El artista Iván Madrigal presentó Selection. 10 años con la espátula, un libro que reúne una década de trabajo creativo. La publicación no se propone como una antología de sus “mejores obras”, sino como un recuento honesto de momentos significativos en su camino artístico y espiritual, guiado por criterios íntimos como la carga de color, los escenarios, la interacción con los personajes y la relación personal que mantenía con la pintura en el instante de su ejecución.
“Más que una evolución, ha sido una verificación constante de comprensión profunda sobre la consciencia y el todo. He llegado con más fuerza y seguridad a la conclusión de que la evolución de la consciencia es fundamental para la felicidad. De ahí parte todo lo que arma al ser humano y sus valores”, afirmó Madrigal, quien ve en cada una de sus obras un punto de anclaje hacia la verdad y el amor.

Un rasgo central de su propuesta es el uso del Playmobil como vehículo filosófico y plástico. El artista buscaba un elemento capaz de representar la dimensión espiritual del ser humano sin recurrir a símbolos evidentes, y encontró en este juguete de su infancia un puente entre filosofía y técnica.
“El Playmobil une mi filosofía de vida y mi técnica: el caos de la espátula frente a la sutileza del pincel. Es sustituir el ego humano por el verdadero ser”, explica.
En su mirada, la niñez simbolizada por el juguete está libre de conceptos limitantes y se mantiene en el presente, “jugando eternamente a ser”.
Otro punto decisivo en su trayectoria fue la despedida de su abuela, acontecimiento que coincidió con el día en que decidió abandonar la arquitectura para dedicarse de lleno a la pintura.
Esa pérdida le dejó una enseñanza que ahora atraviesa su creación: el movimiento como principio vital.
“Estamos diseñados para movernos. Quien no se mueve se queda en la zona de confort y eso es muy peligroso, porque pierdes el enfoque, pierdes el sentido de la vida”, asegura.
La exploración de Madrigal también abarca lo tridimensional, donde involucra todos los sentidos: el tacto con las texturas, el olfato con los materiales, la vista al observar cómo cada trazo cobra forma, e incluso el oído, al escuchar los sonidos que surgen en el proceso creativo. Para él, esta experiencia sensorial convierte el acto de creación en algo estimulante y profundamente sanador.
En ese cruce de disciplinas, la escultura y la pintura se encuentran a través del Playmobil, que funciona como nexo entre lo bidimensional y lo tridimensional.
Madrigal considera que cada disciplina aporta algo único:
“Cada una tiene su magia, su estímulo. Cada artista va conectando con su esencia y va descubriendo esa conexión en el camino de la experimentación. Eso ocurre cuando te das la oportunidad de unir lo técnico con lo creativo”.
Con este libro, el creador cierra un ciclo de diez años de exploración artística, aunque más que respuestas definitivas, lo que le queda son nuevas preguntas.
“La pregunta para mí sería: ¿qué viene? Si esto ha sido tan placentero pero intenso, ¿qué viene? Solo me resta estar con mucha curiosidad. Esto me motiva a innovar, a proponer para estimular e inspirar a los demás, con una visión hacia lo innovador, pero sobre todo hacia lo divertido de la vida. Siempre al servicio del prójimo, porque al aportar a los demás, yo también me aporto a mí mismo. Para mí ese es el sentido y motivación definitiva de lo que viene”, concluye.
El trabajo de Iván, recuerda que la niñez es un terreno fértil para el arte y la filosofía. Desde la psicología del desarrollo, los recuerdos y objetos infantiles funcionan como anclas emocionales que moldean la identidad y favorecen la creatividad. En la adultez, esa memoria afectiva se transforma en recurso cognitivo para enfrentar los desafíos de la vida, mantener la curiosidad y renovar la capacidad de juego. Así, el Playmobil de su infancia no solo es un juguete, sino la metáfora de una búsqueda estética y espiritual que conecta la esencia del ser con la conciencia plena.
Para más informes y adquirir el libro se pueden seguir las redes del artista o ingresar a este enlace.
PCL