Fue en 2015 cuando Gerardo Gaya, padre de un niño en el espectro autista, decidió fundar Iluminemos por el autismo, una organización sin fines de lucro que, desde entonces, ha encendido una luz en medio del desconocimiento, la desinformación y la exclusión social en torno al autismo. Con sede en México y con un impacto creciente en América Latina, la fundación surgió como una respuesta urgente a las necesidades reales de miles de familias.
Su enfoque se basa en tres líneas de acción entrelazadas: acompañamiento a familias, incidencia en políticas públicas y sensibilización social. A lo largo de casi una década, Gaya ha sostenido una visión firme: transformar la percepción del autismo desde una narrativa médica hacia una cultura de inclusión integral, donde se reconozca que no es una enfermedad, sino una condición neurodivergente que debe ser comprendida y respetada.

“Tenemos que eliminar por completo la narrativa médica, porque no es una enfermedad, y promover una cultura social y de inclusión integral. Hoy vemos a más adultos autistas creando conciencia y comunicando en primera persona los desafíos a los que se enfrentan; a madres y padres más empoderados para abrir puertas. Pero aun así, tenemos que seguir caminando juntos”, comparte Gaya.
Su declaración encierra el corazón del proyecto: visibilizar, sensibilizar y, sobre todo, dignificar. Detrás de cada niño, joven o adulto en el espectro hay una familia que necesita herramientas, comunidad y esperanza. Y hay un país, como México, que aún tiene muchas deudas pendientes. Gaya insiste en que debemos dejar de hablar de “el problema del autismo” y empezar a ver que el verdadero problema es la falta de servicios de salud y educación, la carencia de empatía y la indiferencia estructural.
Formación e información
Este enfoque ha convertido el acompañamiento a las familias en la estrategia más poderosa de Iluminemos. Al brindar formación emocional, acceso a información, talleres y espacios de contención, se construye comunidad y se activa el verdadero motor de cambio. “El empoderamiento empieza con tener claridad y herramientas, porque si la familia no está bien, difícilmente el niño o niña estará bien, tenga o no tenga autismo”, explica Gaya.
En un país donde solo quienes pueden pagar atención privada acceden a un diagnóstico y tratamiento oportuno, la organización ofrece una red solidaria para quienes enfrentan la maternidad o paternidad de una persona autista sin recursos ni acompañamiento. “El poder compartir con otro papá o con una mamá lo que estás pasando ahora o cómo te sobrepusiste a ciertas etapas de vida es transformador”, asegura.
Este trabajo cercano con familias va de la mano con un esfuerzo sostenido en el ámbito educativo y gubernamental. Aunque durante años invirtieron tiempo en iniciativas legislativas que no prosperaron por falta de voluntad política, hoy se vislumbra una nueva etapa. “En los últimos meses he estado presente en reuniones con autoridades de salud, y hay más voluntad para hacer acciones concretas”, comenta Gaya.

En un contexto donde 1 de cada 115 niños en México, y 1 de cada 31 en Estados Unidos, está en el espectro, el desafío no es menor. “No podemos seguir asumiendo el costo de no hacer nada”, advierte. Y plantea una pregunta contundente: si el costo estimado de vida de una persona autista es de dos millones de dólares, ¿no resulta más lógico invertir desde ahora en diagnóstico temprano, intervención, educación y empleo digno?
Los artistas participantes
Frente a este panorama, las iniciativas de visibilización y sensibilización toman una relevancia aún mayor. Entre ellas, destaca IluminArte, presentado por Lincoln, una subasta de arte en beneficio de Iluminemos por el autismo, que celebrará una nueva edición el 4 de junio de 2025. Este evento reúne arte, inclusión y conciencia social en un mismo espacio, con el objetivo de recaudar fondos para continuar apoyando a familias de personas autistas.
En esta edición, se pondrán a disposición del público 67 obras de arte creadas por 61 artistas contemporáneos, subastadas por Memo Martines bajo la curaduría de Rafael Pérez, quien ha liderado proyectos culturales para la Secretaría de Hacienda y museos como el MACAY. Los artistas que destacan son Otto Martin Moreno, Marcos Castro, Fabián Ugalde, Álvaro Borobio, Valentina Attolini, Tori Pounds, Beatriz Zamora, Aldo Chaparro, Hugo Lugo, JoCa y Said Dokins. También se contará con importantes donaciones de Amador Montes y Roberto Cortázar, reconocidos en ediciones anteriores.
Said Dokins,expresa así su motivación: “Doné mi obra Sacred a IluminArte 2025 porque esta causa me atraviesa profundamente. He visto de cerca lo que viven las familias con personas en el espectro autista: el amor inmenso, la soledad, el esfuerzo y la falta de recursos. Sacred es una pieza que habla de lo invisible, lo sagrado y lo olvidado, y quiero que su venta beneficie al 100% a Iluminemos por el autismo.”
La obra, realizada en 2021 en Ciudad de México, está hecha con acrílico, tinta india y spray sobre papel de algodón de 640 g, y mide 76 × 56 cm (Lote 57). Participar en esta subasta, dice, “es más que adquirir arte: es sumar conciencia y acompañamiento a través del lenguaje del arte”.
En palabras de Said Dokins, quien se encuentra trabajando en el proyecto Heliografías de la memoria en la Ciudad de México, participando en Biorescrituras en el Tecnológico de Monterrey, campus Querétaro, y desarrollando una nueva pieza para una próxima exposición.
Desde su creación en 2020, IluminArte ha subastado más de 640 piezas de arte, consolidándose como un espacio donde el arte se transforma en una herramienta de cambio social. Esta nueva edición reafirma el poder del arte para acompañar, transformar y seguir iluminando el camino.
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BSMM