La clavadista Arantxa Chávez se ha recuperado totalmente de la lesión que la dejó fuera del control interno realizado el pasado marzo en el CNAR, y que por consiguiente la dejó sin posibilidad de ir a la Copa del Mundo de Tokio donde se darán los últimos boletos a los próximos Juegos Olímpicos.
“Justo el día que iba a competir, en el calentamiento, sentí el estirón en la pantorrilla, intenté brincar pero ya no pude, y me tuve que salir de la competencia. Me quedé con las ganas porque me sentía muy bien pero me pasó esto de la lesión, entonces prácticamente los primeros meses de la cuarentena me ayudaron para recuperarme de esa lesión, me pusieron reposo obligatorio, y como estaba en mi casa no podía hacer nada mas que las indicaciones del doctor, pero después de eso hacia la terapia y trataba de hacer un poco de ejercicio”, declaró Chávez.
En mayo, la deportista comenzó a realizar ejercicios físicos, y hace unas semanas volvió a tirar clavados en el centro acuático del Macrocentro en León.
“Realizaba lo poco que podía hacer en trabajo físico, ya que en clavados necesitamos la alberca, por lo tanto, corría, realizaba abdominales y flexibilidad. Ahora ya casi son tres semanas de que pudimos regresar a entrenar en alberca e iniciamos otra vez la preparación física, a adaptarnos otra vez a los movimientos y regresar a la forma habitual del entrenamiento”, mencionó la clavadista.
Así Chávez se enfoca en el control interno que deberá hacer la Federación Mexicana de Natación para definir los nombres de los clavadistas que competirán en Tokio 2021. México ya tiene hasta el momento una plaza en trampolín individual femenil y otra en la modalidad sincronizada, y ahora las clavadistas Melany Hernández y Aranza Vázquez irán a la Copa del Mundo en febrero del siguiente año por el lugar que falta.
“Es lo que estamos esperando, primero que nada que México obtenga las plazas, y ya después concentrarnos en ganarlas, tanto en lo individual como en los sincronizados con Laura Sánchez. Aun no sabemos cómo será la organización de la federación, pero ese es nuestro objetivo, clasificar a Juegos Olímpicos”, indicó la clavadista.
Arantxa realiza los sincronizados con Laura Sánchez desde el 2018, pero años atrás compitieron juntas de manera internacional, donde el mejor resultado que lograron fue el cuarto lugar en el Mundial de Barcelona 2013.
“La adaptación ha sido muy buena, ya habíamos tirado antes Laura y yo, pero ya no tuvimos la oportunidad de juntarnos a entrenar, ya que yo antes estaba en otro equipo, y ahora compartimos prácticamente todo, un mismo entrenador y diario nos estamos preparando, lo cual eso ayuda a sincronizar mejor en todos los aspectos. Nuestro brinco es natural y brincamos lo mismo, si hay cosas que a lo mejor ella o yo debemos modificar para vernos lo más similares que se pueda, y estar sincronizadas desde que estamos paradas hasta que entramos al agua”, expresó.
Arantxa apuesta por la calidad en sus clavados para conseguir el boleto a Tokio, y tiene como mejor clavado el tres y media vueltas al frente en posición B, el cual vale 3.1 grados de dificultad.
“Seguiré con la misma serie de clavados y se buscará mejorar la calidad en cada uno de los saltos, para así obtener mejores calificaciones, tanto en lo individual y en los sincronizados. Estamos viendo las puntuaciones que debemos ir haciendo, la calificación en cada clavado y lo que necesito mejorar en cada uno de ellos. El clavados de tres y media vueltas al frente en posición B, y es uno de los que más me gusta hacer, y normalmente varios deportistas lo ponen como al principio y a mi me gusta terminar con el porque me da más puntos”, señaló.
Así, Chávez buscará estar en su segunda justa olímpica, luego de haber competido en Londres 2012, donde se quedó en la ronda preliminar del trampolín.
“Iba muy joven, con nervios, y todo se me juntó, y ahora tengo mayor madurez para enfrentar una competencia así, y a lado de Laura que es medallista olímpica, lo cual me da esa seguridad y motivación para lograr nuestros sueños. Tengo el recuerdo de los Juegos Olímpicos, pero quiero vivirlo de otra forma, ya más segura en las competencias y con otro enfoque. Día con día trabajo en lo psicológico, lo cual fue lo que me falló, y además en lo técnico”, finalizó.
JMRS