En el universo del boxeo, donde los reflectores suelen apuntar al cuadrilátero y los héroes se miden en títulos, hay historias silenciosas que sostienen todo desde fuera del ring. La de Christiane Manzur es una de ellas. No nació en este mundo, ni lo buscó. Llegó por amor y se quedó por convicción.
"Christiane, que es el amor de mi vida, no tenía ni la menor idea de lo que era el boxeo ni lo que representa… y por sí sola se ha enamorado de este deporte, de los peleadores, de las peleadoras, de todo el medio", cuenta Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), en entrevista para MILENIO-La Afición. "Ver el sacrificio, los sueños, lo complicado que hay detrás —todo eso que no se ve cuando prendes la tele y ves al Canelo pelear— es lo que a ella la tiene entregada, de una forma que nadie esperaba".
¿Quién es Christiane Manzur, líder de WCB Cares México?
Graduada en Nutrición y Ciencia de los Alimentos por la Universidad Iberoamericana, Christiane encontró en el boxeo no solo una plataforma de impacto, sino un hogar emocional. En 2008, invitada por su suegro, el legendario Don José Sulaimán, se integró a WBC Cares México, el brazo social del Consejo. Con el tiempo se convirtió en su presidenta y en la cabeza visible de campañas enfocadas en salud, inclusión y derechos humanos.

"Sí, es un deporte del que me he enamorado al paso de los años", reconoce ella. "Me gusta muchísimo el boxeo, me gusta mucho ayudar a Mauricio… veo que hay muchas relaciones del pasado, desde mi suegro, y también que puedo aportar desde donde estoy".
Pero más allá del cargo, Christiane ha construido un legado basado en la empatía y el compromiso. Su presencia no es de protocolo, es de fondo. “Me encantan los campeones”, dice con una sonrisa genuina. “Me encanta convivir con ellos. Son personas que tienen tanto que enseñar… escuchar cómo salieron adelante por medio del deporte es algo que me conmueve”.
Mauricio, con voz pausada, reconoce el equilibrio emocional que ella representa: “Ella lleva la responsabilidad social, y definitivamente es un complemento muy importante. Es muy respetuosa, yo entiendo lo que ella hace… me ayuda mucho a tener ese balance emocional, ese avance en los momentos complicados”.

Y es que en la vida privada, Christiane también se convierte en un pilar. "Es una persona que me ha sorprendido por su gran manera de ser en el mundo del boxeo. Dentro de mi casa, en los momentos de silencio, cuando todo está complicado. Y también fuera, cuando hay que activar y echarle todas las ganas", comparte Mauricio.
Su trabajo en WCB Cares México
Durante la pandemia, Christiane no bajó los brazos: organizó charlas motivacionales por Zoom, distribuyó productos de salud y alimentos, y no soltó la mano de quienes más lo necesitaban. También ha promovido programas para jóvenes en conflicto con la ley, con un enfoque en la reintegración social.
Para ella, todo parte de una decisión de vida. "Cuando uno asume el compromiso de un matrimonio es para siempre, con las buenas, con las malas, con las duras y las maduras. Hay dos opciones: hacerte a un lado o participar… yo decidí estar, sumar y aportar para el bienestar de mi familia", dice con convicción. "Al lado del marido, aunque no es atrás, siempre es al lado, en tacones".

Esa frase no es un eslogan, es un manifiesto. Christiane no ha sido nunca la sombra de nadie. Su lugar está justo donde lo eligió: al centro de las causas humanas del boxeo, junto a su esposo, con firmeza, sensibilidad y una visión que ha ampliado los límites del ring.
"Sobre todo hay que tratar de no olvidar que, aun cuando uno llegue muy lejos, no hay que olvidar de dónde viene", reflexiona. "Seguirse sorprendiendo siempre, seguir valorando las cosas, no darlas por hecho. Ni pensar que todo el mundo las tiene, ni que siempre se van a tener".
En el boxeo, como en la vida, hay campeones que no levantan los puños, pero sí las almas. Christiane Manzur es uno de ellos. Su historia no aparece en las tarjetas de los jueces, pero su impacto se siente en cada causa, en cada corazón tocado y en cada batalla que se pelea, desde el amor y la dignidad.