Después de ganar un Emmy Internacional y demostrar que sí se puede hacer humor con inteligencia sobre las minorías sin caer en la burla o la solemnidad, División Palermo regresa a Netflix con una segunda temporada mucho más afilada, incómoda y sobre todo más política.
Santiago Korovsky, creador, guionista, director y protagonista de la serie lo dijo sin rodeos: tuvieron que subir la apuesta, ir al límite con el humor, el drama y los personajes.
“La idea fue ir más a fondo con los giros de la trama, con la acción, con sumar nuevos personajes, nuevas minorías, nuevos villanos. Fue todo un desafío poder encontrarles un espacio a todos los personajes de la primera temporada, encontrar ese balance, y eso hizo que nos tomemos un tiempo entre la primera y la segunda. Ya pasaron poco más de dos años, pero preferimos que saliera bien a que saliera rápido”, dijo Santiago Korovsky a MILENIO

En su segunda temporada, la serie apunta directo a cómo la inclusión ya no es tendencia, lo que antes era una patrulla diversa usada como pancarta electoral, ahora queda fuera del guión político, “la primera termina con la ministra presentando las elecciones y teníamos que hacernos cargo de este nuevo contexto, la guardia empezó siendo una guardia que hace un partido político, un gobierno, que quiere mostrarse inclusivo”, dijo el creador de la historia.
Pero, “lo que vemos en realidad es una acción de marketing vacía, que quiere mostrarse cercano a la gente, que las fuerzas de seguridad pueden ser como vos, y por eso incluyen tantas minorías. Y el contexto cambió, porque ahora la inclusión no es lo que está, por lo menos en nuestro país y en muchos otros, en el discurso político diario. Hay algo de ese giro de la política que hace que la serie lo aborde desde el humor y la crítica”, agregó Santiago.

La burla es al poder, no a la minoría
Lo que diferencia a División Palermo de tantas otras historias es que no busca burlarse de las personas vulnerables, sino del uso cínico que hacer de ellas las instituciones, gobiernos, funcionarios o la misma sociedad, en palabras de su creador: La serie es clara, no queríamos caer ni en la burla desde la superioridad ni en la hipercorrección política que infantiliza. Iván Davidovich, actor con parálisis cerebral que se comunica con una computadora se lo dijo.
“Nos miran con admiración y nos miran con lástima a veces. Nosotros queremos que nos miren con igualdad”, explicó Santiago sobre la charla que tuvo con Davidovich previo al rodaje, “y ese es el humor de la serie: un humor inclusivo. Y para eso nos reunimos con las minorías, hablamos con los actores, con fundaciones, con una escritora usuaria de silla de ruedas. Les pedimos que nos contaran experiencias, anécdotas reales”, explicó el creador.
Ese enfoque se sostiene con anécdotas reales que pasaron del mundo al guión: como la historia de un actor de talla baja que compartió con la producción cómo una señora le tocó la cabeza y se frotó las manos “porque trae suerte”. Sí, eso aún ocurre y División Palermo no solo lo muestra, se ríe, crítica, incomoda y nos obliga a pensar si hacemos lo correcto en un mundo que presume de ser inclusivo, pero que tiene aún un largo camino por recorrer.
Un elenco que representa sin actuar
División Palermo no sólo habla de diversidad: la ejerce. El elenco combina actores con trayectorias sólidas, como Marcelo Subiotto, leyenda del teatro y parte de El Eternauta, con personas que pisan un set por primera vez, de acuerdo a Santiago, “muchas de las minorías que forman parte de la serie son representadas por esas minorías, como Iván Davidovich, un chico con parálisis cerebral que se comunica a través de una máquina”, comentó Santiago.
En esta temporada, por ejemplo, se sumó Lucas Poggi, un actor en silla de ruedas, difícil de encontrar en el panorama actoral argentino. El trabajo del director de casting Yair Zahir fue clave para descubrir talentos sin experiencia, pero con mucho que aportar.
El reto fue encontrar un lenguaje común. Como en la ficción, armar una patrulla diversa que realmente funcionara, “el reto fue encontrar la forma de cómo hablarle a cada uno”, agregó el director.
Más allá del humor y la crítica, División Palermo también es un homenaje al trabajo en equipo, tanto dentro como fuera de la ficción, “yo venía de las redes sociales, acostumbrado a hacer todo solo, esta serie me obligó a delegar, a confiar, a armar comunidad y eso también es lo que cuenta nuestra historia: el que grupo salva”, explicó su creador, y si la serie les gusta, “por favor, pónganle doble pulgar o me encanta, así el algoritmo nos llevará lejos”.
Mira el tráiler aquí: