La actriz italiana Claudia Cardinale, considerada una de las grandes musas del cine europeo de los años 60 y 70, falleció este miércoles en Francia a los 87 años. La noticia fue confirmada por su agente, Laurent Savry, quien detalló que murió en Nemours, rodeada de sus hijos.
La partida de Cardinale generó reacciones inmediatas en Europa. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, la describió como “una estrella italiana y mundial que siempre estará en nuestros corazones, en la eternidad del cine”. Desde Italia, el ministro de Cultura, Alessandro Giuli, la despidió como “una de las más grandes actrices italianas de todos los tiempos”, destacando su belleza y talento que marcaron hitos en la historia del séptimo arte.

Cardinale filmó más de 100 producciones entre cine y televisión, pero su nombre quedó grabado en películas que definieron la época dorada del cine europeo. Entre ellas, '8½' de Federico Fellini, donde compartió créditos con Marcello Mastroianni; 'El Gatopardo' de Luchino Visconti, en la que encarnó a Angelica Sedara; y el spaghetti western de Sergio Leone 'Érase una vez en el Oeste'.
Nacida en Túnez en 1938, hija de inmigrantes sicilianos, su vida cambió cuando ganó un concurso de belleza que la llevó al Festival de Cine de Venecia. Aunque en un inicio soñaba con ser maestra, la insistencia de la industria la encaminó a la actuación. “El hecho de que esté haciendo películas es solo un accidente”, confesó años después.
Su ascenso ocurrió a la par del estrellato de Sophia Loren, y pronto fue promovida como la respuesta italiana a Brigitte Bardot. Con su mirada profunda y su energía magnética, Cardinale se convirtió en símbolo de pasión y fuerza en pantalla. A pesar de tener oportunidades en Hollywood —donde trabajó con estrellas como Rock Hudson, Tony Curtis, Burt Lancaster y Lee Marvin—, siempre defendió su identidad como actriz europea y rechazó firmar contratos de exclusividad con los estudios estadounidenses.
“Me lo dieron todo. Es maravilloso vivir tantas vidas. He vivido más de 150 vidas, mujeres totalmente diferentes”, dijo en una de sus entrevistas más recordadas.
A lo largo de su trayectoria recibió múltiples reconocimientos, entre ellos un León de Oro honorífico en el Festival de Venecia. En el año 2000 fue nombrada embajadora de buena voluntad de la UNESCO en defensa de los derechos de las mujeres.
Claudia Cardinale deja un legado imborrable en la historia del cine mundial. Además de su carrera, fue madre de dos hijos: uno con el productor Franco Cristaldi, con quien estuvo casada, y otro con el director italiano Pasquale Squitieri, su pareja posterior.

Con información de AP / JCM