Cuatro periodos, dos equipos y un solo destino: llegar al duelo por la gloria de la Copa LNBP. En una batalla que mantuvo la tensión de principio a fin, Astros de Jalisco cayó 84-85 ante Diablos Rojos, dejando vacía su casa para la gran final.
Con el salto inicial ganado por los locales, marcaron el ritmo en la duela y comenzaron a construir una ventaja que, aunque se redujo en algunos pasajes por errores en las posesiones y pérdidas de balón, logró sostenerse gracias al dominio en los rebotes, la energía defensiva y los robos.
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La visita, sin embargo, respondía con constancia en la pintura, con Anderson y Pape Dime manteniendo a los capitalinos en la pelea. El primer cuarto se consumó con un intento de triple sobre la bocina, anulado por exceder el tiempo, que dejó la pizarra 18-12 a favor de los tapatíos.
Con acierto del coach de Diablos, Nicolás Casalánguida, al apostar nuevamente por el trabajo de Kriss Helmanis —pilar defensivo que también aportó seis puntos desde la pintura y suspensiones certeras—, los campeones de la liga impusieron su estilo.
El ataque albiazul se veía forzado a desperdiciar posesiones que se extinguían bajo la presión rival, mientras que la puntería local parecía extraviarse con las rotaciones. Así, el dominio capitalino se reflejaba en cada tramo, y al descanso la ventaja era visitante: 35-38.
Termina nuestra participación en la Copa Value Jalisco en Guadalajara
— Astros de Jalisco ☄️ (@AstrosJalisco) August 31, 2025
Gracias por luchar hasta el último segundo afición ☄️
El marcador final es presentado por @PlazaPatria pic.twitter.com/EisxJ3w2WB
Tras la reanudación, los rojos encendieron su ofensiva con la larga distancia, alcanzando un 60% de efectividad. Aunque cometieron siete pérdidas, Astros supo aprovechar para remar y recortar la diferencia, aferrándose a cada balón como si fuera el último.
El partido se volvió de ida y vuelta, con fallos y errores forzados en ambos lados, hasta que Wesley Gordon, con un tiro en suspensión cargado de presión, puso el marcador 58-61 y dejó todo abierto para un último cuarto de alarido.
En los diez minutos finales, un triple empató la historia y encendió la duela. Cada enceste era respondido de inmediato, con descaro tanto por los dirigidos por Iván Déniz como por los de Casalánguida, mientras la afición convertía la Arena Astros en un hervidero.
Entre revisiones arbitrales y tiempos muertos, la batalla seguía igualada, con los visitantes administrando una ventaja mínima que mantenía el suspenso en cada posesión.
Con el balón más caliente que nunca, un robo y bandeja de Rigoberto Mendoza igualó la pizarra. Acto seguido, una bala desde el perímetro del mismo “Rigo” encaminaba la esperanza albiazul.
Los segundos se esfumaban como un suspiro, hasta que en la última posesión, los capitalinos encontraron un triple letal de Luciano Gonzalez que sentenció el partido. Astros, dueño de casa, decía adiós, mientras que Diablos aseguraba su boleto a la final.
Lo que viene para Astros
Todo está escrito: mañana a las 17:00 horas, en la propia Arena Astros, Diablos Rojos y Soles de Mexicali dejarán la cortesía a un lado para que uno de los dos levante, por primera vez, el trofeo de la Copa LNBP.
MC
