El deporte de tenis en silla de ruedas se creó en 1976 y en 49 años de existencia ha tenido un crecimiento continuo, ya que desde 1992 fue contemplado para ser parte del programa oficial de los Juegos Paralímpicos de Barcelona y en el 2002 comenzó a ser integrado a los Grand Slams, por lo que es un deporte que ha tenido un destacado desarrollo, pero en nuestro país se ha quedado estancado, debido a que no hay muchos deportistas a nivel nacional en esta disciplina.
“En Europa y otras partes del mundo es una disciplina que se practica mucho, en el mundo hay como cuatro mil jugadores, lamentablemente nosotros no hemos buscado más valores para que se incluyan en el tenis, pero ojalá que en el primer campamento que se hizo en la Ciudad de México haya sido un impulso para buscar nuevos valores y que crezca esta disciplina en México”, mencionó Margarito Bautista, quien lleva 35 años en este deporte.
Entre los poco deportistas nacionales que hay en México destacan Carlos Daniel Muro Chavarría, medallista de plata en los Juegos Parapanamericanos Juveniles Argentina 2013, subcampeón en el Clasificatorio de las Américas BNP PARIBAS 2016, Premio Estatal del Deporte en 2017 y seleccionado nacional en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023, además de Luis Pablo Peña Amador y Alfonso Quevedo.
“Después de los Panamericanos de Guadalajara 2011 tuvimos unos años con un promedio de 14 o 16 jugadores en este deporte y competíamos en cuatro torneos cada año, pero poco a poco se empezó a hacer menos y muchos de nosotros ya estamos veteranos, nos retirábamos y ahora necesitamos impulsar a los nuevos valores. En clubs o en parques se puede practicar, necesitamos que más gente se involucre en esto, que en verdad quiera ser entrenadores y aportar talentos nuevos”, mencionó Margarito.

En el circuito profesional de tenis de silla de ruedas hay 600 jugadores con ranking mundial, donde 400 son hombres y 200 mujeres, quienes compiten en los distintos que hay en el mundo para buscar estar en los torneos grandes como los Grand Slam y los Juegos Paralímpicos.
“Para los Juegos Paralímpicos es una aventura muy larga, el tenis es muy difícil de saber todas las técnicas, yo tengo 35 años en esto y apenas estoy realizando mi sueño de hacer esto. Sí se puede, es un proceso a largo plazo y no de tres años. Necesitas ser competitivo en tu propio estado y después nacional. Se debe tener una silla especializada para practicar el tenis, eso es costoso, lo que sí debemos de hacer es que más clubs patrocinen a jugadores para que esos mismos lugares puedan desarrollar sus habilidades”, expresó el paratenista mexicano.
Bautista mencionó que primero practicó basquetbol en silla de ruedas; sin embargo, le fue encontrando mayor gusto al tenis.
“Estaba viviendo en Estados Unidos, primero me introdujeron al basquetbol y después me gustó el tenis, porque me gusta que se puede practicar con otra persona convencional o con otra persona en silla de ruedas, que en el basquetbol no puedes porque no puedes brincar. Adquirí el virus de poliomielitis cuando tenía dos años, entonces mi discapacidad ha sido prácticamente en toda mi vida. Me fui a California en los setentas y ahí fue donde hice mi escuela y ya involucré la silla de ruedas, por ese método pude estar en una selección de basquetbol en Estados Unidos y después a Europa, así que no hay que darse por vencidos, es una cosa difícil pero no imposible”, indicó el deportista.
Así, Margarito continúa practicando este deporte a sus 60 años de edad, pero ya no en el alto rendimiento sino lo hace por la pasión que le tiene a la disciplina, donde busca nuevos talentos a través de torneos nacionales que realiza.
Disciplina que lo ayudó con su formación deportiva
El costarricense José Pablo Gil practicaba tenis convencional, pero un accidente le impidió continuar con el sueño de llegar al circuito profesional; sin embargo, vio en el tenis en silla de ruedas la posibilidad de seguir trascendiendo y hasta ahora ya ha asistido a dos Juegos Paralímpicos.
“Antes de esto practicaba tenis convencional, pero tuve un accidente a los 21 años de edad y en el caso mío he estado en el top 20 del ranking, he competido en dos Juegos Paralímpicos, el de Tokio 2020 y París 2024, aparte de eso he competido mucho a nivel internacional y he ganado bastantes torneos. Jugué bastantes torneos en junior, me dediqué al tenis a los 13 años de edad y vine a competir varias veces a México, como en los torneos del Casablanca, estuve top 200 en junior. Después fue cuando tuve el accidente, en el momento que iba al Colegio de Chile por una beca deportiva”, indicó Gil, quien cuenta con 30 años de edad.
José Pablo considera que este deporte lo salvó y que le dio otra oportunidad de continuar con la disciplina que le gusta practicar.
