En verano de 2018 los ojos del mundo voltearon a ver el desarrollo de una historia que comenzó como tragedia y terminó en hazaña
Pocos han escuchado sobre el buceo de cuevas como un deporte, pero cuando los mejores del mundo en esta peculiar práctica fueron requeridos para el rescate de un equipo juvenil de futbol en Tailandia, el talento, habilidad y destreza necesarios en esta actividad, fueron finalmente reconocidos. Todo gracias a un final feliz.
En medio de la celebración de una Copa del Mundo, para algunos la noticia mundial pasó desapercibida, pero para aquellos ajenos al futbol, fueron casi 20 días en su mayoría de angustia, en la espera del rescate de 12 niños y adolescentes del equipo Wild Boars, junto a su entrenador, quienes habían quedado atrapados en el conjunto de cuevas Tham Luang en la provincia de Chiang Rai, al norte de Tailandia. Tras una práctica de futbol, como muchos locales acostumbraban, se adentraron en la cueva, pero fuertes lluvias desatadas a finales de junio de 2018 no les permitieron salir sin arriesgar su vida.
Cuando los mejores buzos de cuevas fueron requeridos por el gobierno tailandés, ya habían pasado cuatro días y las esperanzas de encontrarlos con vida eran nulas. Una vez que el grupo fue encontrado a los 10 días de la desaparición muy adentrados en la cueva, surgió el mayor problema: ¿Cómo sacarlos de ahí? Los detalles de tan magnífica operación, que contó con el apoyo de especialistas de distintas naciones, se cuentan en el documental de National Geographic The Rescue.
Antes de ese verano, Rick Stanton y John Volanthen no eran nombres conocidos más que dentro del nicho del buceo de cuevas, pero para ese modesto círculo de aquellos que practican el buceo de cuevas por todo el mundo, ambos son instituciones. Es una actividad que ha cobrado la vida de muchos, pero que también le permitió a los buzos realizar la mayor hazaña de sus vidas cuando lograron rescatar a todos los niños con vida.
SFRM