En Puebla, el mítico Estadio Ignacio Zaragoza, ubicado en la zona histórica de Los Fuertes, al norte de la capital poblana, fue casa de Los Pericos de Puebla, el Club Puebla e incluso albergó espectáculos de alto nivel como el concierto de Queen, la histórica banda, en octubre de 1981; sin embargo, en la actualidad está siendo derribado para convertirlo en la Universidad del Deporte del Estado.
La administración estatal, encabezada por Alejandro Armenta, dispuso de 737 millones de pesos para demoler una parte de la grada del estadio, elevar la cancha de fútbol y ahí construir un edificio con aulas y oficinas, con la finalidad de brindar una opción académica a quienes tienen el sueño de convertirse en deportistas de élite.
Este coloso inició su construcción en 1950, ya que Puebla había sido nombrada como sede de la Olimpiada Nacional de 1952 y no se contaba con un inmueble que pudiera albergar las diferentes competencias. Se inauguró en mayo de ese año con una capacidad para 22 mil personas, por el entonces gobernador Carlos Betancourt.
Sin embargo, 16 años después de su construcción recibió la calificación de “olímpico”, ya que por su cercanía con la capital del país fue sede alterna de entrenamientos y competencias correspondientes a los Juegos de 1968, que se llevaron a cabo en la Ciudad de México.
Poco a poco, este inmueble se convirtió en un ícono de la cultura y el deporte poblanos, toda vez que desde su inauguración fue la casa de Los Pericos de Puebla, e incluso en 1963 los emplumados obtuvieron ahí su primer título de la Liga Mexicana de Beisbol.
Posteriormente, en 1964, con el regreso del Club Puebla al futbol profesional, también se convirtió en la casa de La Franja por los siguientes cuatro años, periodo en que el equipo se mantenía en la segunda división.
Pero este lugar también albergó otro tipo de eventos; el más relevante, sin lugar a dudas, fue el concierto de Queen, pues la mítica banda británica se presentó en dos fechas, el 17 y 18 de octubre de 1981, suceso que marcó por completo a una generación.

De la tragedia al desuso
El Estadio Zaragoza, como es comúnmente nombrado, siguió recibiendo conciertos hasta 1983, pues el 25 de febrero, en la presentación de la banda juvenil Menudo, se suscitó una tragedia: el inmueble no tenía la capacidad para recibir a tantas personas y, al finalizar el concierto, se originó una estampida al salir, lo que dejó un saldo de por lo menos 70 heridos y tres personas que lamentablemente perdieron la vida.
El inmueble continuó siendo utilizado con fines deportivos y oficiales, toda vez que también fungió como la casa de los extintos Lobos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), así como de equipos representativos de las Águilas de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP); asimismo, por décadas fue la sede del sorteo para el Servicio Militar Nacional.
También, en el marco de los festejos por el centenario de la Batalla de Puebla, más de 50 mil estudiantes formaron un mural gigante para conmemorar una fecha tan importante para la entidad. Sin embargo, el recinto cada vez presentó menor actividad.

La renovación del espacio
En la actualidad, este espacio se va a convertir en la Universidad del Deporte, misma que contará con una superficie total de 57 mil 633 metros cuadrados, donde se atenderán hasta mil 500 estudiantes de todo el estado.
De acuerdo con el proyecto ejecutivo, la remodelación incluye 40 aulas múltiples, gimnasio, alberca olímpica, canchas deportivas, vestidores, dormitorios para más de 100 alumnos, auditorio, laboratorios, recepción y explanadas.
Si bien la universidad ya entró en funcionamiento, el Instituto Poblano del Deporte presta sus instalaciones para realizar las actividades deportivas y el dormitorio de los atletas, mientras que el gobierno del estado hizo lo propio para las oficinas y aulas de la institución educativa en un edificio ubicado en la colonia La Paz.

