La deportista Gabriela Licona tenía como plan de vida ser entrenadora de educación física, sin embargo, nunca se imaginó que una semana antes de realizar la prueba para ingresar a la Escuela Superior de Educación Física (ESEF) esa meta tendría que derrumbarse.
“Desde niña siempre me gustaron los deportes y tuve la oportunidad de practicarlos en secundaria donde nos igual nos motivaban a asistir a competencias, y después en la prepa participé en lucha olímpica, entonces tomé la decisión de estudiar educación física, pero una semana antes del examen, fue un lunes, me atropellan, y al siguiente lunes que era la evaluación le decía al doctor que quería ir a hacer el examen, pero no fue posible”, declaró Licona.
Ese accidente que le provocó perder la pierna derecha por debajo de la rodilla, lo tuvo cuando tenía 19 años, y tras recuperarse en el hospital su camino profesional se dirigió a ser enfermera.
“Escogí esta carrera a partir de que tuve mi accidente a los 19 años, en el cual un vehículo me arroyó al frente de la preparatoria nueve, y estuve internada en el hospital Magdalena de las Salinas, y tuve un buen trato de las enfermeras, yo nunca imaginé que una enfermera pudiera atender muy bien, y eran quiénes me daban ánimo, y ellas me explicaban todo lo que iba pasando y lo qué podía pasar. Eso me causó tanta admiración que quise ser enfermera, y ahora estar de este lado me dio la oportunidad de atender a los pacientes lo mejor que pudiera y con conocimiento”, expresó.
Tiempo después Gabriela volvió a retomar su andar deportivo y se inclinó por practicar el tiro deportivo.
“Tengo apenas dos años de practicar el deporte, entonces fue así como el despegue de que a los seis meses ya estaba en la primera Copa Mundial, y al año fue que logré la clasificación para los ParaPanamericanos, entonces es un deporte nuevo para México, ya que tiene dos años y medio, entonces participar en tan poco tiempo en unos Paralímpicos estaría excelente. Desde niña siempre me gustaron los deportes y tuve la oportunidad de practicarlos en secundaria donde nos igual nos motivaban a asistir a competencias, y después en la prepa participé en lucha olímpica”, indicó.
Licona aspira a clasificar a los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021 y ahora en marzo del siguiente año tendrá la oportunidad de lograr ese sueño, y será en mayo.
“Todavía no tengo la marca, pero desde que comencé a practicar el tiro hemos comenzado a grandes pasos, entonces se dio la marca primero para el Panamericano, y ahora si que todos los eventos sirven para poderse imaginar el escenario de una competencia, y es tanta la competitividad que eso ayuda a incrementar marcas. El registro que piden para Tokio es de 530, pero aun hay que seguir trabajando y todos los escenarios pueden ser diferentes, el tipo de competencia, también checar el arma, que este bien y tener un estado mental con temple”, mencionó.