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  • Atletas que dejaron la cancha para convertirse en políticos

Manny Pacquiao,  George Weah y Cuauhtémoc Blanco, entre deportistas que ingresaron a la política (Instagram @mannypacquiao/Reuters/Imago7)

A lo largo de la historia han sido diversos los atletas que han incursionado en el ámbito político después de lograr carreras exitosas en el deporte, aunque no a todos les ha ido bien

El deporte es emoción, esfuerzo y espectáculo. La política es poder, negociación y administración. A primera vista, parecen dos mundos distantes, pero comparten un punto en común: ambos crean ídolos y líderes capaces de mover multitudes. Y en ese cruce de caminos, muchos atletas han encontrado un nuevo escenario tras colgar los guantes, abandonar las pistas o despedirse de las canchas.

Desde hace décadas, los deportistas se han convertido en candidatos atractivos para partidos y gobiernos. Su carisma conecta con la ciudadanía, su historia de superación inspira y su nombre asegura reflectores. Algunos logran consolidarse como políticos exitosos; otros descubren que la fama no basta en el territorio implacable del servicio público.

Los expertos coinciden en que la entrada de atletas a la política responde a una lógica mediática: en sociedades cansadas de los partidos tradicionales, los deportistas ofrecen frescura, cercanía y popularidad.

El politólogo español Manuel Alcántara lo resume así: “Los atletas trasladan a la política la legitimidad que conquistaron en el deporte, pero el éxito en una cancha no garantiza habilidad para negociar, legislar o administrar recursos públicos”.

Cuauhtémoc Blanco planea volver como entrenador y sacar serie de su vida política
Cuauhtémoc Blanco planea volver como entrenador y sacar serie de su vida política

En México, varios especialistas han advertido que la popularidad de figuras como Cuauhtémoc Blanco o Ana Guevara puede servir de trampolín electoral, pero el reto está en demostrar que esa fama puede convertirse en resultados.

La política en México

En México, la línea que divide al deporte de la política se ha ido difuminando con la participación de reconocidos atletas en la vida pública. El paso de los estadios y las pistas hacia los espacios del poder Legislativo y Ejecutivo ha abierto un precedente relevante en la convergencia de dos ámbitos que, aunque parecen opuestos, han logrado influir, ya de sea de manera positiva o negativa, en el desarrollo del país.

Cuauhtémoc Blanco: Después de retirarse del futbol profesional, el ex futbolista optó por abrirse camino en la política. Su primera experiencia en el servicio público llegó en 2016, cuando fue electo alcalde de Cuernavaca, Morelos, bajo las siglas del Partido Socialdemócrata. Durante su administración enfrentó retos importantes, principalmente en materia de seguridad y gestión municipal.

Pese a las críticas y controversias, Blanco mantuvo su trayectoria política y en 2018 alcanzó un nuevo nivel al convertirse en gobernador de Morelos, esta vez respaldado por la coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada por Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social. Sin embargo, su gobierno estuvo acompañado de acusaciones de corrupción y un panorama de violencia e inseguridad en el estado. Aun con ese contexto, el ex futbolista ha llegó Cámara de Diputados como diputado federal por el partido Morena.

Ana Gabriela Guevara: Ex velocista mexicana y referente del atletismo mundial, logró trasladar su prestigio deportivo al ámbito político. Como atleta, dejó una huella imborrable al conquistar la medalla de plata en los 400 metros planos de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, además de múltiples títulos mundiales, que la consolidaron como una de las grandes figuras del deporte nacional. Tras su retiro, inició su carrera política en 2012 como senadora por el Partido del Trabajo (PT), donde impulsó proyectos relacionados con el deporte, la juventud y la igualdad de género.

Sin embargo, su trayectoria dio un giro en 2018, cuando el ex presidente Andrés Manuel López Obrador la designó directora de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade). Aunque llegó con la promesa de fortalecer el apoyo a los atletas y promover la actividad física en la población, su gestión se vio empañada por acusaciones de corrupción y severas críticas al manejo de la institución, en especial por la falta de respaldo a disciplinas como los deportes acuáticos. Incluso, encuestas como la de México Elige la señalaron como una de las funcionarias más corruptas del sexenio.

La marchista mexica, Ana Gabriela Guevara, directora de la Conade.
Ana Gabriela Guevara, ex directora de la Conade (Imago7)

Rommel Pacheco: Dedicó 28 años a su carrera como deportista de alto rendimiento, periodo en el que logró ser finalista olímpico en seis ocasiones y colocarse entre los 10 mejores del mundo en certámenes como los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Beijing 2008, Río 2016 y Tokio 2020.

