El mundo del cine se encuentra de luto tras la muerte de Robert Redford a los 89 años. El actor, director y productor no solo dejó una huella imborrable en Hollywood, sino que también cambió la forma en que se concebía el cine independiente a través de la creación del Festival de Sundance.
Su fallecimiento ha reavivado el interés por conocer cómo surgió este certamen que abrió puertas a generaciones de cineastas y consolidó su figura como un defensor incansable de la diversidad y las voces originales en la pantalla grande.


¿Cómo surgió el El Festival de Sundance?
El Sundance no nació de la nada. En 1978, en Salt Lake City, se celebró por primera vez el Utah/US Film Festival, impulsado por la Comisión Cinematográfica estatal con la intención de atraer producciones al estado y fortalecer la industria independiente.
Redford no estuvo vinculado a aquella primera etapa, pero pronto vio en esa idea el espacio perfecto para dar vida a un proyecto que ya germinaba en su mente.
En 1981 fundó el Sundance Institute, una organización destinada a apoyar nuevas obras y talentos emergentes. Cuatro años más tarde, en 1985, el actor tomó el control del festival, transformándolo en un punto de encuentro clave para quienes buscaban un cine distinto, alejado de los moldes tradicionales de Hollywood.
"Fue una gran idea con unos inicios pequeños. (...) El primer año (1985) fueron tal vez unas 150 personas. Teníamos un teatro, unos 10 documentales y 20 películas", indicó en 2015 al medio Democracy Now.
Sin embargo, lo que comenzó como una apuesta modesta pronto se convirtió en un “caballo salvaje”, como él mismo lo definía, que creció sin freno gracias a la pasión del público y los cineastas.
El verdadero punto de inflexión llegó en 1989 con Sex, Lies, and Videotape, de Steven Soderbergh, que no solo triunfó en Sundance, sino que también arrasó en Cannes. Ese éxito consolidó al festival como el trampolín definitivo para las películas independientes.
El renombre internacional de Sundance
En 1991 el certamen adoptó oficialmente el nombre de Festival de Cine de Sundance, en honor al personaje que Redford interpretó en 1969 y que marcó su carrera.
Desde entonces, se convirtió en la mayor plataforma mundial del cine independiente, responsable de impulsar a directores que hoy son referentes, como Quentin Tarantino, Darren Aronofsky, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson y Taika Waititi.
Por sus pantallas pasaron obras que marcaron época, entre ellas Perros de Reserva (1992), Pequeña Miss Sunshine (2006), Call Me by Your Name (2017) y el documental An Inconvenient Truth (2006).

Cada edición fortalecía la misión que Redford había definido desde un inicio: dar voz a las ideas originales y construir una comunidad basada en la independencia creativa.
Consciente de que el crecimiento podía diluir la esencia del festival, Redford ya advertía en 2016 sobre la necesidad de replantear el rumbo para no perder “el corazón y el alma” de Sundance.
De hecho, la organización anunció que en 2027 el certamen se trasladará de Park City a Boulder, Colorado, con el objetivo de seguir apostando por la innovación y la libertad creativa.
El legado de Robert Redford no se limita a sus películas ni a su carisma en pantalla. Su visión de independencia y diversidad convirtió a Sundance en un símbolo cultural que abrió caminos y dio voz a miles de cineastas en todo el mundo. Como él mismo afirmaba:
“La diversidad surge de la palabra independencia. Si tienes una mentalidad independiente, vas a hacer las cosas de manera diferente a lo habitual y entonces vas a tener productos más diversos”.

Con información de EFE.