Porque el trabajo de los artistas plásticos en particular, y de los artistas en general, requiere de la generación de espacios que permitan la venta de sus productos, el Instituto Municipal de Cultura y Educación, a través de su coordinación de Artes Visuales, impulsará la gestión de un mercado que permita, además, la promoción del coleccionismo, explicó Patricia G. de Santiago.
“Platicábamos sobre el asunto de los coleccionistas y es muy importante. Aquí una de las prerrogativas para los tres años de esta administración es tocar el mercado del arte. Estamos empezando poco a poquito a retomar lo del Jardín del Arte, ya lo pusimos aquí (frente al IMCE) y eso me parece fundamental”.
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Como ejemplo, citó la exposición que se realizó para mostrar la obra de caballete de Raúl Esparza a finales del año pasado. Precisó que se sumó la obra de más de 25 coleccionistas y lo primero que se debe considerar es el generar confianza entre los dueños de las obras.
“Una, te despojan de tu cuadro y eran las fiestas y unas de las cosillas que por ahí le decían a Jacob Atiyeh, que entonces era el director de la galería, es: Bueno, me lo regresas para las fiestas porque vamos a cenar y no voy a tener mis cuadros en la sala. No es fácil este tipo de cosas. Ahora hablábamos de la colección de Chucho Reyes, también el registro de las piezas, no es fácil ceder a este tipo de cuestiones”, comentó.
“En el caso te platico que Raúl Esparza falleció y no sabemos si había derechos de autor, pero también los coleccionistas tenían sus propias piezas, entonces, el manipular una pieza para el registro fotográfico o para el traslado de la obra y para el montaje es muy riesgoso porque la pieza está puesta en la pared y si tú la mueves, la mayoría de las piezas estaban sobre algodón y tiene higroscopicidad, suelta y retiene agua según el clima y eso hace que craquele la obra”, agregó.
Un que puede ser patrimonio artístico o incluso histórico
Patricia G. de Santiago precisó que el mover incluso la obra puede desestabilizar el cuadro y es por ello que, para generar confianza, va implícito que se entregará el cuadro íntegro. Aunque dijo que en muchas ocasiones la galería ofrece que al exhibir la obra, ésta adquirirá más valor, aunque al final, los coleccionistas no lo vendan, o por el contrario, sigan sin querer conocer el valor de su cuadro. Pero lo que se pretende es que entiendan que se cuenta con un bien que puede ser patrimonio artístico o incluso histórico para la comunidad.
“Esa tiene que ser nuestra labor, por eso estas exposiciones de homenaje, digo, en lo que se alcance en cuanto a medios y el alcance que tiene el Instituto, se hace énfasis en valorar estas piezas”.
Es así como se ideó que la primera exposición del año fuera dedicada a la maestra Magdalena Briones, bailarina, activista defensora de la naturaleza, socióloga, promotora cultural y aficionada a la pintura.
De Santiago adelantó que dentro de esta administración, en la coordinación de Artes Visuales, se darán a la tarea de sacar catálogos de obra digitales. Cosa que no se hizo con la exposición de Raúl Esparza, que se realizó en colaboración con el TIM, porque señaló, se debió respetar la decisión de los coleccionistas que manifestaron no querer que la obra se manipulara o fuera parte de un registro.
Es por ello que, en el Paseo o Jardín del Arte, se capacitará a los artistas en cuanto a derechos de autor, abarcando su registro e impuestos y todo lo que permite que una obra cobre valor con claridad.
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