Las adaptaciones de libros a películas suelen generar recelo entre los fans de las obras, pues pocas veces se retratan con efectividad los universos literarios en la gran pantalla. Afortunadamente para La Noche Siempre Llega, del escritor estadunidense Willy Vlautin, su versión cinematográfica ha cautivado a miles de personas.
Estrenada en Netflix el pasado 15 de agosto, esta producción protagonizada por Vanessa Kirby (a quien recientemente vimos como integrante de Los Cuatro Fantásticos: primeros pasos) se ha colocado como una de las más vistas de la plataforma. Además, ha generado dudas respecto a su final, que a continuación te aclaramos.

¿La noche siempre llega es una historia real?
Esta historia desarrollada en la zona del noroeste del Pacífico, en Estados Unidos, nació de la mente de Willy Vlautin, escritor estadunidense que primero se dio a conocer como cantante del grupo de country Richmond Fontaine.
Su irrupción literaria ocurrió en 2007 con el libro The Motel Life. Éste tuvo tanto éxito que en 2013 se lanzó su adaptación cinematográfica con un elenco conformado por Emile Hirsch, Stephen Dorff y Dakota Fanning.

Siguió acrecentando su talento como escritor con obras como La libre (2014) y No me dejes escapar (2018), hasta que en 2021 lanzó La noche siempre llega, una obra de ficción que tiene como protagonista a Lynette, mujer que, presa de la desesperación por comprar una casa para su familia, está dispuesta a obtener el dinero de cualquier forma.
¿De qué trata la película?
Tras un duro pasado y múltiples trabajos, que poco a poco se van develando en la cinta, Lynette (Vanessa Kirby) encuentra paz en la idea de que por fin podrá comprar la casa donde vive con su madre, Doreen, y su hermano, Kenny, que tiene síndrome de Down.
El día que debe dar el dinero para el enganche pasa mucho tiempo esperando a su madre, quien también debe firmar los papeles. Al final, no aparece. Y cuando Lynette vuelve a casa para saber qué pasó, la ve llegar en un nuevo coche que compró con la cantidad que tenían destinada para la casa: 25 mil dólares.
Desesperada por esta situación, Lynette contacta a Scott, un empresario y hombre de familia con el que solía tener encuentros sexuales a cambio de dinero. Ella le pide ayuda para conseguir la cantidad del enganche, pero él se ríe. Tras unos tragos, ambos acaban en una habitación de hotel. Antes de irse, Scott le da 500 dólares, y luego le deja otros 500 a modo de despedida.
En un arrebato, la protagonista toma las llaves del carro del empresario, un Mercedes, y logra robarlo. Pero sin mucha noción de qué hacer con él, lo deja abandonado bajo un puente.
Tras su hurto, Lynette visita a su amiga, Gloria, en el lujoso departamento donde mantiene un amorío con un senador. Ella le debe 3 mil dólares, pero se niega a pagarle y solo le da 500. Esto sofoca a la protagonista, que, luego de que su amiga sale a una reunión importante con su amante, se queda un rato más en el departamento y descubre una caja fuerte.

Para abrir esta caja, Lynette le pide ayuda a Cody, su colega en uno de sus trabajos, a la par de ser un ex presidiario. Él acepta ayudarla a cambio de una compensación. Van a el departamento donde vive Gloria, extraen la caja y se la llevan a un experto en ese tipo de trabajos.
En una zona marginal, un tipo de aspecto rudo recibe en su casa a Lynette y a Cody, preguntándole a ella sobre el contenido de la caja y si es verdad que es la propietaria. Tras abrir y ver lo que tiene (drogas, relojes Rolex y dinero), el tipo y su colega atacan a Lynette y Cody, pero ellos logran sobreponerse y escapan con los objetos de valor.
Haciendo cuentas, Lynette nota que solo le faltan 4 mil dólares para llegar a su meta, por lo que le pregunta a Cody si sabe alguien que quiera comprar el Mercedes. Él le dice que sí y le pide acompañarlo por el dinero. De paso, Lynette recoge a su hermano, Kenny.
Llegando al auto, Cody, asustado por la situación, pero también envuelto en codicia, le arranca el dinero a Lynette de manera violenta. Ella se repone pronto y, como aún está dentro de su auto, embiste al ex presidiario. Viéndolo lastimado en el piso, le quita el dinero y le deja las llaves del Mercedes.
Tras dejar a Cody malherido, Lynette y Kenny tienen una charla muy íntima en un restaurante, la cual refuerza su hermandad. Sin muchas opciones para completar el dinero, Lynette vsita a su ex, Tommy, un señor mayor que, cuando eran pareja, la obligó a prostituirse.
A Tommy le pide ayuda para vender la droga que encontró en la caja fuerte, pero él no puede hacer nada al respecto, más que recomendarle buscar a un traficante, Blake.

Blake resulta ser un hombre siniestro que intenta aprovecharse de Lynette, pero ella reacciona violentamente rompiéndole una figura de cristal en la cabeza. Los secuaces del traficante la atrapan y la golpean, hasta que ella cae sobre una mesa de cristal y, debido al daño que se hace, deciden dejarla libre.
Final explicado de La noche siempre llega
Tras las desventuras vividas durante una noche, Lynette vuelve a casa con el dinero completo. Ahí su madre, preocupada por dónde estaban sus hijos, la confronta. Ella le explica que estuvo consiguiendo la cantidad para el enganche de la casa.
Su progenitora revela que no quiere esa casa porque le trae malos recuerdos. Por eso tiene planes mudarse con una amiga y llevarse a Kenny con ella, dejando a Lynette a su suerte.
Tras la discusión con su madre, la protagonista recibe una llamada de propietario de la casa, quien le informa que ya la vendió a alguien más, pues le dio muchas oportunidades a la familia para comprarla.
Ante estas nuevas dificultades, Lynette decide empezar a ver por sí misma y, tras despedirse de su hermano y tomar gran parte del dinero que recaudó, emprende un viaje en su auto hacia un destino incierto.
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