Hay pocos sueños que Adrián González no ha conseguido a sus 39 años. Después de jugar durante 15 temporadas en las Grandes Ligas, el pelotero llegó a ser el deportista mexicano mejor pagado, disputó varias ediciones del Juego de Estrellas, obtuvo Guantes de oro, Bates de plata y hasta fue portada de videojuegos; quizás para muchos jugadores no había nada más que demostrar, pero al Titán todavía le faltaba una cosa más.
Era el 17 de noviembre de 2019 y sucedió algo que reencendió el espíritu competitivo del primera base mexicano. México venció a Estados Unidos en la Súper Ronda Final del Premier 12 y obtuvo un histórico boleto para participar por primera vez en el beisbol de unos Juegos Olímpicos.
Adrián tenía dos años sin competir luego de ser liberado por los Mets de Nueva York, su último equipo de MLB, pero el solo hecho de pensar en cumplir uno de sus más grandes sueños, el de representar al país en la máxima justa deportiva mundial, lo hizo ilusionarse como cuando en 2004 debutó en las Grandes Ligas con Texas.
“Cuando se consigue la clasificación sabía que algunos de los peloteros de la Selección no podrían ir por estar en Ligas Menores o en Grandes Ligas, por ser durante el verano difícilmente les darían un sitio, entonces supe que había oportunidades para mí para integrar el equipo”, explicó.
Y fue entonces que se puso manos a la obra. Los 7 mil 139 turnos, 2 mil 50 hits, 317 cuadrangulares, 997 carreras anotadas y mil 202 impulsadas que consiguió en las Ligas Mayores no le servirían de nada. Tenía que demostrar que todavía tenía poder en los brazos y que el apellido no le ayudaría.
Como anillo al dedo
Lo primero era encontrar equipo. El anunció de la llegada de la franquicia de Guadalajara a la Liga Mexicana de Beisbol le cayó como anillo al dedo. En una ciudad que le maravilla a él y su familia, con una directiva donde tiene amigos y en un estadio donde se presta el bateo, no había mucho que pensar.
Mariachis apostó todo por el Titán y el Titán apostó todo por Mariachis. A pesar de ser un equipo de expansión, hoy en día el ritmo de la liga lo ha impuesto la novena tapatía que tiene en González al líder moral del equipo y un guía de los más jóvenes del roster.
La intempestiva salida del mánager Juan Gabriel Castro le abrió las puertas a Benjamín Gil para tomar las riendas de la Selección, en un movimiento que prácticamente aseguró el pasaje de Adrián a Tokio; este cambio puso en el ojo del huracán a los González, pues se creía que el cese fue por la negativa de Castro de llevar al Titán.
“¿Por qué lo tendría que llevar si es segundo lugar de producidas en la LMB y octavo de porcentaje? Los números hablan por sí mismos, mi hermano se lo ha ganado solo y con toda la humildad”, dijo Édgar González, hermano de Adrián y Comisionado Nacional de beisbol.
Con Mariachis en el primer lugar del standing de la LMB y con Adrián jugando buen beisbol, el mánager Benjamín Gil salió a callar las críticas: “No es por ser su entrenador, conozco de beisbol y en la actualidad Adrián es el mejor primera base de México, está dentro de los primeros en producidas, vino a ganarse el lugar y lo ha logrado”, dijo en los días previos a anunciar el roster final donde González encabezó la lista de jugadores para Tokio 2020.
Con cuatro ediciones del Clásico Mundial de Beisbol a cuestas, Adrián cumplirá quizá su último gran reto, esperando que su quinta participación sea la vencida en un evento mundial con México y venga con el título.
“Mi objetivo era demostrar que todavía puedo jugar al más alto nivel y representar a la Selección Mexicana en Tokio. Batear un jonrón vistiendo la camiseta de México es un momento muy especial. Siempre cree en ti mismo”, dijo el primera base después de comenzar la remontada de México con un cuadrangular en la victoria ante Venezuela en duelo de preparación rumbo a los Olímpicos.