En entrevista con el rector de la Universidad del Deporte, José Luis Sánchez Solá, mejor conocido como El Chelis, un connotado entrenador del equipo de futbol Puebla FC con el que vivió algunas de sus glorias, como su más reciente ascenso a Primera División, explicó que esta remodelación es necesaria, pues de tener un espacio sin uso y que representaba un gasto para la administración estatal pasará a ser un semillero de atletas de alto rendimiento.
El rector de la universidad explicó que esta institución será de suma importancia para fomentar el deporte de alto rendimiento, toda vez que los atletas con potencial de volverse profesionales en sus disciplinas no deberán abandonar sus sueños académicos.
El esquema de la universidad es que los atletas entrenen por la mañana y se les brinde el desayuno para posteriormente pasar a las aulas, ya que todas las clases y profesores se amoldarán a los horarios de las competencias y entrenamientos, siempre y cuando los alumnos cumplan con las dos áreas fundamentales: academia y deporte.
“El estadio era un elefante blanco, deteriorado; el gobernador (Alejandro Armenta) lo toma, lo renueva y lo va a reutilizar, las cosas son para utilizarlas. Es una universidad deportiva, el requisito más importante es que tengas un sueño y que seas un atleta de alto rendimiento, es muy difícil que el joven tenga un sueño, quieren todo de inmediato y eso evita que se superen”, señaló José Luis Sánchez.
El Chelis indicó que en su primera etapa, y sin que se haya inaugurado el edificio de la Universidad del Deporte, ha sido todo un éxito, pues tan solo en la preinscripción de la primera generación se tuvieron mil 181 registros.
Se estima que sea en mayo de 2026 cuando se inaugure esta nueva universidad que oferta cuatro licenciaturas: Cultura Física, Recreación Física y Deporte de Aventura, Psicología del Deporte y Comunicación Deportiva.
Memorias de Queen
El periodista Fernando Crisanto detalló los pormenores de cómo se vivieron los días en que Queen se presentó en este inmueble e incluso los hechos ocurridos al término de los mismos, en lo que consideró un antes y un después para los poblanos.
Y es que recordó que en ese entonces se pensó en el Estadio Zaragoza porque se trataba de un concierto masivo de rock, y las autoridades consideraron que ahí se podía contener mejor a la gente, ya que el Estadio Cuauhtémoc era mucho más grande.
En aquel primer concierto, que se llevó a cabo el 17 de octubre de 1981, se podía apreciar cómo los jóvenes arribaban —principalmente caminando— desde el Zócalo de la ciudad, pues ese fue el principal punto de reunión; las largas filas fueron un problema, ya que solo se permitió un acceso al público y la seguridad fue superada, reconoció el periodista.

Ya en el estadio, con Queen haciendo su espectáculo, la gente enloqueció; la gran mayoría no sabía qué hacer y muchos jamás se imaginaron verlo en vivo, además Freddie Mercury abonó al caos poniéndose un sombrero de mariachi y agradeciendo al gran público que se dio cita.
Sin embargo, los desmanes vinieron con la primera fecha concluida, ya que se registraron asaltos y el más famoso de ellos fue a una joyería que se encontraba en el Centro, aunque esto sirvió después para reforzar la seguridad en la segunda fecha, misma que se desarrolló de manera más ordenada, pero al interior del inmueble ambos días fueron la locura total para los asistentes.
“Queen estaba haciendo una gira por América y en México solo hubo dos ciudades que lo tuvieron, Monterrey en el Estadio Universitario y el Estadio Olímpico Ignacio Zaragoza acá en Puebla. Fue muy relevante, histórico, marcó diferencia, vino mucha gente de todos los estados, porque viajar a Monterrey era muy complicado y en ese momento Queen estaba en el punto más alto de su fama”, señaló Fernando Crisanto.
Encuentran el amor con Queen
La historia de Gabriel Villar, quien asistió a ver a Queen en el Estadio Ignacio Zaragoza, es particular, pues estuvo en el mismo concierto con quien años después se casaría y tendría una hija. Si bien en el momento ni siquiera se conocían, es una de las historias únicas que marcaron el evento.
Gabriel señala que acudió con un grupo de aproximadamente 30 amigos, ya que desconocían si iba a ser seguro, por lo que prefirieron acudir juntos para evitar cualquier imprevisto; además, recordó que esto hizo la mayoría de los asistentes al estadio, tal como lo hizo su ahora esposa.
En aquel momento, la decisión de no ir a las filas de hasta adelante impidió que se cruzaran en el camino; sin embargo, años después el concierto fue su tema de conversación, lo que a la postre terminó por unirlos de tal modo que decidieron casarse y conformar una familia con la posterior llegada de su hija, todo gracias a ese espectáculo: el concierto de Queen en el Estadio Ignacio Zaragoza.