Tras su retiro, Pacheco Marrufo inició su trayectoria política como diputado federal por el Partido Acción Nacional (PAN), representando a Yucatán en la legislatura 2021-2024. Durante ese tiempo se desempeñó como secretario de la Comisión del Deporte e integró las comisiones de Juventud, Infraestructura y Defensa. En octubre de 2023 decidió dejar las filas del PAN para incorporarse a la bancada de Morena. Un año después, en 2024, compitió por la alcaldía de Mérida bajo las siglas de ese partido, aunque no obtuvo la victoria. Actualmente, el ex clavadista ocupa la dirección de la Conade.

Erik El Terrible Morales: Es originario de Tijuana, Baja California, es recordado como uno de los grandes pugilistas mexicanos. Con una carrera ejemplar en el cuadrilátero, se convirtió en el primer mexicano en obtener campeonatos mundiales en cuatro divisiones distintas: pluma, supergallo, ligero y superligero.

Tras colgar los guantes, decidió dar un paso hacia la política. En 2015 fue electo diputado federal por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), enfocando su labor legislativa en el impulso al deporte y la juventud. Más adelante, buscó la candidatura a la alcaldía de Tijuana por Morena, aunque finalmente el partido otorgó la postulación a Ismael Burgueño Ruiz.

Manuel Negrete Arias: El ex futbolista guerrerense es recordado principalmente por el gol que anotó en el Mundial de 1986 en México, considerado uno de los más bellos en la historia de las Copas del Mundo. Tras su retiro, se incorporó a la política con el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Fue diputado local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y, en 2018, alcanzó su mayor cargo público al ser electo alcalde de Coyoacán, en la Ciudad de México, respaldado por una coalición conformada por el PRI, PAN y PRD.

Manuel Negrete, ex seleccionado mexicano
Manuel Negrete, ex seleccionado mexicano (Imago7)

Jorge Kahwagi Macari: Es una personalidad versátil que ha combinado el deporte, los negocios y la política. Aunque tuvo una faceta breve en el boxeo, su mayor presencia pública se dio en el ámbito político como integrante del Partido Nueva Alianza (Panal). Ocupó un escaño en la Cámara de Diputados, donde su notoriedad estuvo impulsada tanto por su actividad legislativa como por su popularidad mediática.

Felipe Tibio Muñoz: Pasó a la historia en los Juegos Olímpicos de México 1968 al ganar la medalla de oro en los 200 metros pecho, convirtiéndose en el primer mexicano en alcanzar ese logro en natación. Su hazaña no sólo representó un hito nacional, sino que también lo convirtió en el nadador más joven en obtener un oro olímpico en esa prueba.

Más allá de su trayectoria deportiva, ha ocupado cargos relevantes en la administración pública, entre ellos la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), desde donde impulsó programas de deporte y bienestar social.

Jackie Nava: Conocida como La Princesa Azteca, es una de las grandes figuras del boxeo femenino mexicano. Abrió camino para las nuevas generaciones de pugilistas y se consolidó como referente internacional al conquistar títulos mundiales en las divisiones supergallo y gallo, avalados por la AMB y el CMB.

Su estilo técnico y su resistencia la hicieron una de las boxeadoras más admiradas del país. Paralelamente, en 2016 incursionó en la política como diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), representando a su tierra natal.

Una tradición mexicana

El fenómeno no es nuevo en México. Desde hace décadas, atletas destacados han dado el salto a la política, con distintos resultados.

Raúl González, leyenda de la marcha y doble medallista en Los Ángeles 1984, fue uno de los pioneros. Tras su retiro, ocupó cargos administrativos y fue diputado federal. Su disciplina en las pistas la trasladó a la gestión pública.

En los años 90, Carlos Hermosillo, delantero histórico del Cruz Azul y la Selección Mexicana, se integró a la política como titular de la CONADE durante el sexenio de Felipe Calderón. Aunque no buscó cargos de elección, su figura reforzó la idea de que el deporte podía tener una representación institucional de alto perfil.

El ex futbolista Carlos Hermosillo destacó que el Cruz Azul de Martín Anselmi juega bien, reconociendo el acierto de su llegada
Carlos Hermosillo, ex jugador de Cruz Azul (Juan Carlos Bautista)

​El boxeo, siempre popular en México y aportó varios nombres a la política. Rubén Olivares y José Ángel Mantequilla Nápoles fueron cercanos a proyectos políticos, mientras que Morales consolidó la tendencia en tiempos más recientes.

