Comunidad

Claman justicia y llenan de solicitudes de auxilio a la presidenta Claudia Sheinbaum

Afuera del Polyforum las pancartas con exigencias eran levantadas entre la multitud para que al paso de camioneta que trasladaba a Claudia Sheinbaum pudiera verlas, en otros casos las personas rompían el cerco para tener un diálogo directo

Bajo un sol abrasador, cientos de hombres y mujeres de todas las edades se congregaban a las puertas del Polyforum “Rodolfo Torre Cantú” en Ciudad Victoria, querían ver y hablar con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo

La explanada vibraba con un bullicio inquieto, pero el calor sofocante, con poca sombra, empezaba a mermar los ánimos de los allí presentes. Algunos, agotados, comenzaban a “tirar la toalla”, pero nadie se rendía. 

En la entrada, cartulinas de colores ondeaban con mensajes de bienvenida: “¡Gracias por venir a Tamaulipas!”, “¡Bienvenida, presidenta!”. La esperanza parecía flotar en el aire. Sin embargo, a la salida, el tono cambió. Las cartulinas ya no celebraban, exigían. “Justicia para los desaparecidos”, “No más abusos”, “Devuélvanme a mis hijos”, clamaban en letras desesperadas. 

El contraste era desgarrador, de la bienvenida al grito de auxilio. En el corazón de la escena, las vallas metálicas separaban a la multitud de su objetivo. 

El personal de logística, tanto federal como estatal, custodiaba el paso con rigor, permitiendo solo a los autorizados cruzar el cerco. La tensión crecía, palpable en los murmullos y empujones. 

Hasta figuras como el presidente municipal de González, Miguel Alejandro Zúñiga Rodríguez, aguardaban, impotentes, al otro lado de la barrera. Dentro de todo el caos, Beto Granados, recién llegado de presentar su primer informe en Matamoros, intentó abrirse paso. Pero un grupo de mujeres lo detuvo con un grito unánime: “¡Si él pasa, pasamos todas!”. 

Entre risas nerviosas y miradas ansiosas, Beto quedó atrapado, reflejo de una espera compartida por todos, en fin, tras su mensaje ante el pueblo al lado del gobernador Américo Villarreal Anaya las cosas cambiaron. 

El verdadero peso de la jornada no lo cargaban los políticos, sino las familias destrozadas por el dolor. Madres, padres, hermanas y tíos de personas desaparecidas aferraban folders con fotos gastadas y documentos arrugados, suplicando una audiencia con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. 

“Justicia para los desaparecidos” y “No más abusos” eran parte del ambiente

Una madre, con el cuerpo temblando pero la voz firme, se plantó frente a la camioneta presidencial. Su esposo había secuestrado a sus hijos y huido a Xalapa, Veracruz. 

No se movería hasta ser escuchada. A pocos pasos, Gabriela Salazar cuya lucha por la custodia de su hija que se volvió viral en Tampico y a nivel nacional, sostenía una pancarta con manos temblorosas. Cerca, la familia de la pequeña Ana, marcada por las secuelas de una cirugía fallida en el Hospital La Salle, alzaba su voz entre lágrimas. 

Los protocolos y las agendas se desvanecieron entre tantas historias rotas

La presidenta, conmovida, bajó de su vehículo junto y, en un gesto que detuvo el tiempo, besó con ternura la frente de la niña y junto con el gobernador Américo Villarreal Anaya se comprometieron a atender su caso. 

También estaban las madres de menores abusadas por su entrenador de gimnasia en la unidad Siglo XXI, un caso que había estremecido a la comunidad. 

Cada súplica era un eco de injusticias acumuladas. Cientos de peticiones, escritas con tinta y dolor, llegaron a las manos de la presidenta. A pesar de la premura de su gira hacia el estado de Veracruz, ella se detuvo. Escuchó y respondió. 

Por un instante, el bullicio cedió ante un silencio expectante, cargado de esperanza. Las vallas, los protocolos y las agendas se desvanecieron frente al peso de tantas historias rotas. Una sola palabra resonaba en cada corazón: ¡Justicia!

yc

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.