Diego Haro, un ciclista chileno de una de las ciudades más australes del mundo, nunca pensó que recorrer Irán en bicicleta con su perro Mirlo sería fácil.
A pesar de todos los sitios del Patrimonio Mundial, las brochetas callejeras y los impresionantes paisajes, había muchas desventajas que esperar si los últimos años servían de guía, incluidas las detenciones cada vez más frecuentes de turistas extranjeros y personas con doble nacionalidad por parte de las fuerzas de seguridad iraníes bajo sospecha de espionaje y otros delitos.
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¿Cómo fue que el ciclista chileno y su perro fueron retenidos?
Haro, de 31 años, de la remota Punta Arenas de Chile, ya había recorrido en bicicleta 20 países, desde Bolivia hasta Armenia, en los últimos dos años.
Pero dijo que nunca imaginó que su viaje implicaría refugiarse de los ataques aéreos israelíes que sumieron a los enemigos regionales en 12 días de guerra abierta este mes. Un inestable alto el fuego se ha mantenido desde el martes.
"Viajar es generalmente una fuente constante de incertidumbre", dijo a The Associated Press en una videollamada desde Yüksekova, en el este de Turquía.
Huyó a través de la frontera a Turquía el domingo pasado con Mirlo, su mestizo de 3 años, en busca de seguridad mientras los ataques israelíes continúan.
"Hay cosas que uno no cree que vayan a suceder, pero suceden", dijo.
Haro había estado viajando por la provincia norteña del Kurdistán durante unas seis semanas, durmiendo en tiendas de campaña en el campo o dependiendo de la hospitalidad de extraños, cuando, el 13 de junio, aviones de combate israelíes cruzaron el espacio aéreo iraní y atacaron repentinamente los sitios militares y nucleares del país.
Como nunca había experimentado la guerra, el chileno recordó su miedo cuando las explosiones iluminaban el cielo nocturno. "Todas las noches había explosiones", dijo. "Mirlo también estaba súper asustado".
Irán elevó el martes a 606 el número de muertos en el país, con cinco mil 332 personas heridas, aunque sus cifras de víctimas en el pasado han minimizado las pérdidas.
El grupo Activistas de Derechos Humanos, con sede en Washington, publicó cifras el miércoles que sugieren que los ataques israelíes contra Irán mataron al menos a mil 54 personas e hirieron a cuatro mil 476.
En Israel, al menos 28 personas murieron y más de mil resultaron heridas en la guerra.
Teherán se vació cuando el ejército israelí emitió órdenes de evacuación y Haro se apresuró a revisar su plan original de llegar a la capital iraní.
"El único objetivo que tenía en mente era tratar de salir de Irán lo antes posible", dijo.
Desde el 13 de junio, los vuelos hacia y desde Irán han sido suspendidos. Con la esperanza de cruzar la frontera a pie, dio media vuelta y se dirigió a Turquía, pedaleando más de 400 kilómetros (250 millas) para llegar a Urmia, en el noreste de Irán.
A medida que las autoridades iraníes comenzaron a comprender la magnitud del daño de la guerra a su aparato militar y de seguridad, creció la paranoia sobre la aparente infiltración israelí. Más de 50 personas fueron arrestadas bajo sospecha de vínculos con Israel y acusadas de "operar aviones no tripulados para filmar sitios públicos y estratégicos", informaron las agencias de noticias semioficiales Fars y Tasnim.
Haro dijo que sintió que lo estaban observando. Una noche de la semana pasada, seis hombres armados se detuvieron en un vehículo sin licencia junto a él, lo obligaron a entrar y le vendaron los ojos mientras tomaban su pasaporte y conducían haciéndole preguntas hasta el amanecer sobre por qué estaba en el país, dijo. No se identificaron, agregó.
"Yo me vi envuelto en interrogatorios, si yo tenía un vinculo o no con Israel (...) Me estuvieron investigando todo un día y yo sin saber, nos interceptaron, nos detuvieron en un auto y ahí empezó el interrogatorio", expresó el chileno al medio Chilevision .
Le costó explicar su gira mundial en bicicleta con su perro, ya que ninguno de ellos entendía inglés, y mucho menos español. A la tarde siguiente, recuperó su pasaporte y se le concedió permiso para salir.
La misión de Irán ante las Naciones Unidas no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la breve detención de Haro.
Lo primero que hizo después de cruzar a Turquía con Mirlo fue comprar una tarjeta SIM y llamar a su madre, recordó.
El gobierno de Irán impuso un apagón nacional de internet y no había hablado con ningún amigo o familiar en más de cinco días.
"Mi mamá no podía parar de llorar", dijo.
Mira el video aquí:
APC
