Parece que a Ernesto Javier “El Calita”, le sienta bien la Plaza de Toros Alberto Balderas de Ciudad Lerdo, donde ayer sábado volvió a triunfar al cortar dos apéndices, mientras que el otro alternante, Joaquín Gallo “El Rejoneador Charro”, cortó una oreja.
El juez de plaza, José Luis Orozco, le dio una oreja por merecimiento a “El Calita”, la otra fue una fuerte petición por parte del público.
Por su parte, Joaquín Gallo logró una oreja con ‘Ajúa’ a quien lidió a la usanza charra, incluso montando en pelo a un hermoso caballo andaluz.
Gallo, ofrendó el astado de 420 kilos “50 Años” a Vilma Herrera Reza, montando a un impresionante caballo andaluz raza española, el cual le colocó las puntillas y permitió la participación de los Forcados de Mazatlán, para después poner banderillas, falló con la espada y tuvo que matar a pie.
El Dato.Fiesta brava
Festejo con gran número de aficionados en el tendido que se realizó en el marco de los festejos del 50 aniversario de una tradicional empresa gomezpalatina.
Tocó el turno a Ernesto Javier “El Calita”, quien lidió a “Lagunero” de 520 kilos, sorprendió a la afición. El morlaco fue ofrecido a Carlos Ernesto Herrera Reza.
El Primer tercio fue confuso, el picador no concluyó su faena y apenas se colocaron tres banderillas.
“El Calita” salió con pases de derecha e invertidos, dominando el escenario, lo que provocó la ovación de los amantes a la fiesta brava.
Se paseó elegante luciendo un buen estilo y toreó cercano al astado. Al momento de matar, el hierro entró a la izquierda y no pudo con la puntilla. Se llevó aplausos.
Salió para su segundo de la tarde el rejoneador charro Joaquín Gallo pata lidiar a “El Ajúa” de 450 caballo andaluz raza española, el cual le colocó las puntillas y permitió la participación de los Forcados de Mazatlán, para después poner banderillas, falló con la espada y tuvo que matar a pie.
Tocó el turno a Ernesto Javier “El Calita”, quien lidió a “Lagunero” de 520 kilos, sorprendió a la afición.
El primer tercio fue elegante con un rejoneo al estilo charro, colocó puntillas con exactitud y no permitió la participación del picador.
La colocación de banderillas fue un buen acto que le permitió pasar al tercer tercio con elegancia y pulcritud, montó a pelo en alguna de sus suertes para terminar con una estocada pasada un poco a la izquierda que finalmente terminó con el astado.
José Luis Orozco, Juez de Plaza por su desempeño en el ruedo le otorgó un apéndice, mientras que el público le permitía una vuelta al ruedo.
Cerró plaza “El Calita” con “El Chimax”, ejemplar de 500 kilos, de gran presencia y trapio, bravura que fue determinante para el sonoro triunfo consecutivo en esta plaza de “El Calita”.
Derechista su faena, pases largos y lentos, todos bien rematados y coreados por el tendido, el juez de plaza le dio una oreja, el público la otra, para así salir a hombros de la “Plaza del Romance.