Kripalu es una forma suave de hatha yoga desarrollado por Amit Desai a partir de las enseñanzas de su maestro Swami Kripalvananda, y su objetivo es guiar la conciencia hacia el interior, centrándose en el flujo de prana o energía vital. Los estudiantes son alentados a honrar “la sabiduría del cuerpo” y a trabajar según los límites de su flexibilidad y fuerza individual.
Fundamentada en las antiguas escrituras Védicas, en los Sutras de Patanjali y los Ocho preceptos del yoga, Kripalu integra las tres dimensiones humanas por medio de asanas moderadas y meditativas en el entendido de que cada acto del cuerpo está siempre acompañado y fuertemente influenciado por las condiciones mentales y emocionales. Kripalu significa compasión, que es reconocer y honrar la singularidad de cada persona.
A través de movimientos y posturas del cuerpo físico combinados con simples técnicas de respiración se libera la tensión física y emocional, la mente calma su naturaleza inquieta, y el espíritu interior es experimentado de manera integral. Ésta una forma de yoga que utiliza “la Meditación en el Movimiento”: “Llegamos a estar lúcidos espiritualmente y mentalmente presentes en un cuerpo relajado”.
Lo cierto es que aunque Kripalu es accesible para todo tipo de practicantes, puede empezar a proponer desafíos cuando asanas como Natrajasana (El bailarín), Kapotasana (La Paloma) y Matsyendrasana (Torsión de la columna vertebral) requieran más tiempo de lo habitual, y especialmente en las sesiones de meditación profunda; ahí es donde el yogui logra darse cuenta tanto de los límites como de los potenciales de su cuerpo.
A medida que se disuelven las perturbaciones mentales y emocionales y las enormes cantidades de prana se liberan, se producen muchos beneficios para el organismo ya que se trabaja sobre el sistema muscular esquelético, además de los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo; el sistema inmune y el nervioso.
Kripalu Yoga es también un instrumento para la autonomía y el crecimiento personal conectando con el flujo de prana, practicando la auto-aceptación, desarrollando la observación consciente y sin juicio, y aplicando lo que es aprendido cada clase en el día a día:
“De esta manera se desarrolla la conciencia alrededor de la forma en que se piensa, se actúa y se siente no solo en la práctica, sino también en la vida cotidiana. Lo más importante, es predicar el amor en todos los aspectos, especialmente cuando se trata de amarte a ti mismo y a tu cuerpo”.
(Con información de thesecretsofyoga.com, relajemos.com y doyouyoga.com)
NATARAJASANA
Nataraja (nata: bailarín; raja: señor, rey) es un nombre de Shiva, señor de la Danza. Shiva no es sólo el dios de la quietud mística, la muerte y la destrucción, sino que también es señor de la danza. En su morada del Himalaya en el monte Kailash y en su casa del Sur, el templo de Chidambaran, Shiva baila. El dios creó mas de cien danzas, unas tranquilas y suaves otras feroces y terribles. La más famosa entre las terribles es la Tandava, la danza cósmica de la destrucción, en la cual Shiva, lleno de furia contra su suegro Daksa por haber matado a su esposa Sati, se hace rodear por sus sirvientes (ganas) y, al son de un ritmo salvaje, destruye a Daksa y hace temblar al mundo. Shiva, como señor de la danza, ha inspirado algunas de las más bellas piezas de la escultura india y de los bronces del sur de la India.
Esta asana simboliza la terrible danza, Tandava, que Shiva ejecutará cuando haya de destruir todo lo conocido, para que un nuevo cosmos surja de nuevo.
En la postura de Nataraja, el brazo levantado simboliza la energía que sostiene y mantiene la creación. El brazo de atrás, difícil de ver cuando se realiza la postura, simboliza la ocultación. Shiva oculta y limita su naturaleza eterna y omnipotente, envolviendo su conciencia divina y universal en una variedad sin límites de cuerpos físicos. En cada postura de Hatha Yoga experimentamos algunas limitaciones físicas de flexibilidad, fuerza, resistencia o equilibrio. Olvidamos nuestra herencia divina envuelta en nuestro cuerpo físico.
La pierna sobre la que nos sostenemos, representa el poder que tiene el tener siempre presente en nuestra mente, que como conciencia suprema que somos, somos esencialmente puros, valiosos y completos. Esto mantiene al demonio de la ignorancia bajo nuestro control.
La pierna levantada representa la gracia divina de la conciencia suprema, que desciende para levantar el velo de la ignorancia de nuestra visión interior.
A través de Natarajasana percibimos directamente que somos una expresión microcósmica del quíntuple poder creativo de la conciencia Universal. Cuando nos colocamos en la postura, creamos, cuando mantenemos el equilibrio, mantenemos nuestra creación, cuando deshacemos la postura, destruimos nuestra creación. Mientras luchamos por mantenernos en la postura, experimentamos que nuestra naturaleza omnipotente está oculta. Pero cuando experimentamos la postura en su grandeza, experimentamos la revelación de nuestra verdadera naturaleza, ampliando nuestra conciencia y sintiéndonos llenos de dicha.
SHIVA
Natarajasana es de estas últimas, Nataraja es el mitológico “Bailarín Real”, que aparece en la iconografía hindú como una graciosa figura con una pierna levantada en pose de baile, rodeado por un círculo de llamas. En la filosofía Hindú, Nataraja representa al Dios Shiva (el destructor), que junto con Brahma (el creador) y Vishnu (el preservador) forman la triada Hindú.
Esta figura simboliza "La Danza de Shiva", la Ananda Tandava o Danza de la Dicha, que representa las 5 actividades o poderes de Shiva: creación, mantenimiento, disolución, ocultación y revelación del universo.
El poder de la creación del universo, Srsti, está representado por la mano derecha en alto y el tambor, sobre el cual toca y produce las vibraciones de las que emanan los ritmos y ciclos de la creación.
El poder del mantenimiento del universo, Sthiti, está representado por la mano derecha de abajo en un gesto de bendecir o indicación de valentía, de no tener miedo, el Abhaya Mudra.
El poder de disolución, destrucción o absorción del universo, Samhara, se muestra a través del fuego que sostiene en su mano izquierda elevada en una pose de media luna.
El poder de ocultación, Nigraha, está representado por el pie derecho posado sobre el demonio del olvido, es la ignorancia de quienes somos, lo que tapa o esconde la verdad de nuestra verdadera naturaleza.
El poder de la revelación de nuestra verdadera naturaleza, Anugraha, brinda conocimiento y libera el espíritu. Este está representado por el pie izquierdo levantado y la mano izquierda hacia abajo como una trompa de elefante.
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