Espectáculos

Fernando Aceves y la historia detrás de las icónicas fotos de Ozzy Osbourne en la Ciudad de los Dioses

Tras las exequias del Padrino del Heavy Metal, el fotógrafo mexicano cuenta a Notivox la historia de la serie que le hizo en la Ciudad de los Dioses en 1995

Es un mediodía de verano en la México Tenochtitlan de los 700 años. Por la caja de la cafetería del Centro Histórico en Ciudad de México desfilan turistas que ordenan bebidas personalizadas, termos de moda, un alto, un venti, un machiato. Ningún parroquiano reconoce al master Fernando Aceves sentado en uno de los sofás de la franquicia cafetera. Pero con toda seguridad han visto alguna de sus fotografías que le han dado la vuelta al mundo a lo largo de los años. 

Fernando Aceves, fotógrafo mexicano que ha retratado celebridades de cualquier tipo, del rock, del jazz, de la música, del cine. Si hablamos en términos de la materia fotográfica, Aceves podría ser el Metinides del rock. Porque Enrique Metinides retrató momentos únicos, precisos, durante los años de oro del periodismo de nota roja y Aceves ha documentado los momentos más icónicos de la música popular en México durante las últimas tres décadas.

Por la lente de Aceves han posado los Rolling Stones en La Candelaria de los Patos; Gustavo Cerati en el Gimnasio Olímpico Juan de la Barrera; David Bowie en Teotihuacán y en el Palacio de Bellas Artes. 

El día que Ozzy Osbourne llegó a México por primera vez

Y hoy resurgen las míticas fotografías a Ozzy Osbourne en la Ciudad de los Dioses que nos trae al encuentro con el fotógrafo mexicano de rock más conocido del mundo para contar la historia de esa cobertura, realizada en agosto de 1995 con motivo de la gira Retirement Sucks. Ahora que el patriarca del heavy metal se ha ido del plano terrestre, el fotógrafo da un sorbo a su bebida, aceita los engranes de la memoria y los recuerdos comienzan a aflorar.

“Bueno, todos sabemos quién es Ozzy Osbourne, de dónde viene, un hombre emergido de la clase trabajadora de Birmingham, Inglaterra, lo cual me hace pensar en él, en su familia. Lo puedo imaginar como parte de una historia de Ken Loach, el cine de la working class. Y bueno, Black Sabbath. Yo conocía a esa banda pero solamente por las referencias que nos daban en la radio de los 70, Radio Capital, que programaba ese tipo de bandas. Se fue desarrollando el personaje y se volvió un mito para mí hasta el grado de dudar de su existencia. Nos platicaban (de él) pero el inconsciente se preguntaba sí realmente existía”.
Fernando Aceves | Foto: Gudinni Cortina
Fernando Aceves | Foto: Gudinni Cortina

Aceves dice que esas realidades no se fueron dando sino hasta que empezaron a llegar a México, poco a poco, todos esos músicos.

Los turistas parroquianos siguen desfilando por la barra cafetera. En sus caras se aprecia el asombro por la grandeza de la ciudad y sus palacios. Ignoran que Aceves acaba de retratar en la charla al Ozzy Osbourne que enmarcó en su mente mucho tiempo atrás de aquel 1995, cuando realizó el retrato de un hombre que solo conocía de oídas.

En aquellos años, en los patios de las escuelas unos decían que a mitad de sus conciertos Ozzy cortaba la cabeza de un murciélago con sus propios dientes para luego bañarse con la sangre del animal. Pero Aceves sigue detallando la construcción de una fotografía aquella tarde con el líder de Black Sabbath.

Mi intención al documentar, no fue solamente retratar a los personajes por los personajes que son sino que me ha interesado mucho ubicarlos en nuestro contexto: es Ozzy en México. Esa ha sido la médula de mi trabajo. Ubicarlos aquí, no necesariamente en visitas turísticas. Intentar a través de la visión darles el contexto mexicano a ellos. Volverlos mexicanos el tiempo que estén en México, eso ha sido. Y eternizarlos. Ver a un Ozzy Osbourne como a un nativo a través de las imágenes. Olvidarnos de la universalidad del personaje. Poderlo ver a través de mis fotografías como a alguien que es parte de nosotros”.

