejones históricos hasta interiores secretos que refuerzan la sensación de intimidad y tensión dentro de la historia, “Atenas es un personaje más”, explicó Highmore, “lo más aislado fue filmar en el barco, en el yate del inicio, porque eran equipos muy pequeños, es algo que disfruto mucho, esos momentos de intimidad con grupos reducidos, me quedó un recuerdo hermoso”.