Hace unos años, Héctor Suárez Gomís tuvo una experiencia cercana a la muerte cuando experimento un problema en el corazón, una fibrilación auricular, que de inmediato requirió atención médica.
El actor y comediante acudió recientemente a La Caminera, programa de radio que conducen Tania Rincón, Fran Hevia y Fer Gay, para hablar de sus proyectos actuales, pero de paso recordó esta difícil situación de salud donde, afirmó, “me desprendí de mi cuerpo”.

¿Cómo fue la experiencia cercana a la muerte de Héctor Suárez Gomís?
En la charla radiofónica, el famoso detalló que una fibrilación auricular es cuando “la taquicardia va más allá de la taquicardia, iba a 221 mi corazón, y cuando va tan rápido ya no late, vibra”.
“Entonces, como no está latiendo, no te oxigena bien la sangre al cerebro… Se salvan 5 de cada 100”, agregó.
Al sufrir esto “en un cuartito de urgencias”, Héctor sintió que “me desprendí de mi cuerpo”.

Esta experiencia marcó su vida. Primero, entró a un “halo de luz” que le dio una sensación “de paz absoluta”.
Siguió con su relato: “Llego a algo que nombré como la frontera, antes de entrar al túnel del que todos hablan. Cuando volteé para abajo vi trillones de luces unidas y mi conciencia entendió que eran los seres vivos del planeta. Entro al túnel, más paz que en el halo de luz, y había una luz a kilómetros que me cegaba muy fuerte”.
“Puse mis manos para que no me cegara y me siguió cegando porque no tenía manos, no tenías pies, no tenía nada. Sin embargo, mi conciencia seguía existiendo”, añadió.
En ese momento, el famoso cayó en cuenta que “la muerte no existe, tu conciencia sigue existiendo, y me hice consciente que era papá y había una niña que no se iba a quedar sola”.
Dentro del túnel, Gomís se dio media vuelta para regresar a la vida: “Volví a pasar por la frontera y volví a ver las luces. Me quedó más claro que todos los seres vivos estamos conectados entre todos”.
“Cuando me veo otra vez en la camilla, tengo la sensación de echarme un clavado para ir más rápido. Cuando entro en mí siento un choque eléctrico y abro los ojos”.
Ya de vuelta a la sala de urgencias, vio a siete personas, destacando a “un señor de unos 80 años, 1.60 máximo de estatura, calvo y con unos ojos azules muy profundos y que me daba la misma sensación de paz que el halo de luz y el túnel. Empezó a comunicarse conmigo sin abrir la boca”.
“Lo primero que pensé fue ‘Rompí una ley universal y vienen por mí’. Como eso estaba en mi mente me dijo ‘Tranquilo, no venimos por ti, estamos aquí para cuidar a todos. Tu experiencia como Héctor todavía no termina’”, afirmó el actor.
El hombre le puso una mano en los ojos y de inmediato sintió “un ardor horrible: me acababan de inyectar potasio en la vena”.
Así reaccionó su papá cuando le contó esta experiencia
Gomís le contó esta situación a su padre, el fallecido Héctor Suárez, quien no demeritó su historia, al contrario.
“Le cuento a mi papá esto que les acabo de contar, y cuando llegó a la descripción del hombre de los ojos azules, mi papá termina de describírmelo”, contó.
Resulta que el papá del actor le recordó que cuando era niño, sufrió un problema de salud, y en ese entonces también hizo su aparición un anciano similar.
hc