Roger Waters llega a México con su gira “This is not a drill”, una promesa de parte del músico cofundador de Pink Floyd que finalmente se cumple. Con un innovador diseño escenográfico, Waters vuelve a aliarse con la tecnología para traducir sus mensajes a través de la imagen y la música.
Miles de fans llenaron el Palacio de los Deportes esta noche de viernes. A lo largo de la estructura circular del recinto, el público fue llenando las butacas, mientras que abajo, en pista, el diseño en cruz (360º) del escenario proporcionó una experiencia completa desde cualquier ángulo que se buscara.
Fiel a sus convicciones, Roger Waters apareció a las 21:10 horas y en las pantallas apareció “Si les gusta la música de Pink Floyd, pero no están de acuerdo con las visiones políticas de Roger, lárguense de aquí“, como preámbulo a la primera parte de su set musical; con una apertura inolvidable cortesía de “Comfortably Numb” y un guiño a “The Great Gig in the Sky”, este bloque también consistió de temas como “The Happiest Days of Our Lives”, “Another Brick In The Wall Part 2 y 3”, “The Powers that Be”, “The Bar”, “Shine On You Crazy Diamond”, “Wish You Were Here” y “Sheep”, cada tema cargado de la teatralidad y profundidad del músico.
Acompañado por su banda, Roger Waters se tomó el tiempo para disfrutar de cada uno de los sectores del escenario, provocando gran conmoción a la par de cada aparición: “Gracias, buenas tardes. Voy a hablar en español aunque no lo hablo muy bien; quiero agradecer a todos los que compraron boletos. Significa mucho para mi. Que viva mexico”, dijo.
La segunda parte de su set contó con temas clásicos de Pink Floyd como “In The Flesh”, “Run Like Hell”, “Money”, “Us and Them”, “Eclipse” y “Brain Damage”, pero un momento especial ocurrió cuando interpretó “Is This The Life We Really Want?", uno de sus temas más recientes. “Two Suns In The Sunset”, “The Bar” y “Outside The Wall” también encontraron su espacio en final del segundo set.
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