En la lucha libre, personajes como Tinieblas (padre) y Super Muñeco incursionaron en campañas políticas en los años 2000, apelando al arraigo del espectáculo más mexicano. Mientras que en procesos locales, algunos ex futbolistas han participado en campañas municipales en estados como Veracruz y Guerrero, aunque sin alcanzar puestos de gran relevancia.

Estos antecedentes muestran que el vínculo entre política y deporte en México no es coyuntural: es una constante que se activa cada cierto tiempo.

América Latina, ídolos convertidos en legisladores y presidentes

En Latinoamérica, la política también se ha nutrido de atletas que transformaron su prestigio en poder político.

Romário, campeón del mundo con Brasil en 1994, es uno de los casos más sólidos. Electo senador en 2015, ha mantenido una carrera política estable, enfocada en temas sociales.

Pelé, aunque nunca buscó un cargo de elección popular, fue ministro de Deportes en Brasil durante los años 90, impulsando la llamada “Ley Pelé”, que buscaba modernizar el futbol brasileño y proteger los derechos de los jugadores.

En Argentina, el boxeo también ha tenido protagonistas, como Carlos Monzón y otros campeones que fueron cortejados por partidos, aunque sin una carrera consolidada como en el caso brasileño.

Carlos Monzón
Carlos Monzón (AP)

​En países centroamericanos, futbolistas retirados han participado en política municipal, capitalizando su cercanía con comunidades pequeñas.

En Europa también pasa

Europa también ofrece ejemplos contundentes de atletas que cambiaron los campos de entrenamiento por oficinas.

Vitali Klitschko, ex campeón mundial de peso completo, es desde 2014 alcalde de Kiev. Su papel durante la invasión rusa lo convirtió en vocero internacional de Ucrania y en un símbolo de resistencia.

En Italia, varios ex futbolistas han buscado cargos municipales y legislativos, aunque sin alcanzar proyección nacional.

En Reino Unido, el corredor Sebastian Coe, dos veces campeón olímpico, fue miembro del Parlamento y posteriormente encabezó el comité organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, un ejemplo de cómo el prestigio deportivo puede transformarse en gestión a gran escala.

Asia; el boxeo y el cricket como plataformas políticas 

En Asia, dos deportes han marcado la pauta en la relación con la política: el boxeo y el cricket.

Manny Pacquiao es el caso más visible. Ídolo mundial, pasó de ser campeón en ocho divisiones a senador en Filipinas. En 2022 se lanzó por la presidencia, aunque perdió frente a Ferdinand Marcos Jr. Su figura, sin embargo, sigue siendo influyente en la vida pública.

Manny Pacquiao anuncia su retiro del boxeo
Manny Pacquiao anuncia su retiro del boxeo (AP)

En la India, Sachin Tendulkar, considerado el mejor bateador de cricket de todos los tiempos, fue miembro del Parlamento. Aunque su desempeño fue discreto, su sola presencia en la política reflejó el peso simbólico del deporte en su país.

África, del Balón de Oro a la presidencia 

El caso más emblemático en África es el de George Weah. Tras una brillante carrera en Europa y ser el único africano en ganar el Balón de Oro, en 2018 fue elegido presidente de Liberia. Su llegada representó un cambio histórico: de la cancha a la silla presidencial.

Aunque su gestión generó críticas, su historia demuestra la fuerza del capital simbólico del deporte en contextos políticos frágiles.

¿Fenómeno pasajero o tendencia irreversible?

A lo largo de la historia reciente, el número de atletas en la política ha crecido. Lo que en los años 80 era una anécdota, hoy se ha vuelto común: cada proceso electoral presenta nuevas candidaturas de ex deportistas.

La tendencia responde a un factor claro: en la era de la política-espectáculo, la imagen cuenta tanto como la preparación. Y en ese terreno, pocos generan tanta conexión inmediata como los ídolos deportivos.

Sin embargo, el desafío es el mismo: pasar del aplauso al voto, y del voto a la rendición de cuentas. Como en el deporte, en la política no basta con ganar una vez: hay que sostener el resultado en el tiempo.



MGC


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Violeta Alva
  • Violeta Alva
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  • Comunicóloga por la UNAM-FES Acatlán. Reportera desde hace diez años. Conductora y comentarista de futbol.
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