Así logró capturar a Ozzy en Teotihuacán

Después de confiar el secreto de ese trabajo previo a una sesión, Aceves cuenta acerca de la cobertura en las Pirámides de Teotihuacán con Ozzy Osbourne en agosto de 1995, en un México que sorteaba una de las peores crisis económicas de su historia con la cotización peso dólar por arriba de los seis pesos, comparado con los tres pesos con treinta centavos apenas un año antes. El boleto para el lunes 28 de agosto, en el Palacio de los Deportes, en la sección D, costaba 150 pesos, unos 24 dólares al tipo de cambio de ese mes.

Boleto para Ozzy Osbourne en Palacio de los Deportes, 1995
Boleto para Ozzy Osbourne en Palacio de los Deportes, 1995
“En realidad yo no fui solo con él, éramos un grupo de periodistas acompañándolo por iniciativa de su compañía discográfica Sony Music, que en ese momento estaba lanzando una colección remasterizada de todos sus discos. Tenían el sello particular de Ozzy en caricatura cargando una cruz. Eran tiempos en que las disqueras tenían especial cuidado en la mercadotecnia. Lograron llevarnos. A pesar de haber sido parte de un grupo de gente logré aislarme, porque esa ha sido la fórmula de mi trabajo, lograr aislarme a pesar de estar rodeado de muchos colegas, siempre lograr la soledad. Eso hace que algunas fotografías puedan verse únicas, producto de este aislamiento”.

Pero el aislamiento va a lo más profundo, el fotógrafo se ha abstraído del ambiente de la cafetería; la música chill de fondo es ya imperceptible al oído al tiempo que se adentra en los detalles de aquella sesión.

Ozzy Osbourne en la Pirámides de Teotihuacán | Fernando Aceves
Ozzy Osbourne en la Pirámides de Teotihuacán | Fernando Aceves
“Puede haber compañeros al lado tuyo que están viendo lo mismo en el mismo instante, pero aquí el reto es cómo mostrar las imágenes únicas y en este caso, no puede ser uno ajeno al lugar, pero lo que sí intento es aislarme del entorno, no pensar en otra cosa que no sea mi sujeto y yo, es un diálogo sin palabras. Muchas veces tu sujeto no está enterado de que tú estás ahí pero me gusta pensar que estamos dialogando en silencio…”

Como espectadores estamos ya en primera fila, entre el ojo, la mirada y el visor de la cámara. Aceves detalla la manera en que un profesional como él debe ubicarse, moverse sin perder de vista a su sujeto disfrutando maravillado la Ciudad de los Dioses.

“Siempre buscaba yo estar hasta adelante, siempre ser lo que él tuviera a la mano. Adelantarme un poquito a las cosas. Era el día libre de Ozzy y nos abrió un espacio. Han pasado 30 años, pero lo que más recuerdo es que al final, salió Ozzy: llegó a saludar, un tipo amable, estaba sobrio. Y recuerdo que abrazó a un colega conocido como Chava Rock. Me quedé así: ¡wow! Fue como el abrazo de Acatempan o no sé, porque nació de Ozzy. Él ya traía una energía que modulaba en una frecuencia más alta”.

Así se promocionaba el concierto de Ozzy Osbourne
Así se promocionaba el concierto de Ozzy Osbourne

Un indispensable del rock

Aceves recuerda las exequias de Ozzy en Birmingham y la marcha de un grupo de fans del Chopo a La Villa como parte de esa magia de los mundos metaleros que coexisten de forma casi surrealista en un momento de duelo. Y cuenta qué significa para él ser parte indispensable en la historia del rock.

“En mi haber hay imágenes de Charly Watts, de Gustavo Cerati, de Spinetta, de B.B. King, de Ray Charles. Muchos nombres que se fueron, el haberles documentado significa que siguen vivos. Ese es el poder de la imagen, poderte desplazar a un lugar donde ellos están aún y seguir conversando con ellos”.

jk

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