El Hijo del Santo reveló cómo fue que vivió el proceso de la muerte de su padre, durante una íntima entrevista con el famoso presentador Yordi Rosado.
Así se despidió el Santo de su hijo
El Santo murió el 5 de febrero de 1984, poco después de retirarse de la lucha libre de manera profesional. Según cuenta el también luchador El Hijo del Santo, fue a un evento que sería ese mismo día, pero partió desde dos días antes.
"Era viernes 3 de febrero, yo iba a luchar en Acapulco el 5 de febrero, pero yo me fui desde el día 3", recuerda. "Quería ir a Acapulco a echar relajo, a asolearme, a ir a la discoteca con los hijos del promotor de Acapulco", agrega.
Así se enteró El Hijo del Santo de la muerte de su padre
Según relata, su padre estaba enfermo de una molestia en el hígado por un tipo de hepatitis, aparentemente por algún golpe en su momento.
"Ese día me dice '¿por qué te vas hoy', y le dije 'ah, pues voy ba Acapulco...' y me dijo: 'siéntate, quiero hablar contigo: no quiero que tomes, no quiero que fumes, no quiero que te metas al mar porque muchos compañeros míos se han ahogado' y me empezó a decir una serie de cosas, que le dije 'papá, el lunes regreso'...", cuenta. "Se estaba despidiendo de mí. Después lo entendí".
Relata que se fue a Acapulco, luchó el siguiente domingo pero, tras terminar, asegura que no tenía hambre, como ocurría regularmente cada vez que terminaba una de sus presentaciones, por lo que decidió no cenar e irse a descansar.
"No sé por qué, fui y me bañé, cuando de pronto llegó el señor Valdés y me dijo 'te tienes que ir a México, tu papá está mal'... ya estaba muerto pero no me dijeron", relata.
A las 11 de la noche, un compañero lo llevó en un automóvil en carretera hasta la Ciudad de México. "Me acuerdo que todo el viaje me lo aventé acostado atrás viendo la Luna... no había teléfonos", relata.
La madrugada del lunes, llegó y se enteró de que estaban en la funeraria; murió a causa de un infarto previo a un show en el Teatro Blanquita.
"Mis hermanos no iban a decir que se había muerto el Santo pero no era justo para el público; entonces, lo tuvieron que conservar con máscara, dar la noticia del que el Santo se había muerto; yo no escuché las noticias", relata.
Según explica, estaba en la noche el noticiero de Talina Fernández; sin embargo, hizo caso omiso a la televisión o, de lo contrario, se habría enterado por las noticias.
"El chico que me había llevado, él ya sabía", explica. "Yo iba a entrar así, pero me dijo: 'no entres, ponte máscara porque hay mucha prensa'", relata.
"Con el tiempo entendí: 'güey, se quería despedir de mí y yo 'ya me voy, ya me voy", expresa.
caov