“El deporte me salvó, no tenía en mente seguir haciendo deporte, el accidente fue bastante fuerte, estuve dos semanas en coma. La evolución fue poco a poco, saliendo adelante entre cada dolor, de no poder bañarme solo hasta llegar al tenis, por lo que esta segunda oportunidad me cambió la vida. Creo que la vida me dio una segunda oportunidad para cumplir mis metas y mis sueños. Ya tengo dos Juegos Paralímpicos y ojalá que pronto tengamos a más gente del área de Centroamérica compitiendo en todos los torneos grandes”, mencionó.
Gil explica que el circuito profesional del tenis en silla de ruedas es prácticamente lo mismo al convencional, por lo que se adaptó rápidamente al sistema de competencia.
“En el caso de silla de ruedas es un tour espejo al de la ATP, tenemos más de 250 torneos al año en todo el mundo, donde también competimos en los Grand Slam, además se juega el proceso de los Juegos Paralímpicos, así que es un deporte bastante movido y más profesionales que existen en deporte adaptado a nivel mundial, se nota en la calidad de los torneos en donde competimos y hay más de 600 atletas en el ranking. Ya se está compitiendo en los estadios de los Grand Slam, ya nos dan esa oportunidad y al final se ve que el tenis sobre silla de ruedas es llamativo para los medios y patrocinadores”, precisó el paratenista costarricense.
Ya con dos Juegos Paralímpicos disputados, ahora el tenista quiere estar presente en Los Ángeles 2028. “La meta que tengo es volver a clasificar a unos terceros Juegos Paralímpicos y llegar a competir en los Grand Slams”.
Mayor ambición
La tenista colombiana Zuleiny Rodríguez participó en los Juegos Paralímpicos de París 2024 donde obtuvo el diploma olímpico, resultado que le dio mayor motivación para ir en busca de otra justa paralímpica y qué mejor clasificando de manera directa y lograr un podio en Los Ángeles 2028.
“Desde la clausura en París 2024 ya me estoy visualizando en Los Ángeles 2028. Mi participación en Paralímpicos se debió por la wild card ya que clasifican directo las primeras 16 y yo estaba en el ranking 40, entonces ahora la meta es clasificar directo y sueño con el podio. Es el momento donde todo lo vale, realmente ha sido una de mis experiencias más gratificantes que me ha dado el deporte, porque tenis es una disciplina donde más pierdes y pierdes, por lo que debes mentalizarte mucho para seguir adelante, pero también da esas alegrías como jugar en unos Juegos Paralímpicos y hacerlo por primera vez es algo especial”, precisó Rodríguez.
La deportista comenzó a practicar esta disciplina a los 15 años de edad y a los dos años siguientes la convocaron a la selección de su país.
“Yo comencé a practicar este deporte a los 15 años de edad, anterior a esto practiqué baloncesto y natación, por lo que realmente mi historia en el deporte paralímpico ha sido muy bonita porque ni mis familiares y yo sabíamos nada de esta disciplina y hoy en día ser una gran para atleta es un gran logro para mi y para mi familia. A mis 17 años me convocaron a la selección juvenil y salir de Colombia para representar a mi país me cambió completamente el chip, realmente me dio un poco de visión de lo que era realmente el tenis, después vinieron torneos internacionales en Europa donde enfrenté a las mejores jugadoras, por lo que yo quería ser como ellas”, precisó.
Rodríguez antes del tenis practicaba natación y basquetbol en silla de ruedas, pero le gusto el tenis por ser un deporte individual.
“En mi caso siempre me apoyaron mis padres, pero desde afuera, porque ellos tenían que trabajar para darme dinero e irme a entrenar, entonces fue como tener un proceso poco sola, por lo que no hubo ese empuje de seguir en natación y me permitieron hacer baloncesto, así que realmente era lo que yo quisiera practicar, finalmente elegí el tenis porque es un deporte individual y me gustó mucho el circuito, además que siempre me he caracterizado muy independiente. Dije aquí puedo hacer algo y ha sido como un proceso en el camino profesional”, indicó.
Zuleiny considera que se le da bien el manejo de la silla de ruedas y lo ve como realizar dos deportes en uno.
“Nací con malformación congénita en miembros inferiores, quiere decir que de la rodilla para abajo no se formaron los huesos, así que toda mi vida he caminado al ritmo de dos maravillosas prótesis, cuando conocí el tenis en silla de ruedas fue el primer acercamiento que tuve en la silla de ruedas y ahora me parece cómodo para los viajes. Realmente se me dio muy rápido el manejo de la silla de ruedas, porque las manos o los brazos han sido mis piernas, así que ya tenía esa agilidad; sin embargo, el tenis en silla de ruedas es como dos deportes en uno, todavía tengo una gran oportunidad de mejorar en aprendizaje y en el manejo de la silla”, señaló.
ZZM