Para los pobladores del antiguo pueblo de Capula, en el municipio minero de Sultepec, el pulque es una bebida sagrada, por lo que cada año, en la fiesta de la Santísima Trinidad pasean en procesión un cántaro de barro adornado con múltiples motivos por las calles de esta localidad.
Amarrado con una cinta llamada mecapal, el cántaro de tres asas y lleno con 20 litros de pulque especialmente preparado para esta fiesta, es trasladado en un emotivo recorrido hacia las casas de los mayordomos, quienes durante un año se comprometerán a cuidar esta pieza de barro, además de donar su tiempo y recursos para que las fiestas patronales se lleven de la mejor manera, lo cual incluye limpiar el templo principal, organizar las procesiones y doblar las campanas en la fiesta de Día de Muertos durante todo un día y toda una noche.
Con mecapal y tradición, cántaro de pulque recorre Capula rumbo a casa de los mayordomos
La adoración al pulque por parte de los habitantes del pueblo de Capula se deriva de que esta comunidad asentada en las montañas que rodean a Sultepec, con un clima templado húmedo, ha sido históricamente productora de la bebida, aunque en la actualidad esta tradición se ha ido perdiendo y luchan por conservarla.

Cántaros de pulque cambian de procedencia según experto
Yovani García Vergara, arqueólogo y especialista en el tema, explica que antes los cántaros eran traídos de la comunidad de Huayatenco, perteneciente al municipio de Texcaltitlán, pero en la actualidad son traídos desde Tecomatepec, en Ixtapan de la Sal.
El cruce de la cultura prehispánica con la española tiene un claro ejemplo en la forma en que los habitantes de Capula preparan el pulque para esta fiesta: le agregan piloncillo, miel, piña y naranja. A esta dulce y espesa bebida le nombran Charape; diferente al que se prepara en comunidades del norte del Estado de México, Querétaro o Michoacán.

Adornos del cántaro de Capula reflejan fe y tradición
El cántaro es adornado con diversos motivos, cada uno con un significado específico, desde la imagen de un Cristo crucificado, la cual simboliza la fe del pueblo; un sobre pequeño de café, que indica que el mayordomo deberá dar esta bebida caliente cada vez que se haga una procesión; un pequeño cohete, que significa que la pirotecnia no puede faltar en esta tradición; una botella de alcohol, y una pequeña rama de ocote para que siempre haya fuego alrededor de esta celebración.
En esta zona sureña, que es paso a Tierra Caliente, el Cántaro de Capula sigue año con año paseándose por las calles y casas de los pobladores, gente trabajadora y amable que con orgullo mantiene sus tradiciones mostrando hospitalidad para los viajeros y visitantes en este municipio colonial y minero, lleno de atractivos turísticos y de historia.
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