Para mi Abogada en el litigio contra el tiempo
Entonces la Tierra era plana
La devastación la había dejado sin alma
El humus devino polvo estéril
Días bidimensionales sucedían
Sobre el espejismo de una noche gris
Algún soplo de viento, quizá
Trajo el primer amanecer
Apenas el garabato que traza un alfiler
Sobre una mejilla helada
Y despierta la urgencia de la sangre
Con él, una semilla
Materia orgánica oscura
La Tierra se volvió el centro
Y el universo redondo de los sueños
Envolvió en su remolino
Todas las Eras de mi tiempo particular
El caos tuvo un orden: Isa
De noche, de día, arriba, abajo, antes, después, ahora
Entre vuelta y vuelta, Isa se irguió como un faro
Como una isla, un puente, un peldaño
Como una tuerca o una aguja o un tenue susurro
Casi un suspiro
Marcando un tempo, un rumbo
Leve y desgastada piedra perfecta
Para afinar el arado
Tan perfecta como inmaterial
Tan gastada como una idea infalible
Se escucha aún el estruendo
Rompiendo la noche
Relámpago que no se apaga
Sueño diurno, duermevela punzante
Ardiente nada
Brumoso atardecer de lo imposible
Aullido
Su imagen de lava inflama las venas
De un miembro necio
Isa, inconfundible silueta
Centellea en la otra orilla del abismo
Tan cerca como la lumbre y la luz de una vela
Tan lejos como las sombras heladas de la caverna incendiada
Fuiste el Sol, Isa
Fuiste el Mar
Fuiste, Isa, aliento y alimento
De un alma famélica
Eres, hoy, Isa,
Motor inmóvil de un universo nuevo
Las anémonas que invento
Flotan en el desierto
Hadas de brillos tornasolados
Hilan horizontes flamantes
Hidratan mi carne seca
Colman mis cuencas
Vuelven vino la arena de mis venas
Su veneno es un choque eléctrico
Que me devuelve al camino
Detrás de mis pasos, Isa
Estarás
Huella indeleble
Origen
Y en lontananza
Sobresaldrá entre la multitud
Un tulipán, Isa
Delicado como el oro eterno
Elegante y complejo
Simiente inmortal
Para guiar mi sed
AQ